A TI TE QUIERO EN MI

"ES POR AMOR" 22

EN EL CAPÍTULO ANTERIOR...

Segundos después vio como se abría la puerta del departamento de Victoria... dejando ver a una diosa, en ropa interior de encaje negro, que poco dejaba a la imaginación...

-Osvaldo...-Saludo Victoria adoptando una posicion tan sensual que tenia a los dos hombres casi botando la baba. Y saludando al pelagato que tenía al lado...

-Heriberto... que pena... no me dejaste terminar cuando llamaste y ya tenía esta noche reservada para mi... amigo.
Ven, sigue Osvaldo...

Cuando el joven iba a seguir hacia el apartamento... una fuerte voz lo detuvo...

-Tu que la tocas... y yo que te parto la cara...- Gruño Heriberto.

-Mira, hermano hoy esta bella dama es mia.-Dijo calmadamente Osvaldo observando de pies a cabeza, el cuerpo casi desnudo de Victoria y llevándose su mano a los labios...-Escoge tu turno para maña...

-Te lo advertí...

Y efectivamente con un certero puño le partió la cara...

CONTINUAMOS...

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La cabeza de Esteban iba a estallar, eso no podía ser cierto... no podía...

-¿P-pero como, Maria? T-tu... ¡maldita sea! Tu tienes el aparato ese... el... que... !Maldita! ¡maldita sea!

-¡Callate de una buena vez!.- Maria sentía morirse por como se estaban dando las cosas.- ¡Deja de maldecir! Y si, tengo el dispositivo, pero a tus indestructibles soldaditos no les valió de nada... estoy embarazada y ya es una realidad...

Los dos guardaron silencio, Maria quería que la mirara y le dijera que todo iba a estar bien, que estarían juntos y esperarían con mucho amor a su hijo.

Pero Esteban estaba al borde de un colapso, ¿Por que el destino siempre se empeñaba en hacerle la vida imposible? ¿Y ahora que iba hacer...?

Ella conocía algo de la historia de Esteban, sabia que su negación a ser padre tenía algo que ver con la muerte de su hermana pequeña hace algun tiempo, el se negaba a hablar del pasado y lo poco que sabia era porque había podido sacarle algo a Leonel.

-Y-yo... tengo que irme...-Dijo rápidamente Esteban, mientras se dirigía a la puerta en su silla de ruedas.

Estaba a punto de salir cuando...

-Amor... No nos alejes por favor... nuestro hijo y yo te necesitamos...-Dijo despacio Maria al borde de las lágrimas... alterando más el caos dentro del hombre.

-Lo mejor es que pases la noche aquí, adiós.

Y salió sin pronunciar una palabra más...

<<...te necesitamos>>

Esa maldita palabra, era un asco de ser humano, como esposo era lo peor, y como padre sería un gran fracaso...

**

Maria lo observo salir, y como una autómata se dirigió a su habitación...

Otra vez el infierno de siempre... pero ahora estaba segura que no habría vuelta atrás... su hijo ya era un hecho...

Toco su vientre aún plano, mientras lágrimas de dolor resbalaban por su mejilla...

A pesar de su rechazo amaba a Esteban, y eso sería algo que nadie cambiaría... pero ahora su pequeño crecía dentro de ella y era lo más importante...

-Yo estoy muy felíz de que vengas en camino, mi amor...- acariciaba el lugar donde crecía su hijo casi con reverencia- Aunque tu Papito no quiera estar con nosotros...