Romanticismo al agua

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Rose

Si le tuvieras la oportunidad de preguntarle, qué tal habían salido las cosas en su primera cita con Malfoy (sí, cita, eso es lo que tuvo aunque intente negarlo), solo te diría que... intenso. Intensos fueron los sentimientos que tuvo durante toda la tarde.

Tras lo sucedido, se quedaron conversando en el "jardín". Un juego popular de preguntas, en la cual, cada uno tenía la oportunidad de preguntar algo, y del mismo modo, ambos respondían la pregunta realizada.

- ¿Color favorito?- preguntó ella.

- Verde - muy Slytherin, eh -y rojo.

- ¿Rojo?- el chico asintió con un movimiento de cabeza.

- Como tu cabello, y también azul, como tus ojos o café como tus pequitas -ambos se sonrojaron - ¿y el tuyo?

- Blanco- posó la vista en ella - ¿cómo este jardín?

- Bueno...un poco, pero más como las paredes de mi casa, el blanco me recuerda a mi hogar - una sonrisa iluminó sus facciones.

Y así se pasaron toda la tarde en un sinfín de preguntas y respuestas. Cuando ya se hacía tarde, la había acompañado a casa, y tras una incómoda despedida, Hugo los había recibido, para luego volver a la cocina a comer helado.

- ¿Y mis papás?- preguntó la pelirroja tras acercarse al sillón donde se encontraba su hermano.

- No lo sé- se encogió de hombros- cuando yo regresé ya no estaban- trató de agarrar el control de la televisión con las manos manchadas de dulce.

- ¿Chocolate?- preguntó curiosa.

- Hay de fresa en la refrigeradora- señaló el objeto con un movimiento de cabeza.

La muchacha no dudó en agarrar un pote del delicioso postre - Si me necesitas, estaré en mi alcoba- se dispuso a subir las escaleras. Cuando Hugo se concentraba en dibujos japoneses, no existía poder humano que captara su atención.

- Te recomiendo que lleves otro pote- gritó su hermano sin mirarla - la enana está arriba- y con eso, volvió a meter una cucharada llena de helado de chocolate en la boca.

- Te recomiendo que lleves otro pote- gritó su hermano sin mirarla - la enana está arriba- y con eso, volvió a meter una cucharada llena de helado de chocolate en la boca

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Caminó despacio hacia su habitación, arrastrando los pies y con las manos ocupadas con los dos potes de helado. Sabía que el interrogatorio estaba cerca, que no podía liberarse ni escapar del torbellino pelirrojo. Sabía que Lily iba cargada con todas sus armas para hacerla hablar, o como ella le gustaba decir; "cantarás como un fénix".

El sonido de la puerta sonó tétrico, cargado de pesar y miedo. O simplemente sonó así, porque su papá se rehusaba a buscar un cerrajero que ayudase con el problema y, admitir que con magia no lo lograría.

- ¡Rosie!- exclamó la pequeña. Ella pudo ver como el lacio cabello de su prima le caía en la cara tras dar un brinco, y como abría los brazos para envolverla en un abrazo. Un gesto tan común, que Rose conocía muy bien. "Es el inicio de la tortura", se dijo así misma.

15 pasos para conseguir una esposa (al estilo del ESCORPIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora