CAPÍTULO 116

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  Nada como despertarse sin resaca después de haber tomado tanto la noche anterior. Por suerte mi memoria no me había robado ningún detalle de lo que había pasado con Julian, definitivamente no se lo hubiera perdonado jamás. Me sentía bien en todos los sentidos, hacía muchísimo tiempo que no me despertaba con una sonrisa como la de hoy. Me estiré un poco en la cama antes de meter la mano debajo de la almohada cuando sentí mi celular vibrar. Tenía algunos mensajes de Julian, de la noche anterior y de ahora, motivo suficiente para que mi sonrisa se ensanchara aún más.

"Buenas noches hermosa" - me había mandado como a las siete y media de la mañana, junto con una foto de él haciendo trompita.

No pude evitar reirme, era tan tarado y tierno a la vez que me mataba de amor.

"Buen día, ya te extraño" "Que es lo que haces para tenerme así, Sabatini?" - estos me los había mandado hace menos de media hora.

"Buen día bombón! Yo no te extraño TANTO" - le contesté junto con una foto que me saque acostada, con su campera y la capucha puesta - "Es que te tengo muy pillo Serrano"

"Awww que carita de dormida, podes dejar de estar tan buena Oriana?" "Bueno, ponele que si, estoy entregado"

"Ayyy tierno! Te aviso que no te voy a devolver nunca la campera. Es más, tendrías que ponerle más perfume, no sabes lo lindo que es despertarme con tu olor por todos lados"

"Te la regalo, total te queda más linda que a mi...." "Bueno, bueno, igual cortemos con tanta dulzura"

"Te tomo la palabra! Si por favor, cambiemos de tema, hablaste con Sabrina?"

"No pude, perdón! Pero igual ya le dije que teníamos que hablar así que tranquila porque de hoy no pasa!"

Suspiré. Bueno, no podía esperar que de un día para el otro cambie todo, pero confiaba en que esta vez si íbamos a poder estar bien, juntos, sin terceros.

"Esta bien, no me pidas perdón tarado! Manejalo como puedas, en serio"

"Gracias. Por entenderme. Te dejo porque bueno, no puedo hablar mucho. Nos vemos Ori, besos"

Guardé el celular y me levanté de la cama no tan animada como antes. No podía evitar sentirme rara sabiendo que él se estaba despertando con ella, o de alguna u otra forma estaban juntos. Igualmente, preferí no hacerme la cabeza y me dirigí a la cocina a comer algo para distraerme. En el camino aproveché para llamar a mamá. Era el primer año que no veníamos de vacaciones todos juntos y si no la llamaba aunque sea una vez por día no se quedaba tranquila.

- Buen día pendeja - dijo Pablo apenas crucé la puerta de la cocina, mientras que Jenny, a su lado, me dedicó una sonrisa cómplice
- Buen día chicos - respondí con terrible voz de dormida mientras robaba una de las tostadas que tenían sobre la mesa
- Cómo estuvo tu noche? - preguntó mi primo y miré fijo a Jenny quien negó rápidamente con la cabeza
- Bien, tranquila - contesté algo dudosa y él rió
- Te vi yéndote con Julian, a mi no me mientas! Qué onda ustedes? - mierda, no me podía estar preguntando esto
- Em, solo me acompañó hasta acá, y hablamos - dije nerviosa, o sea, sabía que Pablo era de total confianza, pero no me parecía bien andar contándolo sabiendo que él todavía tiene novia
- Mira vos, que grande el negro - exclamó con una sonrisa y lo miré con el ceño fruncido mientras mi amiga solo reía
- Ah, me olvidaba que lo querés más a él que a tu prima - dije algo celosa, ya que los últimos meses siempre se juntaba con él, hasta más que conmigo
- Obvio, hasta creo que me estoy enamorando - dijo divertido, ganándose un codazo de Jenny y mi peor cara de odio.

- Vamos a ir a la playa ahora en un ratito, venís Ori? - preguntó Jenny cuando terminamos de desayunar
- No gracias, no quiero ser paleta
- Mira que le dije a Julian de encontrarnos en la playa, vos te lo perdés - intervino Pablo y Jenny asintió
- Dale vení - suplicó en un tono de voz de nena de tres años y no me pude resistir
- Bueno esta bien - dije haciéndome la indiferente, aunque moría por volver a verlo.

Reencuentros - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora