Jade © |njh| ➊

«39»

Maratón 1/2
Jade

—Bien, terminamos por hoy Jade. —Francisco, el fotógrafo del estudio bajo su cámara y yo sonreí.

Me coloque la bata y caminé al camerino.

—Lo hiciste increíble Jade —me sonrió Charlie desde la mesa en la que la estaban fotografiando junto a James.

—Magnífica como siempre hermosa —James me guiño el ojo y me sonroje.

Seguí mi camino hasta llegar a mi camerino y me encerré del barullo del estudio.

Me acerqué al espejo y vi que en la mesa había un gran ramo de rosas.

— Awww ¿Quién habrá sido? —Las tomé y sentí su exquisito perfume.

Mordí mi labio y busque alguna nota que me dijera quien las había dejado. Hallé una tarjeta a su lado y la tomé para leerla.

"Las rosas me recuerdan a ti Jade: Delicadas y de belleza incomparable. Espero que te gusten ❤️"

Busque el nombre de quien las había enviado pero no estaba en la tarjeta. Las deje nuevamente sobre la mesa y comencé a desmaquillarme.

Había sido un día largo, los estudios y el modelaje me consumían, sin contar que debía ir a rehabilitación aún. Mi consumo de alcohol aún seguía pero había disminuido notoriamente. Tan solo bebía un margarita o un par de cervezas al salir con mis amigos.

En cuanto a Alice, ella ayudaba a papá con las empresas en sus tiempos libres. Mi hermana se encontraba tranquila y nuestra relación era más fuerte que nunca.

Luego de estar lista salí del estudio rumbo a mi casa.

"Jade: Salí con Darcy a clases de danza. All the Love❤️ H."

"Jade: fui a atender la empresa con papa, no hagas travesuras. Alice."

Suspiré y deje ambas notas sobre la mesa, me quite los zapatos y amarre mi cabello. Encendí la radio y comencé a tararea la canción camino a la cocina.

Busque algo de comida y me serví jugo, oí un ruido y mire intrigada detrás de mí. No había nada. Dejé la jarra en la mesada y acerqué el vaso a mis labios. Otro ruido.

Dejé el vaso con cuidado y me acerque lentamente al bate, que escondía mi padre en caso de emergencia, detrás del refrigerador. Lo tomé y comencé a caminar hacia la sala.

—Maldición. —Oí un susurro de una voz masculina.

Me acerqué lentamente a la voz y pude ver que había alguien intentando cerrar la puerta principal.

Mi corazón se aceleró, era la primera vez que golpearía a un ladrón. Me apoye contra la pared y miré disimuladamente.

—Malditas llaves. —Estaba encapuchado y vestía de negro.

Me arme de valor y me acerque con cuidado. La madera crujió debajo de mis pies y el ladrón se dio la vuelta.

— ¡AHHH! —grité estirando el bate en su dirección.

— ¡JADE ESPERA! —abrí los ojos y mi cuerpo se tensó al ver quien había detenido el batazo que había intentado darle.

—Niall...—El bate cayó al suelo resonando contra el piso de madera. — ¡NIALL! —Me tire a sus brazos con fuerza y el me correspondió haciéndome girar por los aires.

— ¡Jade! —Habló en un hilo de voz, no podía evitarlo, ambos éramos un mar de emociones. Todo era tan extraño y confuso.

—No me lo creo, es que... ¿Cómo...? ¿Tú...? ¿Qué haces aquí? —Acaricie sus mejillas sintiendo el calor de su piel y limpiando las lágrimas que salían de sus ojos. No caía en la realidad, en verdad era el.

—Soy un fugitivo de la ley, yo... Me escape. —Habló mirándome a los ojos con culpabilidad. —Sé que merezco estar allí, lo sé pero... No puedo, en verdad no puedo pasar un minuto en un lugar donde no tengo la posibilidad de verte, de tocar tu piel, de decirte cuanto te amo. —Trague saliva sin saber que decir.

—Pero... Niall... Esto te traerá problemas y lo sabes, no puedes arriesgarte de esta manera, tú...

—Me arriesgaría a los peores peligros que existan con tal de estar a tu lado Jade y si debo morir por no querer separarme de ti, lo haré. Pero sé que valdrá la pena si mi último segundo de vida fue a tu lado. —Mire su rostro por unos segundos y no lo dude, aplaste mis labios con los suyos.

Sus manos apretaron mi cuerpo con fuerza, nuestros labios se devoraban mutuamente. La suavidad no era algo que nosotros conozcamos, pero no importara la intensidad con la que nos besábamos, lo único que importaba era lo que transmitíamos, amor.

Separó sus labios de los míos y comenzó a dejar pequeños besos por mi rostro, su nariz aspiraba mi perfume como si quisiera grabarme en su memoria.

—De verdad te extrañaba tanto... —Busque sus labios con desespero y quise volver a besar lo pero el no parecía tener intenciones. Su sonrisa débil pero sincera me transmitía todo. — te amo Jade, te amo con cada fibra de mi jodido cuerpo, estoy enfermo de amor por ti y si existe una cura no la quiero... Porque no podría sobrevivir si debo estar lejos de ti.

No dije nada, tan solo volví a besarlo, el no dudo en corresponderme, me cargo entre sus brazos y aferro mi cuerpo al suyo. Camino cargando me hasta sentarse en el sofá, mis besos comenzaban a cubrir cada parte de su rostro.

Instantáneamente reaccione separándome de su cuerpo, el me miro confundido, caminé hacia las cortinas y las cerré rápidamente.

—No quiero que te alejen —Hablé volviendo mi vista a él. Se levantó y camino hacia mí acariciando mi mejilla, sus manos ásperas y grandes me volvían adicta a sus caricias. —No puedo perderte, no me importa meterme en problemas con la ley, no dejaré que te separen de mí. —Mire sus ojos y él sonrió.

—No puedo decirte que no lo hagas, porque sé que no me escucharas y no cuento con la fuerza para alejarte. —me tomó de la nuca y volvió a besarme con fuerza. Lo tomé con fuerza de su remera y lo apegue a mi cuerpo.

—Hazme tuya...    

Deja tu voto y sigue leyendo ❤️