Stefano es cruel.
El sentido del humor no va con él a menos que se trate de sexo o de dolor.
En su vida sólo un niño le cayó bien y ese fue su hermano. Hasta que se fue.
Sólo respetó a una persona quien fue su padre. Pero también se fue.
Quiso a una sola persona...que no era él mismo sino su madre. Pero también se fue.
Nunca le resultó el papel de ser un tipo sentimental. Nunca le cayeron en gracia los deportes, sus compañeros o las fiestas.
Sólo una idea figuraba en su mente como objetivo.
E hizo de todo con tal de conseguirlo.
Una chica rubia que reía demasiado fuerte, se sentaba primera en la clase y tenía súbditas en vez de amigas.
A medida que la rubia fue rechazándolo, más y más se perfilaba como un objetivo a seguir casi de manera enfermiza. Una vez que la tuvo en sus manos, creyó que ya no le interesaría más y podría hacerse a un lado teniendo que ignorar sus efectos.
Pero no lo logró.
Terminó queriéndola con alguna extraña sensación que nacía en su pecho y le obligó a ir por más. Fue imposible apartarse de ella. Hizo de todo con tal de poder tenerla a su lado. Inclusive sobrevivió con tal de poder salvar su vida.
Se metió bajo tierra, a las profundidades del infierno para ir a buscarla. Ahí estaba con una amiga a quien asesinaron en el intento de salir. A Jess la balearon tras la infracción de no seguir las órdenes de Stef. Lo que Jess nunca supo es que Stefano se conocía ese lugar de palmo a palmo, contaba con reflejos ultra refinados gracias a algunos dispositivos que le hicieron mierda su cabeza pero también le otorgaron un ajuste en sus sentidos que nadie más podría tener.
Vió y padeció experimentos en pos de un mundo científico montado a su alrededor.
Salió de ahí con Ky y escaparon.
El primer intento de los jóvenes fue ir hasta la casa de la rubia en búsqueda de algunas cosas y de advertirles que estaban en peligro. Debían huir de ahí pronto.
En lugar de eso, encontraron un reguero de sangre y personas degolladas, en partes despedazadas y todos con una extraña inscripción en su frente. La misma que en ese momento estarían investigando las personas de policía científica, forense y criminalística.
Una señal contundente:
Pero no fue suficiente. Quienquiera que haya pasado por ahí se ocupó de dejar en claro que estuvieron y cuál fue su objetivo aunque no un simple policía o perito criminalista podría comprender sus elementos.
Se trataba de una curiosa inscripción en la pared de la sala con la sangre de las víctimas:
Stefano debió sacar a Ky de ahí. La rubia gritó y lloró como nunca.
Hasta desmayarse.
El muchacho robó dinero examinando a gran velocidad toda la casa. En total halló más de cien mil dólares. Se los guardó, sacó las llaves de un coche que estaban en la habitación de un tal Patrick, cargó a Ky en el asiento de atrás y salieron calle abajo.
Hasta perderse en la carretera, en medio de la luz anaranjada del amanecer. Como si el horizonte se los tragara.
Anduvieron de un lugar a otro durante más de medio año.
No obstante, un día decidieron volver...
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#MALOS #ELORIGEN
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#MALOS El Origen | COMPLETA
RomanceStefano tiene todo lo que Ky jamás se imaginó: dinero, poder y tatuajes. Ella siempre supo que algo no andaba bien con él y está dispuesta a todo con tal de desenmascarar los misterios de ese hombre inmenso, de mirada oscura como la noche y hoyuelos...