CAPÍTULO 111

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  Salió de encima mío y me ayudó a sentarme, acomodándose a mi lado sin soltar mi mano en ningún momento.

- Dale Ori, te escucho - dijo al ver que yo no decía ni una palabra
- Es que, es complicado, no se como explicarte - hubo una pausa en la que él no dijo nada, simplemente me miró con el ceño fruncido - prometeme que me vas a escuchar hasta el final y que no me vas a interrumpir - agregué algo nerviosa y él solo asintió
- Bueno, la otra noche me llamó Sebastián, y la cosa es que me dio a entender que le pasaba algo conmigo - dije así, de una, y su cara se transformó automáticamente - yo le dije que no daba que me dijera eso y le corté. Y ahí me empezó a mandar esos mensajes que vos leíste, los cuales obviamente no respondí
- Lo voy a matar, te juro que si lo veo lo mato - dijo tapándose la cara con ambas manos, y eso que todavía no le había dicho lo peor
- Para Juli, dejame terminar por favor
- Dale, seguí - dijo mirándome con seriedad
- Hoy a la mañana fui caminando al colegio y en el camino me lo encontré, llegaba tarde así que acepte subirme a su auto para que me alcance
- Podes ir al grano? Me estas preocupando - me interrumpió y eso me puso más nerviosa todavía
- No, necesito contarte todo, para que lo entiendas - dije y bufó - Bueno, me dijo que quería hablar, y lo único que hizo fue repetirme lo que me había dicho por teléfono, pero mejor explicado, se me declaró, por así decirlo - agregué y su cara se tensó aún más, sus ojos estaban prendidos fuego y me empezó a dar un poco de miedo imaginar su reacción - Y...
- Y..? - preguntó elevando ambas cejas, sin despegar sus ojos de los míos
- Y no se cómo, ni por qué, pero... nos... nos besamos - largué casi sin respirar y cerré los ojos rápidamente, no se si por vergüenza, miedo, o simplemente nervios.
- Qué? - gritó y luego se produjo un gran silencio.

Abrí los ojos con algo de miedo y él solo me miraba, frío, distante, enojado, sin decir ni una palabra.

- Perdoname - supliqué mientras las primeras lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas - te juro que me odio por eso, no fue nada, sabes que te amo
- Basta - gritó y me sobresalté - no te quiero escuchar más, ya fue demasiado
- Perdón - insistí agarrando sus manos, pero él no tardó en soltarse y se levantó de golpe, alejándose de mí.

Empezó a dar vueltas dentro del cuarto con sus manos en la cabeza, estaba como en su mundo. Sacado, pero sin decir nada.

- Julian por favor, puteame si querés pero decime algo - grité, desesperada por su silencio
- Que querés que te diga? Gracias por cagarte en todo y en mí? Besa bien? Te gustó? Se cagaron de risa de mi después? Tan boludo soy? Eso querés que te diga? Porque no se me ocurre otra cosa
- No, no digas eso, decime lo que pensas, no se, algo
- Pienso que sos una mierda, y también pienso que soy un boludo, pero desde cuándo te interesa lo que yo piense? - largó con bronca, y con los ojos algo llorosos
- Ya se que soy una mierda, lo se, pero fue solo un beso, no significo nada para mí, y no sabes cuanto me arrepiento - dije acercándome a él, con algo de miedo, para luego agarrar su cara entre mis manos - mirame Julian. Yo te amo, a vos, solo a vos. Me mandé una cagada y vine corriendo a contártelo, porque de verdad estoy arrepentida, perdoname por favor
- Basta, no te quiero escuchar más - gritó apartando mis manos de su rostro y salió rápidamente por la puerta del cuarto.

Obviamente lo seguí hasta que llegó a la puerta, donde la destrancó y la abrió, volviéndome a dirigir su mirada.

- Andate - murmuró y negué rápidamente con la cabeza - andate Oriana, solo tengo ganas de putearte y la verdad que no quiero.

Me había dejado sin palabras, sin fuerzas, sin esperanzas de que algún día me fuera a perdonar. Lo único que hice, por un impulso que tuve fue abalanzarme sobre él y lo abracé con fuerza por el cuello, inundándolo en lágrimas. Él solo me apartó con frialdad y me esquivó la mirada hasta que estuve fuera de su departamento. Me cerró la puerta prácticamente en la cara, dando un golpe tan fuerte que logró sobresaltarme.  

Reencuentros - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora