- Así es, te quedó claro? - pregunté separándome por unos segundos pero me calló con otro beso, igual o mejor que el anterior.
Entre besos y risas me acorraló y me subió con cuidado sobre la mesada de la cocina, parándose entre mis piernas mientras yo rodeaba su cintura con ellas.
- Estas loco Julian - dije riendo
- Si, todo tu culpa - susurró apoyando sus manos sobre mis caderas y volviéndome a besar.Enredé mis manos en su pelo y estuvimos así por varios minutos, ninguno se quería separar del otro.
- Na, no lo puedo creer - escuché junto con un grito y me separe al instante de Julian.
Giré mi cabeza y la vi a Lola parada en la puerta de la cocina, con cara de sorprendida y tapándose la boca con ambas manos. Mi corazón latía más acelerado que nunca, me asusté pero me tranquilizo que haya sido ella y no otra persona.
- Estas cosas en mi cocina no, por favor - dijo sin dejar de mirarnos
- Mal pensada, no estamos haciendo nada - dije con vergüenza, sí, seguramente estaba toda roja.Julian no decía nada, solo se reía y apenas se apartó de mí, bajé de un salto.
- Bueno perdón entonces, no quería interrumpir, te estaba buscando para preguntarte si habías visto a Fran - dijo y la cara de Julian se transformó
- No, por qué? No estaba con ustedes?
- Si, va, estaba, pero hace un rato largo dijo que iba a buscar algo al auto y no volvió. Pensé que estaba con vos pero veo que no - dijo un tanto preocupada - era eso, los dejo solos, ojo con lo que hacen eh - agregó sonriendo y se fue
- Quedé preocupada - le dije a Julian cuando volví a mirarlo - te molesta si lo voy a buscar y de paso arreglo todo? - pregunté y negó con la cabeza, junto con una sonrisa
- Anda tranquila
- Me esperás? - pregunté sosteniendo su mano
- Toda la vida - dijo y me acerqué a darle un último beso.Abrí la puerta de entrada para ver si estaba en su auto y me lo encontré sentado en los escalones de afuera de la casa de Lola, solo.
- Fran, que haces acá? Estas bien? - pregunté preocupada mientras me sentaba a su lado
- Que se yo - dijo sin ni siquiera mirarme, seguía con su mirada fija en el suelo
- Eu, que pasó? - insistí apoyando una mano sobre su hombro
- Que no pasó...
- Eh? No entiendo - dije frunciendo el ceño y suspiró
- Te vi Oriana, los vi, cómo te da la cara para venir a hablar conmigo ahora? - preguntó y por primera vez me miró a los ojos, con tristeza
- Qué? Cómo? - estaba en shock, jamás se me hubiera ocurrido que él nos podía ver, realmente no quería que se enterara de esa forma
- Me vas a negar que estabas con él ahí en la cocina? Mira que no soy boludo - dijo con una sonrisa irónica
- Bueno, si, pero...
- Basta, no me des explicaciones, ni siquiera tengo ganas de escucharte - me interrumpió, apartando su mirada de mí
- Pero necesito hacerlo, me siento horrible, Fran yo te lo quería decir, no quería que te enteraras así, te juro, te lo iba a decir - dije desesperada
- Ayer a la noche? - preguntó volviendo a mirarme y asentí, apenada
- Te lo iba a decir pero no me animé, no se, no te quería lastimar, soy una tarada
- No, yo soy un tarado, por creer que iba a lograr que te olvidaras de él, y por creerte cuando me decías que me querías - dijo escondiendo la cabeza entre sus brazos
- No es así Fran, yo te quiero, en serio, solo que no de la misma manera que lo quiero a él - confesé pero ni se movió
- Esta bien Ori, ya fue, anda y divertite, olvidate de mí - dijo por lo bajo
- No me muevo de acá hasta que me perdones, o si no querés, por lo menos hasta que me entiendas y aceptes mis disculpas - dije insistente y levantó la cabeza
- Para qué? Te sirve de algo? - preguntó
- Si, antes de todo esto que paso éramos amigos nosotros, no quiero que quede todo mal. Simplemente no funcionó, lo tenemos que aceptar y seguir adelante, pero no quiero estar peleada con vos - dije peinándole un poco el pelo con mi mano
- Estoy enojado, entendéme, supongo que ya se me va a pasar, pero ahora solo tengo ganas de entrar y llenarle la cara de dedos a ese pibe, y no me la quiero agarrar con vos - dijo con bronca
- Cuando se te pase el enojo vamos a poder hablar civilizadamente, sin rencores? - pregunté fingiendo una sonrisa y él, con cara seria y mirándome a los ojos, asintió
- Te quiero Fran, aunque se que no alcanza... perdón - dije bajito y él apartó mi mano de su cara, dejó un beso en ella y se paró para luego, sin decir nada, caminar hasta su auto.