Rose
Pensaba una y otra vez la respuesta que le había enviado a su madre, quizás lo había decidido de una manera muy apresurada, pero no existía en sí muchas cosas qué analizar. Desde la pelea en quinto año con James, todos los de su casa se pusieron a favor del "Rey del drama" y solo le hablaban si era estrictamente necesario. Los de Ravenclaw eran fieles a los leones, nunca se hizo muchos amigos entre los tejones, y ni hablar con las serpientes.
Era muy probable que su hermano recibiera también una carta de su madre, no dudaba que él decidiera lo mismo, para Hugo sus padres se encontraban primero ante todo. Tal vez debía preguntarle solo para sacarse la duda, luego comentarle a Lily (quien dicho de paso se tendría que cambiar sus planes) y finalmente, también decírselo a Albus.
Mientras divagaba entre sus pensamientos, Polly ingresaba muy feliz al dormitorio, dando pequeños saltitos, sin percatarse de la presencia de la pelirroja. Llegó a la altura de su cama y se desplomó en ella, cerró los ojos para formar luego una gran sonrisa en sus labios.
- Te veo muy feliz Polly, ¿alguna novedad? – indagó muy curiosa Rose, esperando que su amiga le contará lo que minutos antes presenció.
La castaña dio un respingo y se sentó en la orilla de su lecho – No nada Rosie- negó con un movimiento de cabeza – nada nuevo a sucedido, ¿acaso tú tienes algo que contarme?
Ante el cinismo y desconfianza de su amiga, la mayor de los Granger – Weasley se levantó ofendida, retirándose del lugar – luego nos vemos, tengo... algo que hacer –. Se encontraba molesta, ofendida e irritada, quizás porque su única amiga no confiaba en ella o, tal vez por otras cosas...
Decidió bajar hacia la Sala Común, no podía permanecer cerca de Chapman, se sentó en uno de los cómodos sillones escarlata, subió sus rodillas cerca de su pecho y las abrazó, para luego enterrar su cara en el lugar.
- ¿Por qué tan deprimida pequeña Rosie? – una voz suave le comentó al oído. Al girar bruscamente (eso te dolerá más tarde) encaró a su compañía.
- Vamos Hugo soy casi dos años mayor que tú – le retó.
- Y casi una cabeza más baja que yo – contratacó el joven. Para sus 15 años, Hugo Granger – Weaasley era uno de los más altos de su familia y el colmo flacucho; con hermosos ojos marrones, herencia de su madre, y su cabello de un tono rojizo muy oscuro. Poseían la típica relación de hermanos; enemigos por naturaleza, amigos en momentos de conveniencia pero, sobre todo, hermanos en momentos difíciles.
- ¿Te llegó la carta de mamá?- el joven meditó un rato las cosas para luego responder con una sonrisa sarcástica que claramente copió de su prima Lily – Sí, pero estoy dispuesto a apostar que tú respuesta fue la misma que la mía – Rose le sonrió para agregar – Creo que será divertido, mamá nunca tiene tiempo para nosotros, aparte podré ver a Victorie.
En medio del silencio que se creó entre los hermanos, un torbellino pelirrojo de energía invadió el lugar, para luego sentarse en el medio.
- ¿Esas caras? – cuestionó Lily.
- Se nos adelantaron las vacaciones – respondió el joven para luego sacarle la lengua. Al ver el desconcierto de la pequeña, Rose intervino- Mamá nos ha enviado una carta Lils, pasado mañana empezará nuestras vacaciones. Visitaremos a la tía Fleur y al tío Bill -.
La pecosa menor sonrió, pero en unos segundos dicho gesto se desvaneció - ¿y el baile Rose, no irás al baile?
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15 pasos para conseguir una esposa (al estilo del ESCORPIÓN)
RomanceScorpius Malfoy lleva enamorado de la prima de su amigo por casi 7 años. Tras un pequeño incidente consigue una revista muggle y se deja llevar por los consejos de esta. ¿Podrá el joven hurón albino conseguir sus propósitos? Es un Malfoy, no...