Capítulo 4

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Jade


—Te ves perfecta —tomó mi mano y la besó como si fuese de la realeza, no sabía que los hombres ricos tenían modales de la realeza.

—Gracias. —Le sonreí coqueta, sabía lo que tenía que hacer y como tenía que actuar.

El abrió la puerta de su lujoso auto y entre al asiento del copiloto, me acomode y cuando el subió arranco el auto.

Lo miré de reojos, se veía bastante bien con un traje, lo hacía ver más posesivo, más dominante, más poderoso.

—No quiero que me veas como un hombre malo, quiero que me veas...

— ¿Cómo... mi cita de negocios? —lo mire intrigada.

—Bueno, podría ser. —Sonrió —pero tampoco quiero que te veas como un objeto.

— ¿Por qué lo haría? Solo soy una persona, una joven y dulce adolescente en el auto de un adulto sin el permiso de mis padres yendo a una cena donde seguramente se trate de una propuesta para una ocasión.

El rio y negó, detuvo el auto en el restaurante más fino y caro del lugar y me miró.

—Eres madura para tu edad, pero no lo suficiente. —Bajó del auto y me abrió la puerta, tome su brazo y entramos al lugar.

Todos vestían elegante, todo era demasiado refinado, nos acercamos a recepción y el hombre nos guía hasta nuestra mesa la cual daba a una vista espectacular en la ciudad ya que era en el segundo piso.

Nos sentamos y tomamos los menús, luego de pedir la comida me miro con una sonrisa llena de picardía.

—Comencemos formalmente, solo conozco tu nombre. —me cruce de piernas y tome la copa con agua.

— ¿Qué quiere saber de mí? O mejor... ¿Qué pretende de mi a cambio de ese video?

—No pretendo nada, solo quiero una negociación. —su sonrisa no se borraba en ningún momento, incluso lo veía atractivo y más existente a la situación. —Sé que no eres una prostituta y no quiero que te tomes como tal.

—No quiere que me tome como tal pero me quiere contratar sin paga para una noche.

—De hecho, no. —levante la ceja incrédula. — mi propuesta no es un chantaje, tu video es libre, no contengo ninguna copia, el único registro que queda de tu video esta en mi cabeza. El trato era una cena.

—Entonces... ¿No quieres que me acueste contigo? —Él lo pensó y negó

—No de esa manera. —Se acomoda y me miró fijamente — Jade, ¿sabes lo que es un Sugar Daddy?

—Oh no... —Reí incrédula — dígame que usted no tiene 50 años y está atrapado en el cuerpo de un joven. —El negó riendo — oh no, ya se, usted es otro extraño caso como el de la película.

—No hermosa, no soy viejo pero sabes a lo que me refiero con ese término.

—Pues claro que lo sé ¿Qué mujer joven no querría a un viejo millonario que le regalé todo lo que desee? Mire, sé que soy joven y que parezco interesada pero... No lo soy.

—Mira, mi propuesta es que mi estadía en este lugar será muy aburrida, hacerme cargo de la empresa donde trabaja tu padre es una gran responsabilidad y no creo sobrevivir a base de mujeres que contrate por dinero o simplemente mi mano. —Se cruzó de brazos — tu teléfono apareció en mi camino Jade, eres una joya y yo soy adicto a las joyas.

— ¿Quiere que sea su "Babygirl" y a cambio recibiré lujos?

—Es tu decisión, no debes darme una respuesta, tendrás todo el tiempo del mundo para pensarlo, esta noche solo quiero que disfrutes de esta cena. —tomó un trago de vino y me miró.

El mesero trajo la comida y comimos en silencio, era una gran propuesta, no era algo de una noche, era algo que sería continuo y a pesar de traer sus recompensas era una tarea dura.
Además, él era el jefe de mi padre, si lo arruinaba o me negaba él podría despedirlo, de alguna u otra forma estaba atada de manos.

Pero tampoco lo veía de aquella forma, era un hombre atractivo, mayor por seguramente 8 o 10 años, era poderoso. Nunca fui interesada pero era una "niña buena", nunca creí que ese estilo de hombres me atrajera pero, algo en Niall sacaba mis deseos más oscuros, sacaba mi perra interior.

¿Qué de malo podría ser estar con el de vez en cuando a cambio de algunos lujos y unas cuantas folladas? Desde que Dylan me engaño había estado en abstinencia y he de decir que era una adicta al sexo, o al menos a lo relacionado a ello.

Debía pensarlo, debía actuar con cautela, tal vez podría sacar ventaja de ello.

La cena terminó y luego de pagar la cuenta me llevo hasta la casa, estaciono el auto y vi a Alice en el árbol, bajo y corrió hacia mí.

—Jade, vamos, nuestros padres están dormidos. —asentí y ella camino hacia el árbol, mire a Niall y sonrió.

—Espero que pienses mi propuesta. —tomó mi mano y le dio un delicado beso. — Que tengas buena noche Jade.

—Gracias, igualmente. —salí del auto y me detuvo.

—Ah y Jade, es bueno estar precavida —estiro mi cuchillo y abrí los ojos — pero conmigo puedes confiar. —me lo dio y mordí mi labio. —Descansa. —me guiño el ojo y se fue.

—Oh dios...

—Jade ya vamos —Alice comenzó a arrastrarme. — ¿Qué te sucede?

—Creo que me existe. —mordí mi labio viendo el auto alejarse.

Jade © |njh| ➊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora