Capítulo Nuevo: Gracias por estar a mi lado

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Scorpius

Las clases habían retomado satisfactoriamente, estaba decidido a seguir con sus estudios de la mejor manera posible. Era consciente que sacaba excelentes notas, los profesores comentaban que tenía el mismo nivel (y quizás mayor) que la señorita Granger, pero nunca logró a ser prefecto ni mucho menos premio anual. ¿Por qué? La respuesta se detenía en Albus y la mala influencia que ejercía en él (y bueno tal vez las ideas las tenía el rubio, pero era el azabache que lo incentivaba a ponerlo en marcha, como decía su padre "eres más un seguidor que líder").

Amaba las clases de Historia de la Magia, recuerda que aún pequeño, se dedicaba horas leyendo en la inmensa biblioteca de la mansión junto a su madre. Astoria Greengrass, fue la mujer que tuvo mayor influencia en la vida del rubio, era dulce y tierna; aún recordaba como sus ojos verdes lo miraban con amor.

Había optado por seguir llevando el curso a pesar de las quejas de Albus, era una de las pocas cosas que podía hacerlo sentir cerca de su fallecida madre, claro, eso nunca se lo diría a su amigo ya que era su pequeño secreto.

- pssss - ignoraba el molesto sonido - pssss, Scor - seguía mirando atento a las explicaciones del profesor Binns mientras tomaba notas - oye Scor, psss-.

Trataba de ignorar el fastidioso susurro de Albus, siempre era lo mismo, cuando su amigo se cansaba de dormir en plena clase no tenía mejor idea que molestarlo.

- Sé que me escuchas - susurró.

- Albus, por favor, estoy atendiendo la clase - susurró de lado.

- ¿No te aburres? - hablaban bajito - digo, tú y Rose son los únicos que resisten a esta torturar - bostezó descaradamente - no comprendo cómo puedo hacerte caso y seguir llevando esta clase.

- Es lo que te mereces Al - tenía los ojos fijos en el aburrido profesor - era lo mínimo que podías hacer por mí tras arrestarme a esa loca aventura tuya con los giratiempos.

- ¡¿QUË?! - elevó la voz - Señor Potter, es la primera llamada de atención, dignase a no gritar en mi clase - lo regañó el profesor

Albus se avergonzó, bajo la mirada y respondió - lo siento profesor, le prometo que no volverá a pasar - puso la mejor cara de niño arrepentido.

- Todo es tu culpa Malfoy - siguió la conversación pendiente - dejemos el tema para luego - sonrió maliciosamente - no me has contado cómo ha sido la reconciliación con Rosie.

- ¿Reconciliación? , no entiendo a qué te refieres Potter - no miraba al rostro a su amigo, sus mejillas comenzaban a tornarse de color escarlata y su pálida piel no ayudaba en nada.

- No te hagas el tonto conmigo, cualquiera se daría cuenta que tú le obsequiaste el anillo a mi prima - señaló con un movimiento de cabeza a la pelirroja que se encontraba sentada en la primera fila. En su mano derecha se apreciaba el anillo, ya que la luz se reflejaba en ella creando un pequeño pero notorio destello dorado.

- ¿Qué te hace pensar que yo se lo di? - contestó confiado.

- Oh, no lo sé, tal vez que sean las piedrecitas con los colores de ambas casas, o - pensó un momento - que tiene la imagen de escorpión - lo miró como si lo que estaba diciendo fuera lo más obvio del mundo - un escorpión, Scorpius, ¿qué me crees? ¿Retrasado?-

- Vaya que tienes buena vista Al - contestó con simpleza.

- ¿Entonces no piensas decirme nada? - poco a poco se fastidiaba más.

- Si tú me cuentas por qué besaste a Alice - bien, hay que desviar el tema. Preferiría guardarse como un gran secreto ese momento hermoso que pasó con Rose.

15 pasos para conseguir una esposa (al estilo del ESCORPIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora