Stef deja descansar su frente en el pecho de la muchacha y ambos se detienen unos instantes en busca de relax.
Fuera de ella se siente incompleto; ha conocido parte del paraíso mismo al cual no se puede pertenecer para siempre. Ya habrá ocasión de poder continuar.
Puede haber pasado minutos, horas, milenios sin embargo esa mesa de billar acaba de convertirse en el sitio predilecto para poder descansar.
Aunque la tranquilidad dura poco.
Muy poco.
El lugar se estremece en bramidos lo cual altera a ambos en el instante preciso que escuchan a lo lejos, el detonar de un disparo.
-Iré a ver.
-Voy contigo.
Ky busca su ropa. Se siente sucia pero no hay tiempo para poder higienizarse.
-Ni hablar.
Stef no accede bajo ningún pretexto. La ignora y busca algo tras la barra en el bar.
-No puedes tenerme aquí encerrada-se queja Ky. Su tono implica seguridad: no importa lo que el diablo diga, la princesa no se dejará encerrar sin más en el castillo. No otra vez.
El muchacho sale desde detrás de los mesones con un revólver en manos.
-¿Qué harás con eso?
-Protección. ¿Acaso quieres que nos maten?-pregunta Stef sin esperar precisamente una respuesta.
-¿Por qué querrían asesinarnos?
-No tienes idea de lo que está ocurriendo, ¿verdad?
-Quizá si me lo explicas sería más sencillo, ¿no crees?
Stefano la mira.
-Definitivamente-murmura con un tono quedo-, era cierto que ese tatuaje sólo se trataba de una cuestión estética.
Ella muestra su antebrazo.
-¡NO TENGO IDEA POR QUÉ MIERDA TENGO ESTO!
Él la mira con sorpresa.
-Tenemos que irnos-decreta-. Me explicas en el camino a qué te refieres con esa locura.
Pese a que por fin tiene el "permiso" de hablar, la rubia opta por no decir una sola palabra. En su lugar, siguen en silencio el camino de la fábrica hasta el bosque, donde se obligan a andar con cuidado: ella tras los pasos de él.
Hasta que escuchan los pasos de alguien más haciendo crujir la hojarasca del lugar.
Stefano levanta su mano libre obligando a Ky que se detenga. Ambos se agachan y quedan tras un tronco caído. Desde este escondite perciben que pasa corriendo una chica: está llorando y se la ve desesperada.
Pero ambos se paralizan en cuanto distinguen de quién se trata.
-¡Jess!
Ky deja escapar este gritito lo cual se ve obturado en cuanto Stefano le cubre la boca con rapidez.
-¡¿Estás loca?!-le pregunta en voz baja.
Ella no logra salir de la sorpresa.
¿Qué hace Jess escapando del bosque? ¿Y qué fue ese disparo? ¿Quién la está persiguiendo y por qué diablos llora?
Stefano va soltándola de a poco y le indica que caminen. Ella le hace caso y avanzan lentamente hasta que otra vez escuchan ruidos.
Es una alarma.
-¿Eso viene del...?-empieza la rubia pero Stefano se toma el trabajo de completar la frase en su lugar:
-Del cementerio.
-¿Tienes idea de lo que está pasando?-insiste-. Porque claramente yo no y sería de enorme ayuda que me pudieres explicar.
-No sé hasta qué punto sería bueno que te involucres en esto. –El chico clava sus ojos azules en los de su chica, sin embargo ella de pronto se altera:
-¡CUIDADO, STEF!
La advertencia llega demasiado tarde.
Una soga cruza el cuello del chico y dos manos enguantadas lo hacen retroceder.
Pero no sólo a él.
Ky también siente la misma opresión en el cuello y mientras la empujan, lo único que distingue es el modo en que la arrancan a Stef de su lado.
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#MALOS #ELORIGEN
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#MALOS El Origen | COMPLETA
RomanceStefano tiene todo lo que Ky jamás se imaginó: dinero, poder y tatuajes. Ella siempre supo que algo no andaba bien con él y está dispuesta a todo con tal de desenmascarar los misterios de ese hombre inmenso, de mirada oscura como la noche y hoyuelos...