CAPÍTULO 88

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  Me tiré en la cama con una sonrisa de oreja a oreja. Como me podía la puta madre.

- Que onda ustedes dos? - preguntó Lola con los ojos apenas abiertos
- Estamos peleados - dije girando mi cabeza para poder mirarla
- Si, eso se re nota - dijo irónica luego de reírse un buen rato
- Ayer me dejo tirada en el boliche por ir a hacerle la fiestita a "Sabri" - dije de mal humor
- Que qué? - preguntó abriendo bien los ojos y reí al ver su expresión
- A festejarle el cumpleaños - aclaré y suspiró aliviada
- Y te enojaste? - dijo poniéndose seria y asentí
- Vos no te enojarías si Nico te hace eso con una ex? - pregunté y dudó un rato
- Si, obvio, pero Juli te re contra ama boluda, no podes desconfiar de él
- Ya lo se, no desconfío de él, desconfío de ella, no se por qué pero todavía le debe tener las re ganas a Julian, y me molesta que él haga como si eso no fuera así, que se le haga el amiguito, no se, me saca - dije sincera y asintió, mientras me escuchaba atenta
- Te entiendo, pero veo que el enojo no te duró mucho, cuando llegamos estaban durmiendo cucharita, que onda? - dijo riendo y me tapé la cara con la almohada, que vergüenza
- Le apliqué el freezer y lo mandé a dormir al piso, pero se ve que se paso a la cama en cuanto me dormí - dije con una sonrisa, recordando cómo me abrazaba cuando me desperté
- Ay que forra que sos - dijo riendo y me encogí de hombros
- Prefiero ser forra y no darle a entender que con un beso o abrazo lo voy a perdonar siempre que se mande una cagada - dije y asintió.

- Y que onda tu hermanita con Agus? Estaban durmiendo juntos en el sillón, quedamos de cara cuando los vimos - dijo sorprendida y reí
- Que se yo, se tienen ganas pero son re lentos
- Salió a la hermana - dijo interrumpiéndome y le dediqué un gran "fuck you" - igual Agus no es tan lento, si hubieras visto como la abrazaba - agregó
- No me hagas imaginar cosas, por favor, porque te juro que bajo ahora mismo y lo echo de mi casa - dije poniéndome seria y ella rió
- Celosa que sos, dejala que se lo re curta y listo - dijo muy tranquila y la fulminé con la mirada
- Lola! No hables así, es mi hermanita, chiquita...
- Va a cumplir quince boluda, chiquita de donde? - dijo y le tiré otra almohada como para callarla.

Con toda la pereza del mundo, me levante para lavarme los dientes, la cara (ya que todavía tenía restos de maquillaje de la noche anterior) y peinarme un poco. Era un desastre, no se como Julian no se había asustado al verme.

Ante un momento de locura me vestí como para salir a correr. Me ayudaba a pensar y relajarme, y la verdad que me vendría muy bien en estos momentos. Me puse una calza y top negro, una campera atada a la cintura, del mismo color y bajé las escaleras corriendo.

- Dice Julian que no podes pasar a la cocina - gritó Titi desde el sillón cuando me vio
- Qué? Por qué no? - pregunté intrigada y se encogió de hombros
- Julian - grité acercándome a la puerta - abrí, no jodas
- Esperame cinco minutos, no seas pesada - gritó desde adentro y bufé.

- Que miran? - pregunté sentándome con Titi y Agus
- Una película - contestó él sin despegar la vista de la pantalla
- Y tus amigas? - pregunté, esta vez mirando a mi hermana
- Duermen, en mi cuarto - dijo sin darle mucha importancia
- Ajam, y? Cómo durmieron? Re cómodos me imagino...
- Sos re cargosa Oriana! - se quejó Titi y le pegué
- Ella comodísima, yo tengo el cuello duro, y encima me re aplastó la forra - dijo Agus y ella le sonrió, cómplice
- Apa... no me quiero imaginar nada así que por favor no sigan contando - dije tapándome los oídos y ambos rieron
- Igual obvio que no te pensábamos contar - dijo ella aún riendo
- Ay los odio! - grité y me levanté para volver a tocar la puerta de la cocina.

- Uy sos re impaciente - dijo Julian cuando por fin me abrió
- Quiero tomar un café nene, es mi casa y puedo entrar a donde quiera - dije quejándome y rió
- Bla, bla, bla... Cerrá los ojos - me ordenó y levanté una ceja
- Qué? - pregunté y sin decir nada me tapó los ojos con sus manos
- Camina - dijo y di unos pasos
- A donde vamos? - pregunté ansiosa
- Al jardín, es una sorpresa, camina dale, no hagas preguntas - dijo y bufé
- A esta altura tendrías que saber que odio las sorpresas - dije quejándome - para Julian, me voy a caer - agregué extendiendo mis manos
- Deja de hablar, te estoy llevando bien, no te vas a caer
- Pero...
- Sos infumable boluda - me interrumpió riéndose.

Seguimos caminando hasta que de pronto nos detuvimos. Sacó despacio sus manos de mis ojos y por fin los abrí.

- Ay, Juli - dije impresionada y me sonrió de oreja a oreja - que lindo!
- Se que no es mucho, pero la tengo que remar de a poco - dijo encogiéndose de hombros y sonreí, me iba a matar de amor un día de estos!

Me había preparado una especie de picnic en el jardín, había puesto un mantel, y sobre él, el desayuno. Puso un montón de cosas, café, jugo, tostadas, galletitas, torta de chocolate. Era algo sencillo pero extremadamente tierno, o sea, se había tomado su tiempo para hacerme una sorpresa y preparó todo él solo, eso lo hacía muy meritorio y especial.

- Gracias - dije sentándome en el pasto y haciéndole señas para que se sentara a mi lado
- De alguna forma tengo que arreglar mis cagadas - dijo y asentí - sume puntos?
- Mmm sí, algunos, pero todavía no llegas Julian - dije riendo
- Ay que difícil me la vas a hacer - dijo mordiéndose el labio y negando con la cabeza
- Un poquito - dije sonriendo para luego dejar un beso en su mejilla.

Desayunamos entre charlas, risas, indirectas, directas, palasos, entre otras cosas. Hablamos de todo menos de lo ocurrido ayer, es que, bueno, él sabía que no me iba a poder hacer cambiar de opinión, y también sabía que se la había re mandado.

- Che, hablando en serio, por qué estás así vestida? Querés que me de un infarto? - preguntó de la nada
- Sos un idiota - dije riendo - tenía pensado salir a correr, por eso
- Y te hice cambiar de planes? Ahora te vas a quedar conmigo? - dijo acercándose y lo frené
- Justamente, después de todo lo que me diste de comer, si no corro voy a estar en graves problemas
- Puedo ir con vos? - preguntó y negué con la cabeza
- Me gusta correr sola, me ayuda a pensar, me vendría bien justo ahora - dije y asintió, apenado
- Esta bien, entonces junto todo esto y ya me voy yendo - dijo serio
- Espera que te ayudo!

Entre los dos entramos todas las cosas y le tuve que insistir para que no lavara nada, yo después me encargaría de eso.

Nos dimos un pequeño abrazo en la puerta de mi casa en forma de despedida, ya que él se iba caminando para un lado y yo para el otro.

- Avisame cuando vuelvas, no se, si querés nos vemos a la noche o...
- Si Juli, te hablo después - dije interrumpiéndolo y sonrió
- Y cuidado... Tapate bien con la campera porque esa calza te marca todo - dijo y le pegué
- Julian, basta, no tenés ningún derecho de reprocharme nada
- Tengo sí, vos sos mía loca, que te quede bien claro - dijo acercándose a mí hasta el punto de rozar mis labios con los suyos
- Nos vemos Juli - dije alejándome, con toda la fuerza de voluntad del mundo, cuando moría por darle un beso.

Hizo un saludo con su mano y se quedó mirándome por unos segundos mientras me iba. Me coloqué los auriculares y puse la música a todo volumen mientras empezaba a correr.

Sentir el viento en mi cara y el sonido de la música, me hacía olvidar de absolutamente todo lo malo. Iba en mi mundo, reflexionando sobre la vida en general, sobre Julian, sobre nosotros. Estaba tan concentrada en eso que no prestaba atención a nada, y cuando quise acordar ya estaba en el suelo. El impacto había sido leve, pero fue tan de golpe que me asusté mucho. Hice un gesto de dolor y un chico bajó corriendo del auto para agacharse a mi lado, con una cara de susto peor que la mía.

Reencuentros - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora