EN EL CAPITULO ANTERIOR...
Su pulgar no había dejado de frotar ese punto hipersensible de toda mujer...
-Soy el hombre que te esta tomando en este momento... y él unico que lo seguirá haciendo... obedece y di mi nombre...
-Idiota... ay... ahh... Heriberto.... ayy
Su mundo estallo en mil pedazos, colapsando sobre el pecho del hombre...
-Si ves que si podías...- Él tomó el labio de ella y lo chupo, haciendo pequeños circulos en el vientre de ella, esperando a que se recuperara de su orgasmo...
Jamás en toda su vida sexual, habia gritado el nombre de su amante... en esos momentos solo pensaba en su propio placer y le daba igual cual fuera el nombre del hombre que se lo estuviera dando... pero como siempre desde que conoció a este hombre... era diferente... con Heriberto todo era diferente...
Volteo, quedando cara a cara y por primera vez vio su pecho desnudo, con la claridad necesaria... y no pudo mas que contener una expresion de sorpresa ante la visión que tenía en frente...
-¿Pero que diablos?
CONTINUAMOS...
No salía de su asombro... Jamás creyó que ese hombre tuviera semejante tatuaje en su cuerpo, que recorría casi todo su pecho y terminaba enrredado por su fuerte hombro hasta su antebrazo...
-Eso es...- Dijo ella, aún impactada por lo que veía, recorriendo con sus finos dedos su hombro.
-Es un tribal... ¿Que es lo que te asombra tanto? ¿Que sea un doctor y tenga un tatuaje?
-Pues... nunca creí que pudieras tener uno... te ves un hombre tan correcto, que siempre sigue las reglas, no se como no lo habia notado...
-¿Te gusta?- Preguntó Heriberto, tomando sus manos y llevandolas hacía la espalda de ella, y clavando sus dientes en el cuello de la mujer.
-Mucho, me hace pensar que tu y yo no somos tan diferentes...
<<¿Por que había dicho eso?>>
De nuevo estaba sintiendo esa conexión, ese miedo que le provocaba el estar tan cerca de una persona...
El doctor sonrió, al intuir que Victoria experimentaba las mismas sensaciones que él. Percibió como se alejaba mentalmente de él, y se tensaba.
Pero él no lo permitiría, no descansaria hasta que ella reconociera ante sí y todo el mundo que su corazón tenía dueño...
-No me alejes... no nos alejes...- Se miraron por ultima vez a los ojos, y se devoraron nuevamente.
Victoria se acomodó correctamente a horcajadas de Heriberto, sentía la ereccion de él rozarse con su entrada, deseaba que pronto sus miembros se entrelazaran de la manera en que ese momento lo estaban haciendo sus lenguas.
Heriberto dejó su boca para saborear sus senos...
-No sabes cuanto he pensado en ellos... son tan sabrosos... me fascinan...
Y ella felíz de la vida, que él los adorara, hacía ejercicio y estaba orgullosa de sus dos cimas, que pedian a gritos los dientes, la lengua y los labios de ese hombre...
Mientras la atormentaba con sus labios tomó en su mano su propio miembro para poder enterrarlo en los pliegues calidos de la mujer, Victoria por acto reflejo elevó las caderas permitiendole la entrada... por fin...
Los dos gimieron al mismo tiempo, ella de nuevo sintió como su cuerpo le pedía un poco de tiempo para adaptarse a la invasión...
-Me dices cuando estes lista...- Heriberto se preocupaba por ella, no quería lastimarla, era muy consciente de su gran tamaño y desde aquella primera vez supo lo estrecha que era Victoria, debía ir con calma.
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A TI TE QUIERO EN MI
DiversosEl amor puede llegar a ser tan fuerte que nos salva pero muchas veces termina destruyendo todo...