CAPÍTULO 87

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  Después de diez minutos aproximadamente decidí abrir los ojos para ver si dormía. Al parecer sí, estaba acurrucado en el piso, abrazando la almohada. Me daba ternura y lástima a la vez, pero bueno, no podía aflojar tan fácil, y aparte por dentro seguía con bronca. Suspiré para luego volver a cerrar los ojos y entrar en un sueño profundo.

Me desperté con los rayos de sol golpeando sobre mi cara y lo maldije a Julian por no haber cerrado la cortina cuando entró por la ventana. Abrí los ojos con dificultad y me quedé tranquila al ver que las chicas estaban durmiendo allí, y solas, sin los chicos, por suerte...

El que no estaba donde lo había visto esa mañana era Julian, lo que me preocupó bastante. Pero solo hasta que intenté desperezarme y ahí me di cuenta de lo que estaba ocurriendo. Estaba casi contra el borde de la cama y sin poder moverme. Sus brazos rodeaban mi cintura por detrás y sus piernas pasaban por encima de las mías, enredándose entre ellas. Mierda, cómo habíamos llegado a esto? Cómo no me había dado cuenta antes de que se había pasado a mi cama? Igualmente tengo que admitir que morí de amor cuando giré un poco mi cabeza y vi como dormía enterrando su cara en mi pelo. Me generaba tanta paz verlo así, tan tranquilo y relajado. Deposité mi mano sobre la suya, la cual reposaba sobre mi panza y suspiré, que linda forma de empezar el día.

Giré intentando no despertarlo para quedar frente a él. Era extremadamente tierno cuando dormía, ya dije eso antes? Me quedé observándolo por un largo rato, en silencio, escuchando su respiración y sonriendo como una boba. Por qué lo odiaba y lo amaba al mismo tiempo? Jamás me había pasado una cosa así, con nadie. Todavía tenía unas tremendas ganas de putearlo y a la vez lo miraba y tenía que contar hasta cien para no comerle la boca. Bueno, yo y mi "bipolaridad", por así decirlo, es un tema aparte.

Aún dormido se movió un poco en el lugar y me aferró más a su cuerpo. Cómo iba a poder aguantar estar enojada con él si me hace estas cosas? Encima estaba en cuero el muy hijo de puta. Aprovechando que estaba dormido y que no iba a poder usar esto en mi contra luego, llevé mi cara a su cuello y deje varios besos allí, suaves, delicados, procurando que no se despertara. Bueno, de alguna forma tenía que sacarme las ganas, me estaba tentando demasiado. Apenas se despertara iba a seguir haciéndome la dura, por lo menos para que aprenda y se de cuenta de las cagadas que se manda, así que pensaba aprovecharme ahora mientras dormía como un tronco.

Riéndome en silencio seguí dejando besos por toda su cara y cuello. No se despertaba pero hacía muecas cada vez que sentía algo.

Me quedé durita en mi lugar cuando noté que se empezó a estirar, ya consciente.

- Se puede saber que haces acá? Agarrándome así? - pregunté seria apenas abrió los ojos y no pude evitar largar la risa cuando me miró, tenía los ojitos chinos y no entendía nada
- Mmm shhh - fue lo único que pudo decir antes de volver a cerrar los ojos y abrazarme con más fuerza, escondiendo su cabeza en el hueco de mi cuello
- Julian - dije enojada pero sonriendo a la vez y largué un suspiro al ver que no se pensaba mover
- Quiero despertarme así todos los días - susurró en mi oído, matándome de amor
- Para, cortala, te deje todo bastante claro ayer, o bueno, hoy - dije empujándolo un poco por los hombros
- Claro y después me obligas a que duerma con vos - dijo sonriéndome y le pegué suave
- Vos te metiste, nadie te obligó a nada
- Y vos no te negaste, bien que lo disfrutaste pendeja - dijo mordiéndose el labio mientras sonreía
- Ah no, listo, te fuiste, chau, volá - grité furiosa, empujándolo y logrando que cayera al suelo.

No pude evitar tentarme al ver esa imagen, hubiera sido ideal filmarlo y verlo por un año seguido.

Su cara de enojo y venganza ya me empezaba a dar un poco de miedo, era una combinación mortal. De un momento a otro lo tenía tirándose sobre mí para hacerme cosquillas. El forro sabía que eran mi punto débil, que no las podía soportar. Empecé a gritar desesperada con risas de por medio y patadas que iban y venían para todos lados.

- Se pueden ir a garchar a otro lado? Quiero dormir! - gritó Lola enojadísima porque la habíamos despertado.

Julian dejó de hacerme cosquillas en ese instante y nos miramos por un segundo para luego reírnos a carcajadas.

- Tomatelaaaa - gritó Julian riendo
- Desubicada - agregué yo, tirándole una almohada en la cabeza y bufó, tapando su cabeza completamente con las sábanas.

- Y si le hacemos caso? - dijo sonriendo, pícaro
- En que? - pregunté levantando una ceja
- En ir a otro lado a...
- Te vas, Serrano, te fuiste - grité sin dejar que termine la frase
- Que mal pensada que sos, iba a decir "a hablar", desubicada, mal pensada, no es mi culpa que quieras abusar de mi y pienses siempre en eso - dijo agarrando la remera que había dejado en el piso y abriendo la puerta del cuarto
- Juliaaaaaan - grite y se fue corriendo antes de que le tirara con algo.

Reencuentros - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora