Del Odio Al Amor ¿Se Podrá? (NamJoon Y Tu)

33.Proseso de Creación

[Maratón 5/5]

[Lemmon]

Ahí estaban otra vez. Después de un largo tiempo sin tiempo intimo, ahora podrían repetir la experiencia.

Annetta se había portado bien en todo un mes, y como recompensa por su buen comportamiento, se quedara con sus tíos todo el fin de semana, y ustedes tenían toda la noche libre, lo que significaba una sola cosa: sexo salvaje.

Tu marido lo había planeado todo bien. Desde la cena, hasta la noche que pasarían juntos.

Tú ya estabas lista, por así decirlo. Hi-jin te acompañó a un sex shop a comprar una de esas pijamas sexuales...como dijo que se llamaban...baby-doll.
Estabas nerviosa, había pasado un tiempo desde la ultima vez que lo hicieron, pero jamás habías usado aquello para seducir a Namjoon.
Saliste del baño y Namjoon ya te estaba esperando en la cama, solo con el bóxer puesto. Tus nervios aumentaron cuando el te miró con esa característica sonrisa suya y sus ojos recorrieron tú cuerpo.
Pudiste ver que el miembro de tu esposo ya estaba duró, tus bragas se mojaron casi de inmediato.
Sentiste el impulso de regresar al baño, pero Namjoon te alcanzó y te abrazo por la espalda, restregando su erecto miembro en tu trasero. ¡Mierda! Esa sensación se sentía tan jodidamente bien, que tus ganas de salir corriendo al baño desaparecieron, siendo remplazadas por el deseo.

Aquel perfume tan característico de tu marido no había cambiado, aun seguía ahí., y te encantaba. Volteas hacia Namjoon y lo abrazas del cuello. Ambos sonríen.
Ya saben, empezaron con sus mimos de parejas cursis y esas cosas, hasta que tú decides empezar el juego y lo besas. Sí, el beso es tímido al principio, algo lleno de amor y cosas con arco iris, pero poco después, Namjoon mete su lengua en tú boca, provocando que tus bragas se mojaran aún más. Ese hombre te excita hasta porque pronuncie tu nombre.
Namjoon te dirige hasta la cama, aún sin cortar el beso. La habitación solo era consciente de los jadeos que daban entre el beso para recuperar algo del aire perdido.

Aquí es donde empiezan las caricias. Tu piel hervía con el solo contacto de Namjoon sobre ella, y esos jadeos que daba mientras decía tu nombre con esa voz jodidamente ronca por la excitación, provocaba que te volvieras loca.
Namjoon comenzó a masajear tus pechos, y sabiendo que este es tu punto débil, rompió el beso para pesar a besar tu cuello.

—Ah~.—jadeas.—N-Namjoon~ joder...

Entonces tu marido regresa a tu boca, solo que esta vez, el beso esta mas lleno de lujuria, las manos de Namjoon que recorren tu cuerpo sin descaro alguno son prueba fiel de ello. El beso se intensifica cuando Namjoon comienza a embestir sobre ti, aún con la ropa interior puesta, aumentando el calor entre ambos.
Tú también te puedes divertir, ¿no? Sonríes entre el beso y bajas tu mano hasta el pene de Namjoon, masajeandolo sobre el bóxer. Tu marido suelta un gruñido, eso te dice que lo estás haciendo bien.
Entonces, cambias de posición, y ahora tu quedas arriba y él abajo. Tu posición es excitante para ambos, ya que estás encima de la erección de Namjoon.

Sonríes reconociendo esa sonrisa lasciva que se acaba de dibujar en Namjoon. Comienzas a hacer movimientos con tu pelvis.

—Ah..._______....haslo más rápido...

Esa súplica. Conoces bien esa suplica. Niegas con la cabeza relamiendote los labios y bajas poco a poco hasta su oído.

—¿Que has hecho tu para merecer eso?.—susurras en su oído pasando tu mano sobre su pene.

—_______...por favor...—vuelve a suplicar entre cortado por el placer.

Besas ligeramente sus labios y bajas hasta su entrepierna. Besas ese duro miembro por estima de la tela, para después quitarle esa estorbosa tela con los dientes y comenzar a masturbarlo. ¡Dios santo! Sabes que eso se siente jodidamente bien porque Namjoon se tensa ante tú tacto. Ahora tú tenías el control de su situación actual.