EN EL CAPITULO ANTERIOR...
-Amor... -De cerca se veía mas palido y delgado aún. -tienes que luchar... tienes que salir de esta... ¿recuerdas lo que me dijiste una vez? Te necesito, asi como tu me necesitas a mi...- Al ver que no daba signos de responder Maria se acerco a él con grandes lagrimas brotando de sus ojos...- vive... porque nadie mas que tu, podra llenar mi vida de amor y felicidad, eres mi vida, grandulon- Toco suavemente su mejilla, y beso sus labios tan tierna y amorosamente que hasta en el fondo del oceano se sintio la desesperacion de aquella mujer enamorada que rogaba a la vida una nueva oportunidad.
"El amor es la fuerza mas poderosa, por eso, cuando hay amor... nada mas importa"
CONTINUAMOS...
Consultorio del Dr. Rios Bernal
-Siga por acá, señora...-Dijo Heriberto llevando casi que recostada en su pecho a la extraña mujer.
-Señorita...-Dijo Victoria volviendose hacía él, con sus manos en sus bíceps- Humm... se sienten tan bien como se ven...- Susurro ella, recorriendo su rostro de manera apasionada...
Heriberto la dejo en el sofá, provocando un pequeño quejido en Victoria que se sintió desprotegida inmediatamente.
-¿Ya se siente mejor? Quiere algo...- Pregunto Heriberto, aunque habia algo que no encajaba ahí- si gusta puedo revisarla...
<<Ay que rico, papasito>>
Victoria asintió y se puso de pie lentamente, subiendose un poco la falda en el camino y sin dejar de lado su sensual sonrisa de medio lado, se llevo las manos a la parte frontal de la camisa y ante la estupefacción de Heriberto se la desabrocho mostrando un hermoso sosten de encaje negro que dejaba muy poco a la imaginación.
-Me encantaría jugar al Doctor contigo- Dijo Victoria descaradamente, llevando sus manos a su pequeña cintura.
A Heriberto por poco se le cae la baba, tenía un cuerpo hecho para la satisfacción masculina, en otro momento la habría tomado sin ninguna compasión y hecho chillar de placer, pero estaba cansado de ese tipo de mujeres, que creían que por tener dinero y belleza todo el mundo debería caer a sus pies, ya tuvo una mala experiencia y no lo repetiria nunca mas, una lastima, porque no se podia negar que parecía una diosa, pero prefería dejar de lado esas mujeres y ser él, el que escogiera a quien queria en su cama.
-Vistase, Señorita...- Dijo el Doctor con el ceño fruncido y dandose media vuelta.
Victoria no podía creerlo... estaba alucinada, en sus 25 años de vida, jamas ninguna persona habia osado a ignorarla. ¿A caso no sabía quien era ella? Pues se iba a enterar...
Avanso hacía él y antes de que pudiera reaccionar lo rodeo con sus brazos y se lanzo a su boca, sin poder contener un suave gemido...
<<Que delicia de hombre>>
Ella quería que él la apretara con sus fuertes y grandes manos, que la arrinconada con su gran cuerpo contra la pared y le dira duro, tan duro que tuviera que salir de ese hospital en silla de ruedas...
Su boca era maravillosa, el parecía no responder, pero si cooperaba un poco con el beso, su lengua era dulce y su aliento sabia a menta y cafe. Ella restregaba sus caderas contra las de él, si el doctor no queria colaborar su gran amigo bajo si lo haría, ella sintió las manos tomarla de los hombros.
<<Si, aprietame cosita deliciosa>>
Pero el la alejo, y se limpio el labial con un gesto de asco que dejo impactada a la mujer.
-Le pedí que se fuera de una forma cabellorosa, pero como veo que no entiende...-Tomo la camisa de ella del piso y se la tiro al pecho.- larguese, Señora. No me gustan las mujeres faciles y ricachonas que creen que con mover el dedo tendran todo a sus pies, conmigo se equívoco, prefiero las mujeres de verdad.
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A TI TE QUIERO EN MI
AléatoireEl amor puede llegar a ser tan fuerte que nos salva pero muchas veces termina destruyendo todo...