Jade © |njh| ➊

«30»

Jade

Alce la mirada y vi la puerta abrirse, Alice estaba entrando.

— ¿Cómo te sientes? —Se sentó a mi lado.

—Creo que tengo un poco de fiebre. Me duele mucho la cabeza y... —fingí toser —me duele la garganta —afine la voz.

—Mmm... Tal vez debas dormir un poco. —Acaricio mi mejilla —papa ira a las rebaja, me quedaré contigo cuidándote y le diré que no iré.

— ¡No! No... Yo... Estaré bien, dormiré mucho así que... Mejor ve, ¿sí? Tu sabes los gustos que tengo y si dejas ir a papa solo seguro me traerá ropa con mucho brillo.

—Igual que sus botas —rió y yo asentí con una leve sonrisa. —De acuerdo. —Beso mi frente —Descansa. —se levantó y luego de apagar la luz salió de la habitación.

Me quedé un rato allí hasta que oí el auto, espere unos minutos y luego de no oír ruido en la casa me levante quedando en mi ropa normal.

Si, iría a ver a Niall, iba con mis expectativas de oír su versión, iba sin ilusión de estar entre sus brazos, tan solo iba para que todo se aclare y que el destino sea el selector de nuestra relación.

Salí por la ventana y fui hasta la esquina, el auto se detuvo frente a mí y de la puerta bajo un extraño.

—Soy Bairon, el asistente de Niall, me pidió que llevara a Jade Tomlinson.

—Soy yo... —hablé con miedo, el asintió y abrió la puerta, yo entré nerviosa, creí que el iría a buscarme.

El auto era el mismo por lo tanto me dejaba un poco más tranquila pero tenía mis miedos. El hombre arranco y comenzamos a dirigirnos a destino.

Niall

—Tranquilo Niall, todo saldrá bien. Me alenté a mí mismo frente el espejo, terminé de acomodar mi corbata y me mire.

—Señor Horan, su chaqueta. —Se acercó Dina, mi asistenta y ayudante en mi plan de volver a conquistar a Jade.

Era increíble, una niña me tenía en sus pies, me tenía cautivado, me había enamorado...

Estaba muy nervioso, en verdad deseaba que todo saliera bien. Quería a Jade nuevamente, incluso había cancelado mi luna de miel con Jeraldine con tal de volver a ganar la confianza de Jade.

Quería que supiese lo que sentía por ella, quería tenerla en mis brazos, quería besarla, tocar su piel, hacerla sonreír, hacerla feliz.

—Ella está aquí señor. —Volvió a hablar Dina. Me terminé de acomodar el traje y di un gran suspiro.

Era el momento.

Salí de la casa y caminé a mi posición en el arco de flores, la vi a la distancia bajando del auto, Bairon la estaba guiando.

La música comenzó a sonar y ella me miró sorprendida. Las lágrimas se acumulaban en sus ojos, odiaba verla mal, si esto no la convencía, nada lo haría y yo la perdería.

Ella camino hacia mí y se detuvo al estar al frente. Me acerque y la ayude a subir el escalón quedando debajo del arco.

— ¿Por qué haces esto? —Habló con su voz quebrada.

—Porque esto es lo que en verdad anhelaba. —Tomó un corona de flores con un pequeño velo y se lo coloque —Tú eres a la que amo Jade. Tú me has cautivado de una manera que nadie jamás lo ha hecho.

—Pero tú...

—Si Jade, me case con una mujer a la que no amo, pero fue por la empresa, debíamos unir las empresas o ellos eran capaz de destruirnos. Mi madre es lo único que me ata a esa maldita empresa, no puedo fallarle y por eso lo hice. Pero no puedo mentirte a ti y sé que jamás podré amar a nadie, porque yo solo te amo a ti. —Tome sus manos — solo te pido que me creas, cancele mi maldita luna de miel con tal de estar contigo en este momento. Si en verdad no me importaras ¿Crees que estaría aquí? Te amo Jade y no quiero perderte. Solo te pido una oportunidad... No serás la otra, porque eres a la única que amo. —La miré a los ojos —Por favor... Déjate amar.

Su llanto no paraba, y las palabras no salían de sus labios. Su mirada no se despegaba de la mía. Me acerque lentamente y acaricie su mejilla limpiando sus lágrimas.

—Por favor Jade... —supliqué.

Ella dio un gran suspiro y no me dio tiempo a reaccionar, me tomó del cuello y me beso. Quedé sorprendido ante su acto, rápidamente abracé su cintura y le correspondí el beso.

Sentir sus labios nuevamente revivía todo mi ser. La extrañaba y ella lo era todo para mí, no podía perderla, se había vuelto mi aire, mi droga, mi todo. Y lo peor de todo es que me encantaba.

Se separó lentamente y me miro a los ojos, sonrió levemente al igual que yo. Era tan hermosa. Me separe y tomé el collar de la pequeña caja, la miré y me arrodille frente a ella.

—No es un anillo, pero creo que es mejor, este no se sale fácilmente. —le sonreí. —Jade Tomlinson, se mi esposa y completa este corazón tonto y enamorado.

Ella rio y asintió entre lágrimas de felicidad. Me acomodé y se lo coloqué, yo tenía puesto el mío. El collar era de oro y tenía un dije de diamante puro que, en su parte de atrás, tenía tallado nuestras iniciales.

—Te amo Jade. —La miré a los ojos.

—Yo también te amo Niall.

Me volvió a abrazar yla volví a besar, esa niña era mi perdición, mi hermosa y perfecta perdición.