CAPÍTULO 46

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  Al otro día amanecí demasiado confundida. Me dolía muchísimo la cabeza y todo me daba vueltas. Me senté despacio y al darme cuenta que no recordaba nada, me volví a tirar en la cama, no daba más. A los diez minutos más o menos entro mi hermana con una taza y galletitas y al ver que estaba despierta se sentó en el borde de la cama, mirándome con curiosidad.

- Querés una? - pregunto extendiendo la mano
- Mmm no, si como algo vomito - dije casi en un susurro y Titi largó una carcajada
- Tuviste una mala noche, no? - preguntó aún entre risas
- Sos graciosa eh, no se, no me acuerdo - dije sosteniendo mi cabeza e intentando hacer memoria, pero no, nada, solo recordaba haber hablado con Fran cuando recién empezaba la noche.
- Uh estas arruinada, te traigo algo para el dolor de cabeza? - preguntó preocupada y asentí.

Se fue y al rato volvió con una pastilla y un vaso de agua enorme, el cual me lo tome todo de una, tenía una sed increíble.

- Gracias - dije luego y me sonrió
- Te dejo descansar - me dijo parándose - le digo a mamá que no tenés hambre, mejorate - agregó abriendo la puerta y volví a cerrar los ojos cuando la vi desaparecer tras ella.

Me desperté finalmente a eso de las cuatro de la tarde, se me había pasado bastante el dolor de cabeza pero seguía con un poco de resaca. Busqué el celular entre mis cosas y llamé enseguida a Lola.

- Ori, como andas? - preguntó cuando atendió
- Más o menos, pero para, te tengo que hacer una pregunta
- Decime
- Me podes contar que hice anoche? No me acuerdo de nada - dije un poco nerviosa y la escuché reír del otro lado
- No se que hiciste, solo te vi hablando con Fran, bastante cariñosos - dijo y cerré los ojos con fuerza - me dijo Julian que te vio yéndote con él, en serio no te acordás?
- Que Julian qué? Me vio con Fran? - pregunte bastante alterada
- Si, eso me dijo, tenía una cara... - dijo y hubo un silencio, en el cual me vinieron unos flashes de la noche anterior, más específicamente del beso con Fran.

Mierda, lo había besado. Cómo? Cuándo? Dónde? Por qué? No tenía respuestas, solo recordaba el momento del beso y después nada más.

- Estas ahí? - preguntó Lola
- Si, es que me acordé de algo - dije con la voz entrecortada
- Qué? - gritó prácticamente
- Tengo flashes nada más, pero creo que lo besé a Francisco - dije y agradecí que no me estuviera viendo porque me cargaría de por vida por lo roja que me había puesto
- Me estás jodiendo? - preguntó gritando aún más
- No boluda, me quiero matar - dije agarrándome la cabeza con la mano que tenía libre
- Wow - hizo una pausa - por qué? Tan mal estuvo?
- No tarada - dije riendo por primera vez - pero es Fran, y no es Julian, no se, me parece que me mande tremenda cagada
- Ori, Julian se portó bastante mal con vos, no tenes que sentirte culpable por nada, aparte no estan juntos, podes hacer lo que quieras - me dijo y me relajé un poco
- Tenes razón... Igual no se con que cara mirar a Fran ahora
- Bueno no se, pero relajate, ya pasó, ahora si querés hablalo con él y si no querés, no.
- Gracias amiga, voy a ver que hago, hablamos después, te quiero - dije un poco más aliviada
- No se agradece, suerte, te quiero más - dijo y sonreí antes de cortar.

Me quedé mirando el celular por un rato hasta que me decidí, le iba a hablar a Fran.

"Podemos hablar en algún momento? Creo que lo necesito" - le mandé por whatsapp y me acosté en la cama esperando a que me responda.

A los cinco minutos me sonó el celular, salté ansiosa pero no era su respuesta, sino que era un mensaje de Julian. Temblé antes de abrirlo.

"Tenemos que hablar Ori. Estuve mal ayer, ya se, pero tampoco para que te fueras con otro pibe en mi cara. No se que más hacer, te juro que te extraño"

Se me calló una lágrima cuando leí la última frase y no pude evitar sentirme mal por él. Me dice que me extraña y yo comiéndome a otro pibe. Soy la peor. No le contesté, no sabía que hacer, ni que decirle. Primero prefería hablar con Fran, así que cuando me contestó arreglamos para vernos esa noche. Me propuso ir a comer a Mc Donalds, bueno, cómo resistirme a una invitación así? En definitiva nos debíamos una charla.

Me bañé, me cambié y bajé un rato con mi familia, no los había visto en todo el día así que aproveché a pasar un rato con ellos antes de que Fran me pasara a buscar.

A eso de las nueve de la noche, sonó la bocina de su auto y me despedí de todos, avisando que no me esperaran para comer.

- Hola linda - dijo cuando me subí al auto
- Hola Fran - dije acercándome para saludarlo, pero el corrió la cara y el beso fue en los labios.

Fue corto, me aparté enseguida, un poco confundida y él lo notó.

- Perdón, pensé que...
- No, está bien - dije interrumpiéndolo y sonrió levemente.

El viaje fue un poco incómodo, ninguno de lo dos dijo nada, pero por suerte llegamos rápido al lugar. Él hizo la fila para pedir la comida mientras yo buscaba lugar para sentarnos. Me senté en la última mesa, contra la ventana, mirando para afuera mientras pensaba qué decirle a Fran. Al parecer él se había hecho algunas ilusiones, y no quería hacerle mal. Reaccioné cuando se sentó frente a mí con la bandeja y esos hoyuelos que, bueno, ya saben, me pueden.

- De qué querías hablar? - preguntó en un momento
- Em... de ayer, no recuerdo casi nada, bueno solo me acuerdo del beso - dije con un poco de vergüenza
- Cual de los dos besos? - dijo y levanté una ceja sin entender nada
- Cómo cual de los dos? El nuestro, cuál otro? - dije mirándolo fijo.

Se puso un poco nervioso, al parecer no quería contarme pero lo hizo, me contó todo lo que había hecho Julian y ahí entendí el mensaje que me había mandado. Lo odié, pero bueno yo también me había mandado una cagada. Le pedí que no me recordara más a Julian y la noche siguió tranquila, terminamos de comer entre risas y la verdad que la estaba pasando mejor de lo que había imaginado. Salimos y cuando llegamos al auto, antes de entrar, se paró atrás mío, haciéndome girar para mirarlo. Estaba serio, un poco nervioso y no me salió otra cosa que reírme, me daba ternura y gracia a la vez.

- Que pasa? - dije aún sonriendo y me recosté un poco contra la puerta del auto, mirándolo a los ojos.

No me contestó, se acercó un poco más y apoyó sus manos en mi cintura. Mis nervios aumentaron enseguida, fruncí el ceño y él seguía con la misma cara. Prácticamente en cámara lenta acercó su rostro al mío y unió nuestros labios, nuevamente. Le seguí el ritmo, lento, pausado, y apoyé una mano en su hombro y la otra en su nuca para acercarlo un poco más a mí. No se que estaba haciendo, pero era lo que sentía en ese momento, no quería soltarlo, me transmitía paz con cada uno de sus besos, y sus abrazos. En un momento le mordí muy suave su labio inferior lo que provocó que ambos sonriéramos en la mitad del beso. Abrimos los ojos aún sonriendo y lo miré a los ojos, que lindo que era, realmente. Me separé de él un poco tímida y me dio un beso en la mejilla antes de abrirme la puerta para que subiera. Él hizo lo mismo y al cabo de diez minutos ya estabamos en casa. El camino había sido nuevamente bastante silencioso, pero esta vez él no paraba de sonreír.

Todo lo que pasaba por mi mente en ese momento, era Julian.

- Llegamos - dijo mirándome - pará - gritó cuando vio que me estaba por bajar del auto
- Qué? - pregunte confundida
- Quiero decirte algo más - hizo una pausa - pero no se como... como decírtelo
- Dale tonto, habla - dije riendo
- Bueno es que... Ori... - hizo otra pausa y suspiré
- Si... - dije expectante
- Me gustas, en serio - dijo con un poco de vergüenza y me paralicé.  

Reencuentros - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora