CAPÍTULO 36

1.1K 47 0
                                    


Me abrió la puerta del auto y volvió a abrazarme antes de caminar hacia la puerta de entrada.

- No puedo creer estar acá de nuevo, hace ocho años que no venía, esta igual - decía mirando la casa mientras yo sacaba las llaves del bolsillo para abrir la puerta
- Parece que fue ayer que venías a jugar y a ayudarme con los deberes - dije sonriendo y me dio un beso tierno para luego entrar a casa detrás mío.

- Juli! - gritó mamá desde el living y se paró enseguida a abrazarlo.

Papá le hizo una guiñada y Julian se acercó a chocarle la mano, se llevaban muy bien por suerte, y papá sabía controlar los celos perfectamente. Nos sentamos con ellos un rato y aproximadamente diez minutos después Titi bajó las escaleras, tan concentrada en el celular que ni se dio cuenta de la presencia de Julian.

- Saludá Tiziana - grité y levantó la mirada sin entender
- Ay perdón, no te vi Juli, todo bien? - dijo con una sonrisa mientras le daba un beso en la mejilla
- Bien, vos enana? - preguntó con confianza y sonreí
- Todo bien por suerte, te quedas a comer no?
- Si más vale, espero no morir intoxicado por tu hermana - dijo y todos rieron menos yo
- Que graciosos que son eh, cocino re bien - dije cruzándome de brazos y Julian me abrazó de costado, riendo, y depositó un beso sentido en mi cabeza.

Me dirigí a la cocina con mamá ya que papá y Julian se habían colgado mirando el partido y probablemente no hayan notado que ya no estábamos. Hice unas pizzas y le insistí a mamá con que yo podía sola, así que se limitó a sentarse en la mesa de la cocina mientras tomaba unos mates y charlábamos. Bueno, en realidad ella no paró de hacerme preguntas sobre Julian, yo solo contestaba con sí, no, no se.

Titi puso la mesa con ayuda de mamá y a los cinco minutos ya estaban listas las pizzas. Por suerte el partido había terminado y Julian volvió a sentarse a mi lado.

- Proba y me decís - dije sonriendo mientras él miraba la pizza con miedo
- Mmm muy buena - dijo y le pegué por hablar con la boca llena. Amo ser tan cariñosa...
- Viste? Te dije, malo!
- Punto para vos, estamos empatados - dijo y me dio un beso en la mejilla para luego seguir comiendo.

Habíamos terminado de comer y literalmente no había sobrado nada. No exagero cuando digo que cocino bien. Mis padres se hicieron un té y subieron a acostarse, nos entretuvimos charlando y ya eran las doce de la noche. Titi estaba con el celular en un sillón y Juli y yo en el otro, él recostado sobre mis piernas mientras yo le acariciaba el pelo.

- Yo mejor me voy yendo, es tarde y me tengo que levantar temprano a estudiar - dijo mientras se levantaba
- Ufff maldito estudio - me quejé y el sonrió, apenado - al menos dejá que te lleve en el auto
- Mmm me gustó la idea - dijo con una sonrisa pícara y le pegué
- No te hagas ilusiones - susurré para que mi hermana no me escuchara
- Ori me llevas a mi también? Cami me invitó a dormir a la casa - gritó Titi desde el sillón y lo miré a Julian que enseguida le cambió la cara, se le había borrado la sonrisa. Yo solo reí.
- Mamá sabe? - pregunté mirándola
- Si ya le pregunté, me dijo que vos me llevabas - dijo y Julian se rió por lo bajo
- Genial, yo soy siempre la última en enterarse de las cosas
- Voy a buscar una campera y vengo
- Bueno, te esperamos en el auto, apurate - dije y salimos

- Se podría repetir - dijo Julian cuando ya estábamos sentados en el auto
- Vos estás loco - dije entre risas y aprovechó para robarme un beso
- Viene mi hermana tarado - dije acomodándome mientras Titi abría la puerta trasera del auto
- Te llevo a vos antes porque lo de Cami es más cerca - dije mirando a mi hermana por el espejo retrovisor y ella asintió.

Era mentira, obviamente, ni siquiera sabía donde quedaba lo de Julian. Lo miré de reojo y vi como se aguantaba para no reírse.

- Cuidate Titi, pásenla lindo - dije despidiéndome de mi hermana
- Chau pendeja - dijo Juli despeinándola y ella le pegó para defenderse
- Uh son las dos iguales - dijo y reímos los dos - al fin solos
- No me distraigas Julian, decime donde queda tu departamento - dije y bufó.

Me indicó como llegar y en el camino no paraba de acariciarme el pelo, o apoyaba una mano en mi pierna y yo me quejaba, me ponía nerviosa e incómoda de verdad manejar así.

- Es acá? - pregunté y él asintió con la cabeza
- Sexto piso, apartamento 112, vista a la calle, te va?
- Qué? - dije confundida
- Si querés subir? - preguntó riendo
- Eh... no puedo - contesté nerviosa - otro día, mis padres se van a preocupar si demoro
- Mmm como quieras, no muerdo igual, ni te voy a secuestrar, a menos que vos quieras - dijo y sonreí
- Ya se Juli - dije corriendo un mechón de pelo que caía sobre su frente - no te tengo miedo, pero en serio, otro día con más tiempo bajo, y si querés te cocino algo
- Me encantaría - dijo sonriente - Ori 2, Juli 1, manejas bastante bien, voy a tener que pensar en algo para que estemos a mano
- Vas a tener que sumar varios puntos si querés alcanzarme - dije y lo besé en modo de despedida
- Te quiero - dijo en mi oído
- Yo más - respondí y sonrió automáticamente.

Se bajó del auto y me saludó con la mano mientras se alejaba. No encendí el auto hasta ver que entraba al edificio. Suspiré y emprendí la vuelta a casa, con una sonrisa de oreja a oreja.

Reencuentros - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora