Stefano tiene todo lo que Ky jamás se imaginó: dinero, poder y tatuajes.
Ella siempre supo que algo no andaba bien con él y está dispuesta a todo con tal de desenmascarar los misterios de ese hombre inmenso, de mirada oscura como la noche y hoyuelos...
Bajo tierra, la gente empieza a correr, a intentar huir desesperada: algunos se esconden, otros dan la cara, listos para pelear.
Desde las tumbas del cementerio, dos chicos salen corriendo con sus caras tapadas por pañuelos rojos y verdes. Una chica y un hombre. Ambos con sus mochilas repletas de armas.
-¡¿Lo tienes?!-le pregunta él.
Ella le muestra el cuaderno cual reza en su tapa:
Hombres que se convierten en pumas
Beth
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-Perfecto, ¡vamos!-él toma el cuaderno y siguen corriendo.
A toda prisa se pierden entre los árboles. Tras unos momentos de magna intensidad, sus corazones se aceleran aún más en cuanto escuchan las motocicletas tras de sí.
-¡Mierda!
El sujeto deja escapar mil millones de maldiciones hasta que cae en la cuenta de que se ha quedado sin opciones.
Tiene que dejar ir a la chica.
-Ven-la llama y entrega nuevamente el cuaderno pero ella se niega a recibirlo-: Huye. Escapa y llévale esto a tu padre. Es muy importante...
-¡No!
-Escúchame, es crucial que llegue a manos indicadas. Esto es una base de datos no informática, ¿te das cuenta el valor de exclusividad que tiene?
-¡¿Piensas entregarte?!
-¡No hay tiempo! ¡Ve con tu padre ahora!
Ella lo mira a los ojos y luego al objeto en sus manos. Quiere salvarse pero sabe que estando al lado de este sujeto, no va a lograrlo. Sin embargo si se marcha con el cuaderno en manos, lo van a asesinar siendo probable que enloquezcan aún más con tal de hallarla a ella.
Así que opta por lo más sensato que cruza por su cabeza: no recibe nada, se da media vuelta y escapa.
-Demonios-murmura el tipo.
Hasta que el rugido de los motores ya está demasiado cerca...
Cuatro motocicletas se detienen y rodean al ladrón. Todos con sus armas en alto, listas para convertir su cuerpo en un colador.
Pero una persona se abre paso entre todos ellos. Ella viene con uno de los guardianes y en cuanto se quita el casco, deja ver su cabello negro tirante hacia atrás y su mirada felina se clava en el sujeto que ahora, se ha dejado caer al suelo, de rodillas.
Rendido.
-Mira quién tenemos aquí...
La mujer saca un revólver de su cintura y se acerca al ladrón. Toma el cuaderno y se lo coloca bajo el brazo.
-Creo que esto me pertenece, gracias.
Lo ojea y constata que esté todo en su lugar. Luego vuelve sus ojos afilados al acusado y con un tono cargado de sarcasmo agrega:
-Qué pena hayas decidido ir por los malos pasos, Ethan.
Él sabe que va a morir.
Sabe que lo van a capturar y se lo llevarán.
Pero sólo es capaz de pensar en su hija...
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#MALOS #ELORIGEN #STEFANO #KYLIE
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