#MALOS El Origen | COMPLETA

29. Play

Stefano sabe que cada una de las imágenes que cruza por su cabeza, es real. O lo fue. Sobre él recae toda la responsabilidad de lo que ocurrió y no puede evitar sentir un dolor tan profundo como una herida al ser escarbada, hurgando en la carne podrida.

Haber sido atrapado en actitud sospechosa, lindando la entrada a Los Túneles, perturbó a Los Jefes y produjo que sea intensamente investigado. A las pocas horas de haber sido liberado por intermedio de su padre, fue secuestrado por los guardianes de Bad Boys y arrastrado hasta el Infierno: tierra abajo. Directo al cementerio del bosque.

No entendía nada pero podía suponerlo. Kylie. Era incapaz de arrancarse de la cabeza la imagen de su tatuaje.

¿Cuántas personas en el mundo dicen que usan el triángulo como tatuaje sólo por ser una moda? ¿Cuántas de ellas mienten? Stefano sabe que, cada vez que revisa su cuenta de Instagram o de Snapchat y ve el maldito tatuaje hacia arriba o hacia abajo, no se trata de algo impoluto.

Sino de personas al servicio de un clan maldito.

Como él.

Los iluminados no llegan a golpear las puertas del Poder, producto de su talento. Talento tienen muchos. Sólo una poderosa secta o un poderoso equipo, puede catapultarte a conseguir objetivos con tal de rendir cuentas económicas y religiosas a ellos.

A Stef no le tocó ningún talento. Sus padres lo educaron para que sea brillante y resultó ser un buen hacker y un experto en el arte del engaño pero no logró algo sobresaliente. No aún. Y quizá nunca pueda. Fue utilizado como sutil conejillo de indias para pequeños experimentos. Cada uno de ellos dejó una cicatriz. Cada uno de ellos fue cubierto por un tatuaje. Y otro. Y otro. Stef, harto de las marcas en su cuerpo y en busca de seducir a Ky, decidió inyectarse anabólicos, consumir proteínas y a iniciar arduas jornadas de ejercicio para lograr en un tiempo récord, un cuerpo escultural.

Y lo logró.

Pero con Ky, vino algo más.

Las chicas lindas no llegan solas. Traen un pasado. Una historia. Las chicas lindas son chicas peligrosas.

Aún sin que lo sepan.

Y Ky no es sólo una chica linda: es una bomba...

...que Stef tuvo en sus manos, intentó manipular y, pese a todas las advertencias de su sentido común, terminó estallando.

—Que lo sufra. Que le duela. Que le rompa la cabeza.

Un martilleo insoportable golpea la cabeza de Stef. ¿Dónde está? ¿Dónde fue Ky y su familia?

—Entendido—contesta otra persona y cree reconocer ligeramente la voz de los dos sujetos que hablan.

—Que no soporte el dolor, ese hijo de puta.

¿Se refiere a él?

—Entendido.

Sí.

—Pero no lo mates...

Por favor.

—Entend...

—Si lo matas se termina el juego.

¿El juego? ¿De qué puto juego hablan? Stef intenta removerse pero sus terminaciones nerviosas son algo casi imposible de manipular. Conoce esto. No ha prestado sus conexiones neuronales para la estimulación cognitivo-eléctrica del Doctor Jeff. Pero sabe lo que implica. Otras personas fueron sus medios para las invenciones perversas del Doctor. Ninguna de ellas sobrevivió. Otras permanecen en estado vegetal.