Jade
—Oh dios... Daddy... —gemí al sentir cómo su boca jugaba con mi clítoris. Estaba en el mismísimo cielo.
Mis manos fueron directo a las sábanas las cuales comencé a tironear. Ni el idiota de Dylan había podido hacerme sentir de esa manera, se notaba que Niall tenía experiencia.
Una de sus manos subió hasta unos de mis senos y comenzó a masajearlo, apretarlo e incluso comenzó a jugar con mi pezón el cual estaba tan rígido por la excitación que sentía.
—Daddy... Dios... No pares.... —mordí mi labio intentando retener mis gemidos pero era imposible.
Mi cuerpo se retorcía al sentir su lengua invadirme por completo, estaba por llegar, sentía mi liberación tan cerca pero el se detuvo dejándome en el límite. Mi pecho subía y bajaba con fuerza, estaba agitada y frustrada por no haber podido correrme.
El sonrió y fue a tomar su pantalón, sacó un paquete plateado y lo abrió con su boca, se lo colocó por toda su longitud y volvió hacia mí, separo mis piernas y dejo delicados besos en estas.
Se acomodó entre mis piernas, y se acercó a mis labios, comenzó a rosarlos hasta por fin unirlos en un beso lleno de deseo. Sus labios eran demasiado suaves aunque su barba era un poco rasposa. Rompí el beso cuando un gemido desgarrador salió de mis labios.
Había entrado por completo en mi interior llegando a lugares que jamás creí conocer de mi propio cuerpo. Apreté su espalda con fuerza al sentir cómo volvía a embestirme con fuerza.
— ¡Daddy! —Gemí en su oído.
— ¿Te gusta hermosa? —salió por completo y suspire frustrada.
—Daddy... Por favor... —rogué buscando sus labios.
—Dile a Daddy lo que quieres princesa. —rosó nuestros labios y volvió a acomodarse en mi entrada.
—Follame Daddy.... Follame por favor. —supliqué mirando sus ojos, podía ver como se oscurecía con tan solo oír mis palabras.
—Tus deseos son orden hermosa. —Volvió a embestirme pero esta vez con mayor fuerza y a mayor profundidad. —Joder Jade.... Eres un jodido infierno.... —gruñó en mi oído y volvió a embestirme con fuerza.
Clave mis uñas en su espalda y apreté mis piernas alrededor de su cadera, quería retenerlo todo lo posible, estaba en el mismísimo cielo. Acomode mi cabeza a un costado y comenzó a besar mi cuello mientras se movía lento pero profundo.
Podía vernos en el espejo, el sobre mi cuerpo embistiéndome con fuerza, su cuerpo completamente desnudo al igual que el mío. La diferencia de tamaños, me veía tan pequeña debajo de él. Aquella imagen solo lograba excitarme aún más.
—Oh dios... Jade... —comenzó a moverse cada vez más rápido y mis gemidos comenzaban a ser continuos.
—¡DIOS DADDY! —Tironeaba su cabello con fuerza —no pares por favor... —gemía sin piedad como una maldita perra, no me importaba nada, solo quería seguir sintiendo como invadía mi cuerpo y me llenaba por completo. —¡Ahh! ¡Sí! ¡No pares Daddy!
Apreté sus brazos y el comenzó a moverse aún mucho más rápido que antes, eran estocadas profundas y ya casi no existía separación entre nuestros cuerpos. Parecíamos querer fusionarnos en uno solo.
—Maldición... Me corro bebe...
—Yo... También... Daddy... —No podía hablar bien, estaba completamente segada por el placer. — ¡DADDY!
Enterré mis uñas en su espalda al sentir cómo llegaba a mi deseado orgasmo. Mi cuerpo estaba empapado en sudor, Niall dio un movimiento más y un grito gutural salió de sus labios. Mordí mi labio al ver sus ojos cerrados, sus labios entreabiertos y su cabeza tirada hacia atrás.
Incluso luego de mi orgasmo esa imagen me había encendido para una segunda ronda. Salió de mi interior y se recostó a mi lado agotado, se sacó el condón y lo lanzó por algún lado.
Mordí mi labio y me acomodé sobre el apoyando mi cabeza en su pecho, quería que descansara antes de nuestra segunda ronda.
— ¿Te gusto Daddy? —el me abrazo cubriendo mi cuerpo con sus brazos, me sentí tan pequeña.
—Jade, no me arrepiento de haberte hecho la propuesta. —nos miró a través del espejo.
—Y yo no me arrepiento de haberla aceptado. —lo miré con una sonrisa y le di un pequeño beso en sus labios los cuales estaban hinchados y más rosados de lo normal. — Espero que no estés muy candado porque quiero una segunda ronda, aún queda una larga noche. —Él mordió su labio y me robo un beso.
—Para nada, esta noche no termina aquí princesa, Daddy quiere probarte por completa. —me tomo de la cintura y me dejó a su lado. —Quiero que te des la vuelta, Daddy debe enseñarte a ser una buena niña. —me acomode boca abajo y me apoye sobre una almohada. Él se acomodó sobre mi cuerpo y se acomodó nuevamente en mi entrada. — ¿Ya lo has hecho por aquí? —dejo pequeños besos en mi cuello y parte de mi columna aumentando mi excitación.
—Solo una vez pero el la tenía pequeña así que no cuenta. —el rio y dio un pequeño mordisco en mi hombro.
—Seré cuidadoso entonces. —tomó mis manos y las entrelazo.
Comenzó a entrar lentamente en mi, era el maldito infierno, nunca había tenido algo tan grande entrar por mi trasero.
— ¡MIERDA! —maldije en un gemido de dolor. — ¡Duele! —Me quejé, apreté mis manos intentando aguantar el dolor.
—Tranquila princesa, solo... Relájate. —Comenzó a dejar besos por toda mi espalda mientras seguía entrando en mí. Cuando estuvo por completo se quedó quieto esperando que me acostumbrará. —Maldición Jade... Estas demasiado apretada. ¿Acaso ese maldito la tenía tan pequeña?
— ¡Cállate y bésame tonto! —me queje y el unió nuestros labios como pudo, moví mi cuerpo como señal para que empezará a moverse y así lo hizo. —Oh mi dios ¡Daddy!
Aquella noche fue increíble, habíamos quedado exhaustos, luego de aquella segunda ronda, mi cuerpo dolía pero no me importaba, había valido la pena.
A la hora de dormir me aferré a su cuerpo y él me abrazo de una forma tan protectora, se sentía tanbien dormir junto al latido de su corazón. A pesar de ser su dama de compañía tenía el presentimiento de que la pasaría muy bien estando a su lado.
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Jade © |njh| ➊
FanfictionNiall encontró una joya en la calle y la quiere solo para el. -Las niñas buenas obedecen Jade. -Pues las niñas buenas no tienen un Daddy... pero yo no soy una niña buena. *Historia terminada y pendiente a corrección de errores* Obra completamente...