Serpiente equivocada

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Rose

¡Al fin! Gritó al salir del salón.

Era la última prueba que le faltaba para completar los EXTASIS, estaba segura que lo había realizado de maravilla, no entendía por qué catalogaban a los exámenes como difíciles si para ella fue de lo más sencillo; o tal vez sintió eso porque se mató estudiando... Como sea que haya sido, era oficialmente libre, libre y feliz, encantada.

Estaba echada en su cama mirando el techo, tenía una sonrisa de oreja a oreja, solo faltaba tres días para regresar a casa. Debía confesar que sentía nostalgia por abandonar Hogwarts, pero, en los últimos días, el entusiasmo por comenzar esta nueva etapa de su vida fue creciendo.

Recordaba las palabras de los profesores alabando sus respuestas, todo era perfecto hasta que mencionaban a su madre, "tenía que ser hija de la Ministra"; "tan perfecta como la Ministra"; "¿Granger, verdad?". Y eso era lo mejor de salir de aquí, comenzaría como Rose, solo ella y no un apellido a cuestas (aprendió de ello). Suspiró, menos mal que su madre no tiene relación con la medimagia o tal vez sí...

- ¡Qué hermoso!- escuchó una voz chillona, ella no le prestó atención.

- Con eso te verás bellísima – ahora fue el turno de otra chillona.

- ¿Ustedes lo creen?- esa sí conocía, era Polly.

Rose soltó un gruñido, en protesta para que respeten su hora de descanso.

- Claro Polly, si eres hermosa – niñas tontas destrozando sus momentos de pereza.

- Eres divina – bla bla bla, era igual, sus compañeras de cuarto se la pasarían horas y horas alimentando el ego de castaña. ¿Pero qué se queja nuestra pelirroja? Acaso no recuerda que antes hacía lo mismo...

- Rosie – oh Merlín, que no pidan su opinión- ¿qué te parece este vestido?, creo que me veo gorda... - ¿Gorda? ¿Polly Chapman gorda?, por favor, si eres la primera en no comer si sobrepasa tus calorías "adecuadas".

- Se te ve bien – la pelirroja ni lo vio, solo quería dormir.

- Oye Rose – una de las seguidoras de la castaña por fin nota su presencia - ¿y cómo es tu vestido para la graduación?

¡Por las barbas de Merlín! Se olvidó de la graduación, ni vestido, ni zapatos, ni adornos y ni pareja, nada de nada. Mientras todas las niñas salían a Hosmeade a comprar para la fiesta, ella como golosa tomaba una y otra cerveza de mantequilla. ¿Y qué consiguió con eso? Subir de peso, más no un vestido, ahora ya no tenía salida.

¿Y si faltaba? Claro que no, eso no era una opción, su madre la asesinaría, era el día que sus padres habían esperado y, por su memoria de hipogrifo, lo había echado a perder. ¿Y si decía que estaba enferma? Tal vez funcione...

- ¡Rose!- Polly la sacó de sus pensamientos- lo siento chicas, suele perderse en sus ideas – la castaña sonrió amable.

Gracias amiga mía, por dejarme como una distraída, cómo si siempre anduviera en la luna, claro como la señorita es perfecta, con su perfecto vestido negro, su perfecto cabello castaño, su perfecta sonrisa...

- ¿Rose querida, te encuentras bien? – Polly volvió a preguntar. La pelirroja contestó con un movimiento de cabeza – Estamos ansiosas por que nos hables de tu vestido y de tu pareja.

- Seguro que es una serpiente – interrumpió una de las acompañantes.

- Mi vestido es – ignoró el anterior comentario. Llegó tu momento Rosebud, haz lo que alguna vez en sus vidas ha hecho un adolescente en problemas, miente – es el más hermoso que ustedes han podido ver. Ahora no lo tengo, claro, pero mi tía Fleur me envió la foto del diseño. Lo traerán de Francia exclusivo para la graduación, y ni hablar de los zapatos – se acercó a las jóvenes que estaban muy atentas- como hija de la Ministra siempre se tienen beneficios- guiño el ojo.

15 pasos para conseguir una esposa (al estilo del ESCORPIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora