Jade © |njh| ➊

Capítulo 2

Jade

— ¿CÓMO DEMONIOS LO PERDISTE JADE? —mi padre parecía echar fuego de la nariz, como los dragones en los dibujos animados.

—No lo sé, creí que lo tenía en mi bolsillo. Lo siento. —lo miré triste, el suspiró y pasó su mano por su cabello— Louis me odiara. —bajé la cabeza con tristeza.

Mi padre había trabajado muy duro para conseguirme el celular, incluso acampo en la calle durante unos días solo para comprármelo el día que salía a la venta.

—Tranquila, lo encontraremos. Si alguien lo ve seguramente llamará para devolverlo. —me abrazó y besó mi cabeza— Debes ser menos despistada, Jade.

— Lo sé, lo lamento —lo miré triste.

Sabía que con un par de ojitos de cachorro y un puchero en mis labios Harry dejaría de gritar. El jamás se molestaba, pero conocía como hacer para que no me regañara, incluso muchas veces discutía con Louis porque Harry me apañaba mucho cuando debía castigarme.

—Ve a tu habitación, yo terminaré la cena antes de que tu padre llegue. —asentí y subí las escaleras hasta la habitación.

— ¡Maldición! ¡Debo recuperarlo antes de que alguien lo vea! —mordí mis uñas nerviosa.

Alice estaba recostada leyendo en su celular, cuando notó mi presencia me miró intrigada.

— ¿Por qué tanto drama con el celular? Sabes que Harry le insistirá a Louis para que te compre otro, discutirán, se arreglaran y tu tendrás un celular nuevo.

— ¡Metí la pata Alice! —me senté a su lado alterada— el celular no tiene clave por lo tanto pueden ver lo que contiene.

— ¿Y que puede contener tu celular además de fotos de hombres musculosos y fotos nuestras?

—Un video... —mordí mi uña.

— ¿Descargaste porno? —alzo la ceja intrigada, yo simplemente negué— ¿Entonces?

— ¿Recuerdas el día que tú y papá fueron a la casa de la abuela y yo me quede aquí porque me sentía mal? —ella asintió— Mentí. No estaba enferma solo no quería ir porque... —mordí mi labio nerviosa— me grabe masturbándome.

— ¿QUÉ? —me miró horrorizada.

—Sí, hice un pequeño video tocándome usando unas prendas que me regaló Dylan, pensaba mostrárselo pero cuando supe que me engañó me arrepentí y bueno, aún no eliminé ese video.

— ¡Dios! ¡Jade! Esta vez sí metiste la pata hermana. —aquí comenzaba lo que tanto quería evitar, los sermones de Alice— En primer lugar, eres menor de edad, solo tenías 16 años cuando lo hiciste ya que legalmente hoy tienes 17 y aun eres menor. —bufé frustrada— En segundo lugar, cualquiera que obtenga tu celular tiene el poder de subir ese video a Internet. Y sabes que puede viralizarse. ¡Y si lo hacen, nuestros papas te matarán! En especial Harry, sabes que él tiene fe en ti y se decepcionará mucho si se entera que su hijita a la que tanto defiende se grabó ¡Tocándose!

—En realidad, no sólo me toque, Dylan también me regalo un consolador y para serte sincera, fue mejor que su estúpido micro pene.

—Dios Jade. —negó frustrada— ¿Qué harás ahora?

—Tal vez debas llamar a mi celular para que alguien lo encuentre y lo devuelva.

—ok, hagamos eso. —tomó su celular y marcó mi número— no contestan. —mordí mi labio.

—Tal vez aún nadie lo encontró. —ella volvió a llamar.

«Hola»

Era claramente una voz masculina, sonreí al saber que alguien lo había encontrado.

—Hola, habla Alice Tomlinson, tú tienes el celular de mi hermana y necesito que lo devuelvas.

«Oh, ¿tú eres la hermana de la dueña del celular?»

—Sí, ¿Podría pasarte la dirección y podrías traerlo? Por favor, es de suma importancia.

«Claro, envíame la dirección, iré enseguida»

—Gracias, hasta luego. —cortó la llamada y me miró— Bien, vendrá a traer tu celular.

—Gracias satanás por darme un día más de vida —agradecí de rodillas. Alice rodó los ojos y me miró sería.

—De verdad, debes borrar ese video, puede ser peligroso. —me advirtió.

—Lo sé, cuando lo tenga en mis manos te lo doy y tú lo borras. —suspiré— ¿Estás decepcionada?

—No, solo sorprendida por lo que eres capaz de hacer.

—No es nada nuevo que las parejas se envíen cosas así para excitarse. Agradezco no haberlo enviado en su momento.

—Tienes razón, Dylan es muy astuto, si le hubieses enviado el video seguro te tendría chantajeada.

—Lo sé, es un imbécil. —La abracé por los hombros —Gracias y lamento haberte puesto mal.

—No importa, ya sabía que tenía novia solo... No quería aceptarlo. —Suspiró — Nadie se fija en mi Jade, ya no sé qué hacer.

—Hey, no seas así, yo te ayudaré. Alice, tienes mucho potencial, solo que no usas la ropa adecuada, yo te ayudare, te volveré irresistible.

— ¿Enserió? —Asentí —Gracias. —la abracé y bese su frente. — te quiero Jade.

—Yo más Alice.

Niall

—Te extrañe tanto mi cielo —mi madre me sonrió, acaricié su mano y sonreí.

—Yo también te extrañe mama.

—Niall.... —mire a Shawn —Lamento interrumpir pero es algo urgente, ¿Vienes un segundo? —Asentí y lo seguí —acabo de contactarme con la hermana de la dueña del celular —sonreí.

— ¿Te dio su dirección? —el asintió y mordí mi labio.

—Pidió que se lo lleves ahora.

—De acuerdo, cuanto antes mejor. —Le sonreí.

Desde que vi aquel video no pude dejar de pensar en que mi estadía en este lugar podría ser interesante, esa joven debía ser mía. Era una persona que cuando se encontraba una joya en la calle no paraba hasta que fuese mía y ella, ella era mi nueva joya.

(...)

Llegamos a esa dirección y miré la casa, humilde, sencilla, familiar. Shawn me dio el celular y nos acercamos a la entrada. Luego de tocar el timbre un hombre alto y de pelo largo nos abrió la puerta.

—Hola—nos miró

—Hola, Soy Niall, acabo de contactarme con su hija por el celular.

— ¡JADE! —gritó y vi a dos jóvenes bajar, eran más pequeñas de lo que aparentaban en las fotos. — Él es Niall, encontró tu celular.

—Oh dios, ¡Muchas gracias! —Me sonrió ansiosa, mordí mi labio al ver lo joven y atractiva que era.

—Toma. —se lo di y me quedé observándola de pies a cabeza. — me permite hablar con...

—Mi hija. —habló el hombre. — Claro, pasen a la sala, yo estaré en la cocina. —asentí y todos entramos.

—Jade, déjame decirte que encontré tu celular y para saber de quién era me tome el atrevimiento de ver tu galería de imágenes.

—Mierda. —Susurró— escúcheme no quiero que le diga a mi padre de...

—Tranquila —le sonreí — tu secreto está a salvo conmigo. —Ella suspiró aliviada — pero me gustaría un encuentro mañana por la noche.

— ¿Qué clase de encuentro?

—Una cena, tengo una propuesta que hacerte. Algo que espero a cambio de mi silencio.

—Jade no... —la joven de su lado quedo en silencio.

—Acepto.