Padre e hijo

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Scorpius

Se sentía agotado, estresado e impotente. Sentado en uno de los sillones que decoraban su pulcra habitación, intentaba concentrarse, sin efecto alguno, en el librillo que reposaba en sus rodillas.

El segundo día de vacaciones y no podía aguantarlo. Todo era tan aburrido...

Luego estaba el asunto que más le preocupaba... Rose; ¿por qué Albus no lo había llamado ayer para contarle alguna novedad?

Tiró el librillo a un lado de la cama que se encontraba muy cerca, luego se dispuso a ordenar uno que otro objeto que aún permanecía encerrado en las maletas.

Entre aquí y allá, esté no y esté sí, no me acordaba que lo tenía y pensé que ya lo había botado, encontró un revista maltrecha. ¡Cómo podía tener así la revista, cuyos consejos superan con creces a su padre!

Sin dudarlo, volvió a tomar asiento en el cómodo sillón, para luego leer.

Paso 3: Asegúrate de tener su atención.

¿A tener su atención?, ¡Oh Merlín, cada vez era más difícil complacer los consejos de la revista? Para darse una idea, decidió leer la explicación.

Cuando se ama, se hace con el corazón. Y a una, nos encanta la idea que ese ser especial no nos quita la mirada de encima. Si bien, el paso anterior se pide ser una chica interesante, es para poder llegar a este punto... captar su atención. Lograr penetrar sus pensamientos y, ganarnos un pedacito de su corazón.

Se puede captar la atención de esa personita de mil maneras posibles. Pero, se debe advertir, que las personas por sí son distintas, es por eso que nos complace informar que en la siguiente edición profundicemos acerca del tema.

¿Siguiente edición? ¡Eso no es posible! La revista sale semanalmente, creo, y ya ha pasado un año...!!! ¿Acaso Lily podrá tenerlo?, ¡no! Sería raro decirle; "escucha Lily, digamos que tomé prestado una de tus revistas hace un año y como no está completa, podrías tirar la siguiente edición para así cogerla sin remordimientos? Simplemente absurdo.

Toc toc, dos golpes secos en la puerta. Que anuncian, no un permiso para entrar, sino que sí o sí tiene el derecho de ingresar. Scorpius lanzó de manera desesperada la revista debajo de su cama.

- Pensé que seguías durmiendo - Draco, a pesar de ser aún temprano, ya se encontraba vestido y listo para afrontar el día - Buenos días, Scorpius - se quedó parado en el umbral de la puerta.

- Padre - trató de disimular sus nervios - muy buenos días - sonrió - he estado despierto desde temprano.

- Ya veo - se acercó a su hijo - ¿Crees si... podemos...conversar? - el rubio mayor le urgía enterarse de manera profunda lo que sucedió en la fiesta.

- ¿Conversar? - y el rubio menor intuía - bien, sí, supongo, ¿cosas de hombres? - trató de bromear, pero su padre no cambiaba el semblante rígido. ¡Y él que creía que había salido librado de las quejas de su familia por besar a Rose!... bueno, ser besado. Se ruborizó violentamente al recordar la escena.

Examinó rápidamente a su hijo - veo que entiendes a lo que he venido - ¿cómo controlar esas ganas de tener la información?

- Papá, yo... - ¿su padre le prohibiría verla? Eso no lo podía permitir, menos con los avances que había conseguido - te lo juro papá que lo intenté, lo intenté, es verdad. Yo no quería sentir eso por ella, pero si la conocieras... Es tan linda, tan inteligente, tan perfecta... cuando sonríe, o nuestras miradas se encuentran... - hablaban tan rápido y sin respirar que Draco pensó que su hijo se ahogaría con sus palabras.

15 pasos para conseguir una esposa (al estilo del ESCORPIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora