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Maraton 2/3

Niall


No podía creer que Jade haya estado con un chico, la había visto besarse con un joven en una heladería. Le había perdonado su video, pero esto ya se estaba saliendo de control.

—Niall —Habló Shawn deteniéndome en la puerta de mi habitación—tenemos problemas.

— ¿Qué Sucede Shawn? Habla, no tengo todo el día, debo ver a Jade. —el trago saliva nervioso y me pidió que lo siguiese.

Ambos bajamos las escaleras, me guío al salón donde se encontraba mi madre junto a Los Kuture y allí estaba, Jeraldine Kuture, mi futura esposa.

—Hijo, mira quienes están aquí. —Sonreí sorprendido y me acerqué con lentitud.

—Jeraldine. —le sonreí, tomé su mano con delicadeza y deje un pequeño beso. —es un placer volver a verte.

—Niall —sonrió —el placer es todo mío. —me acerqué a su padre y este me abrazó.

—Niall Horan, el joven que llevará las compañías a lo más alto. —Me sonrió —es un placer volver a verte muchacho.

—Digo lo mismo, por favor sentémonos. —Todos nos acomodamos.

—Estamos muy ansioso por tu compromiso con Jeraldine, Niall. Éste matrimonio no solo unirá dos empresas, unirá dos grandes familias. —Habló Marisa, la madre de Jeraldine

—Lo sé, es increíble que ya estén aquí, en especial Jeraldine.

—La boda será en dos semanas, creímos que era buena idea que tú y ella tengan algún encuentro previo antes de la boda. —Habló su padre y asentí.

—La organización de la misma la debatiremos el viernes por la tarde en tú oficina si no te es molestia.

— ¡Para nada! —Hable con una sonrisa — quiero que todo salga perfecto, será una celebración importante en nuestras vidas.

—Ya lo creo —rió Jeraldine.

—Ha pasado tiempo desde que te vi Jeraldine, déjame decirte lo bella que estás.

—Eres un galán Niall, si siempre serás así durante el matrimonio seguramente lo pasaremos bien. —me sonrió.

Jeraldine era modelo, era muy hermosa y seguramente iba a ser una gran esposa, pero no se comparaba a la atracción sexual que sentía por Jade.

Jeraldine era calmada, tranquila, no parecía una mujer acorde a mis gustos. Además, nuestro matrimonio solo era por conveniencia, un arreglo, jamás la vería más que una amiga.

—Haremos que esto funcione —tome sus manos y sonreí — espero poder ser el esposo que deseas.

—Seguramente lo serás. —me sonrió.

—Dime, ¿De que trabajas?

—Dejé el modelaje y me centré en el diseño, tengo mi propia línea de lencería. Me encargo de los desfiles y que todo salga como yo quiero.

—Espero alguna vez poder verte con alguno de tus diseños. —ella rio y se sonrojo.

—Nunca cambies Niall. —mordí mi labio y sonreí.

Aquella tarde tuve tiempo para conocer a Jeraldine. No me entusiasmaba la boda, jamás estaba en mis planes casarme tan pronto, pero eso no me detendría a disfrutar de mi vida. Tenía una babygirl, una futura esposa y era millonario, mi matrimonio iría bien mientras Jade siguiese a mi lado.

(...)

Estaba en la entrada de club de golf cuando la vi acercarse a mí, llevaba una falda rosa a juego con un top ajustado y una gorra. Se veía increíble.

—Hola Daddy. —me saludo con una sonrisa. La tomé de la cintura y me acerque a su mejilla para darle un pequeño beso.

—Vamos babygirl, tenemos un juego pendiente. —tomé su mano y la llevé hasta el campo.

Comencé la partida golpeando la pelota y dejándola dentro del hoyo, ella me miró sorprendida, amaba su vista clavada en mí al jugar golf.

—Tu turno princesa. —ella tomó el palo y se posiciono

— ¿Así debo jugar? —pregunto moviendo su trasero de un lado al otro, podía ver como su falda me daba una hermosa vista de sus bragas por unos microsegundos.

—Deja que te ayude. —me acerqué a ella y la rodee con mis brazos.

Pegue mi cuerpo al suyo y ella se movió creando una pequeña fricción. Le encantaba sentir mi cuerpo junto al suyo, era una adicta, adicta a mí.

Golpeamos la pelota y esta entró, mordí mi labio y ella me miró, teníamos nuestros rostros muy cerca.
Comenzó a frotarse contra mí y podía sentir las corrientes en mi cuerpo ir directo a mi miembro.

— ¿Quieres a Daddy princesa? —Hablé en su oído, ella cerró sus ojos y gimió por lo bajo. — ¿Quieres que Daddy te haga suya aquí mismo? —lleve mis manos a su falda y me fui acercando a su centro.

—Dios... Si... Daddy... —gimió y movió su cuerpo buscando que mis manos la tocasen.

—Pues no lo mereces, por ser una zorra. —me aparte de ella y me miro sorprendida.

— ¿Qué demonios dijiste? —me miró mal.

— ¿Piensas que no te vi con ese idiota ayer Jade? —Me acomode para golpear la pelota —Te perdone el video. —Golpee la pelota y esta salió volando de la fuerza que había implementado. —pero no te permito que te veas con otros chicos.

— ¿Disculpa? —Me miró sorprendida — ¿Quién te crees que eres? —se cruzó de brazos y se acercó a mí, como no la estaba mirando, me arrebató el palo y me hizo mirarla.

—Soy quien esta pagándote todo Jade, te doy lujos, mantengo a tu familia, cumplo tus caprichos, al menos merezco algo de respeto.

—Pues me importa una mierda quien seas o que hagas. No puedes ordenarme nada idiota. Además, si hubieses visto bien, hubieses sabido que él es solo mi amigo y jamás nos besamos. —comenzó a apretar el palo y sabía que podría romperlo.

—Jade...

—JADE NADA ¡ERES UN IMBÉCIL NIALL! ¡TE CREES PODEROSO PERO SOLO ERES UN ESTÚPIDO IDIOTA!—golpeó el palo contra el suelo y este se rompió ya que era de madera, la miré con odio.

—Ese maldito palo de golf era un regalo de mi padre... —apreté mis puños y ella relajo su ceño fruncido.

—Yo... Lo siento yo... Niall... —tome los restos y no la mire.

—Lárgate.

—Niall...

— ¡QUE TE LARGUES! —le grité con odio.

— ¡BIEN! —Me miró con odio pero sus ojos estaban cristalizados — ¡PUDRETE! —Se fue de allí dejándome solo.

Suspiré con frustración.

Vaya mierda.

Jade © |njh| ➊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora