«25»

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Maraton 1/2
Niall

Me cruce de brazos y me acerque más a ella.

—Repítelo Alice. —hable más serio aún.

—Jade... —me miró con odio —mi hermana... está internada por tu jodída culpa —reí irónico.

— ¿Mi culpa? —alce la ceja.

—Te oímos, maldito desgraciado ¡te vas a casar y no tenías pensado decírselo! —mi sonrisa se borró con rapidez. Esto no debía estar pasando. —Claro, Jade es Ingenua, no se dará cuenta de que estas por formar una familia ¡Y aun así la sigues ilusionando! —Shawn la tomo de los hombros y ella se soltó. —Jade fue con todas sus esperanzas a la empresa. Ella deseaba tanto decirte lo que sentía, estaba apenada por haberte roto aquel maldito palo... Y lo único que recibió a cambio fue... Su corazón roto al oír que te vas a casar. —en ese momento recordé la reunión, cuando salí, Tomlinson no estaba, pero si el perfume de Jade en el ambiente. — ella salió corriendo y no lo vio... No vio a la jodída camioneta.

— ¿Y qué haces tú aquí Alice? —Habló Shawn.

—Fui a decirles todo a la empresa, pero cuando llegue los oí hablar. —Su mirada volvió a llenarse de odio — te oí, oí como decías que si Jade no cumplía con su trato tú la matarías. —Trague saliva nervioso — Sabía que eras un peligro desde el día que pisaste nuestra casa. No entiendo como Jade pudo caer tan fácil...

No podía creer lo que estaba escuchando, había metido la pata a niveles inimaginables. Necesitaba verla, necesitaba saber de ella, necesitaba que la atendieran los mejores médicos, que tenga la mejor atención. Necesitaba asegurarme que ella estaría bien.

— ¿Dónde está? —Hablé por fin— llévame con ella, necesito verla. —Ella negó —Alice, quiero ver a Jade ¿Dónde está?

— ¿Por qué sigues insistiendo? ¿Por qué no la dejas en paz!?

— ¡Porque tu hermana me importa! —la tomé de los hombros con fuerza —Jade me importa... Por favor Alice, necesito ver a Jade. Quiero que tenga la atención que merece, debe estar bien y no me importa tener que gastar dinero si sé que ella estará bien. —la miré serio. Ella suspiro en forma de rendición.

(...)

Estaba tenso, muy tenso, en verdad tenía miedo, no sabía lo que me podía encontrar en aquel lugar. No me importaba todo lo que conllevaba, solo quería verla con mis propios ojos.

Jade causaba tanto efecto en mí, sentía dolor, odio, quería matar a alguien, y esa persona era yo. Debía haber hecho las cosas bien y solo las empeoraba, Jade era una niña, aún tenía mucho por vivir y yo le había arrebatado aquella libertad por mi propio placer.

Jamás había amado a nadie más que a mí familia, pero Jade me hacía dudar, me hacía dudar de mí capacidad de sentir, mi capacidad de no querer a nadie, de pensar en mí mismo. Jade me estaba volviendo loco, un adicto, y mi droga, era ella.

Llegamos al hospital y fuimos directo a la habitación, para nuestra suerte sus padres estaban en su casa. Era de noche, nadie podía impedirme verla.

Cuando Alice abrió la puerta mi corazón se paralizó, entre a paso lento y allí la vi, recostada en la camilla, con cables en su cuerpo, sus ojos cerrados, varios golpes marcaban su piel. Jamás creí verla de aquella manera.

Tome su mano y la bese con delicadeza, estaba demasiado frágil, mi princesa, mi joya, la había dañado. Lo único que podía pensar en aquel momento era en matar al maldito que la había atropellado, al igual a todo el que la había lastimado, aunque ello me metía en mi propia lista de alguna manera.

—Jade... —Acaricie su mejilla. —mi hermosa Jade... —su suave piel, delicada y pálida, era mi obsesión.

Necesitaba que mejorará, la necesitaba, sabía no podría dormir tranquilo hasta que ella estuviese bien.

Me levante y me aleje viendo a Shawn y Alice, el odio que Alice me tenía era tan fuerte. Alice era peligrosa, aún peor que yo.

—Haré que la atiendan los mejores médicos, pediré que tus padres no paguen por esto. —la miré y ella suspiró.

—No quiero que hagas nada de eso.

—Lo haré de todos modos, es mi culpa. —Ella se acercó y me miró fijamente.

—Solo quiero que dejes en paz a Jade. —Quise hablar pero ella me interrumpió —Niall, vas a casarte. Jade en verdad está loca por ti, te ama.

—Yo también lo hago. Yo también la amo. —Hablé sin pensar, una parte de mí se sintió liberarse al decir esas palabras.

—Si en verdad sientes algo por ella, solo aléjate. Jade merece ser feliz y tú, tú no puedes hacerla feliz.

—Puedo hacerlo Alice, solo déjame...

— ¿Qué harás? ¿Detener la boda, arruinar las empresas y tu vida para estar con Jade? —No sabía que decir, estaba en un límite muy delgado —me lo imaginaba. Si en verdad aprecias a Jade, tan solo aléjate. Ya no la busques, no merece sufrir por ti y lo sabes. No le diré a nadie de ti, solo vete de la vida de Jade y jamás diré lo que se de ti.

No dije nada, ella tenía razón, era Niall Horan, un joven empresario multimillonario, dueño de muchas compañías creadas a base de muertes que había causado con mis propias manos.

Aunque Jade era mi perdición, estando a mi lado era un peligro, la deseaba, con locura. La amaba, con pasión, pero más que nada, quería que fuese feliz.

Alejarme de Jade me era imposible, no tenía intenciones de hacerlo, pero sabía que si no lo hacía, Alice arruinaría mi vida y Jade jamás me perdonaría.

Caminé a la puerta de salida y mire nuevamente. Shawn intento abrazar a Alice pero esta lo alejó.

—Tú y yo jamás hemos sido nada y jamás lo seremos.

—Alice...

—Solo... Solo vete Shawn. —Shawn la miro dolido y luego de ello salió junto a mí.

Cuando estuvimos en contacto con el exterior del hospital, suspire con pesadez. ¿Qué debía hacer?

—Debemos buscar la forma de arreglar esto.

— ¿Debemos? —Shawn me miro incrédulo —No Niall, ya no hay nada que hacer. Aquí acaba esta historia. —comenzó a caminar.

—Shawn.... ¡Shawn vuelve!

Él ya se había ido, todo se había ido al demonio y no encontraba solución.

¿Qué debía hacer?


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Jade © |njh| ➊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora