El clima era cálido, ya que octubre acostumbraba ser más frío, era el día perfecto para salir a caminar en compañía del ser querido, familia o amigos.
Era la primera salida Hosmeade del año, la emoción de los chicos de tercero se sentía en cada rincón del castillo, pero no solo ellos se encontraban emocionados por la ocasión.
Un joven alto, delgado, de buen cuerpo y porte elegante, poseedor de unos profundos ojos grises y cabello platinado, no dejaba de mirar su reflejo en el espejo de cuerpo entero que poseía en su habitación (coff, coff, cortesía de la abuela Cissy). Cambiaba una y otra vez la camisa, no se encontraba conforme con ninguna, sus ojos se encargaban de examinar lentamente su atuendo, pasaba su mano derecha por su cabello, formando un torbellino en este, dándole un estilo rebelde y sexy. ¿Por qué no podía ser más fácil? Pensaba el muchacho, siempre era lo mismo. Desde finales de cuarto año, tras la aventura del giratiempo y Delphi, había reunido el valor al mejor estilo del "Rey Escorpión" para invitarla a salir; como era de esperarse las cosas no salieron como lo planeado, pero desde ese día, habían formados lazos que podían ser considerados de amistad.
Una vez, tras la salida de James Potter (hermano y primo celoso, con una alta autoestima y ego, enemigo número uno de los Slytherin, presidente del club odiamos a "Malfoy que me quito mi hermanito y lo convierto en una sucia serpiente" y miembro honorífico de "Gryffindor por quidditch", en simples palabras, un chico muy maduro) saliera de Hogwarts; Rose Weasley iba junto a su prima Lily Potter a tomar cervezas de mantequillas en "Las tres escobas", con la seguridad de que podían ser libres, sin el acoso permanente de su primo para evitar que cualquier chico se acercara a menos de dos metros de ellas. Una vez, que por simple casualidad del destino, (ojo, solo simple casualidad, no vayan a creer que nuestro Scorpius la seguía, por el simple hecho de no perderla de vista y que no haya primo celoso cerca, no vayan a creer tampoco que en todo el camino jaló consigo a Albus Potter sin importarle en lo más mínimo si quería ir, no para nada, solo fue cosa del destino) se encontrara el menor de los Malfoy junto a su mejor amigo con las chicas, y se sentarán a conversar, a petición de un muy enojado Albus, que le molestaba la actitud patética que tenía su amigo junto a su prima. Desde ahí, habían optado la sagrada tradición de encontrarse los cuatro a pasar un buen rato en las salidas de Hosmeade.
Todo el año pasado con la misma rutina, y seguía igual de nervioso como si fuera la primera vez.
- ñog egtiegndog polqueg teg alegajs tlantlo- decía un azabache acostado en su cama de al lado, mientras devoraba de una manera veloz, al mismo estilo Weasley, varias varitas de regaliz.
El pelirrubio, un tanto frustrado por su apariencia y asqueado por el comportamiento de su compañero, cogió una almohada y se la lanzó, ¡Puf! golpe certero en el rostro, haciendo caer al joven Potter al suelo.
- No tenías por qué hacer eso - decía mientras se sobaba la nariz - tu amor enfermizo por mi prima me está haciendo pagar muy caro - le dirigió una mirada fría y cargada de odio - pero, ¿sabes qué? - pensó un rato las cosas y luego le sonrió, una sonrisa que erizaba la piel a cualquiera - te espero en la sala común, Lily ya debe estar esperándonos.
Tras salir, Malfoy seguía en su encrucijada de moda, pero sabía que no tenía ya mucho tiempo, Rose y Lily habían heredado el carácter de sus madres y era para tener miedo, mucho miedo. Al final se decidió por unos jeans negros, camisa gris y converse negros, con una chamarra oscura y su bufanda del colegio, que desentonaba por completo con el atuendo. Bajó corriendo a su sala común, para luego junto a su amigo dirigirse al sitio pactado.
Al llegar, el sitio se encontraba repleto de jóvenes entusiasmados, no fue muy difícil encontrar al fondo una mesa donde una bella joven se encontraba leyendo, gracias al peculiar tono rojizo anaranjado de su cabello lacio. Leía muy concentrada, sin despegarse ni un minuto la vista, los jóvenes se acercaron silenciosos hasta tomar asiento junto a ella.
- ¿Y Rose?- preguntó muy ansioso el pelirrubio
- Hola Scorpius, es un gusto verte, yo estoy bien, ¿y tú?- contestó la pecosa sin despegar sus ojos almendrados de la revista. Albus soltó una risita nada discreta.
- Bien, bien, Lily pero, ¿y Rose?- volvió a insistir, esperando esta vez que la pequeña lo mirara. Esta levanto de una manera muy, muy, muy lenta (según el punto de vista del rubio) la vista hasta posarla a él y luego a su hermano, que se estaba poniendo rojo de tanto controlar su risa.
- ¿ Albus no te lo...? Ou bueno, ella no vendrá hoy- puso una sonrisa de niña traviesa - no. no les diré dónde fue - siguió mirando a Malfoy - pero te aseguro que con nosotros también lo pasarás bien.
Albus estalló en carcajadas, mientras que el chico lo fulminaba con la mirada y la pelirroja lo miraba curioso.
- Lily, se la pasó toda la mañana buscando su atuendo, lo hubieras visto, yo se lo iba a decir, que no se arreglé tanto que ella no iría, pero luego me agredió - hizo un puchero y señaló su nariz - ¿cómo buen Weasley debía vengarme no lo crees?
La joven confirmó con un movimiento de cabeza, para luego posar su atención a la revista.
- ¡YA BASTA!- gritó Scorpius ofendido, tras ver que todas las miradas de la taberna se dirigían a él, se ruborizó y bajó la voz - ¿qué lees Lily? - táctica para evitar más burlas.
- Una revista Scor, esas cosas de niñas - le respondió con desagrado Albus.
- Estás "cosas de niñas" como tú te refieres Albín - usando el apodo más estúpido y soso como arma - obtiene mayor atención de las chicas de las que tú puedes soñar.
Le tocó el turno a Scorpius de reir, y a Albus de ruborizarse.
- ¿Y de qué es el artículo? - siguió preguntando Scorpius tratando de ver por los gráficos.
- Verás, esto es una reviste muggle, pero es interesante Scor, este artículo habla de 15 pasos para conseguir esposa - dijo Lily con unos ojos soñadores.
- ¿Y funciona? - preguntó aún más interesado, formulando un plan en su pequeña cabeza platinada.
- ¿En la guerra y el amor todo vale no, Scor? - afirmó muy convencida Lily.
Cuando Albus volvió a su color natural, y Scorpius se encontraba sumergido en sus pensamientos. Lily salió disparada de la taberna tras ver a Lorcan caminando solo (algo raro, ya que Lyssander nunca se despega de é) y darle el encuentro para charlar un rato.
-Puffff, ya se arruinó todo, vayámonos de acá - dijo el azabache un tanto fastidiado y empezó a retirarse del lugar. Maloy se levantó para seguirle el paso, hasta que notó que la revista de Lilý se encontraba en el suelo. De una manera magistral, la recogió y la escondió en su chamarra.
Se lo devolveré luego a Lily- pensaba el rubio - pero, antes no esta de más darle una pequeña revisión, ¿Uno nunca sabe que cosas nuevas y raras sacan estos muggles?- trató de convencer a su conciencia que no le robaba a su amiga.
"En la guerra y el amor, toda vale"
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15 pasos para conseguir una esposa (al estilo del ESCORPIÓN)
RomanceScorpius Malfoy lleva enamorado de la prima de su amigo por casi 7 años. Tras un pequeño incidente consigue una revista muggle y se deja llevar por los consejos de esta. ¿Podrá el joven hurón albino conseguir sus propósitos? Es un Malfoy, no...