Capítulo 16

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Jade


—Esto esta delicioso —hablé deleitándome con la exquisita comida que Niall había llevado. Era una gran bandeja llena de distintas comidas frías, entre ellas sándwiches, fiambres, pequeños aperitivos de primera clase.

—Conozco al dueño de la empresa de esta comida y sé que es de gran calidad, por lo tanto decidí traer un poco de todo. —Habló y comió un trozo de su sándwich. — pero prefiero las comidas calientes. —Asentí y comí otro cubito de jamón.

—Mis padres solo compran estas cosas para las fiestas, son bastante caras y no podemos darnos el gusto siempre.

—Bueno, con el ascenso de tu padre podrán hacerlo más seguido. —me sonrió y asentí.

—De verdad agradezco lo que haces, incluso pienso que es mucho a cambio de... Simple sexo. —hablé un poco apenada.

—Tú no eres simple sexo Jade. —Tomó mi mentón y me hizo mirar a sus ojos — me gusta mucho pasar tiempo contigo, eres una joven increíble y adoro tu forma de ser. Me divierto mucho cuando estoy contigo. —mordí mi labio y sonreí.

—Yo también lo paso bien estando contigo Niall. —el acaricio mi mejilla.

—Ven al regazo de Daddy hermosa. —Me tomó de la mano y me guio a su regazo, abracé su cuello y sonreí. —Eres mi princesa y debes ser tratada como tal. —acomodó mi cabello.

—Eres un Daddy increíble, no entiendo cómo es que aún no estas casado. —reí y él sonrió.

—Mi trabajo me consume mucho tiempo y prefiero concentrarme en la empresa, claro que contigo para distraerme puedo disfrutar mucho más. —acarició mis piernas y sonreí.

—Me siento la chica más afortunada del mundo, no puedo creer que alguien tan increíble como tú me haya elegido a mí para ser su compañía. —Acaricie su mejilla y el beso mi mano.

—Eres mi joya Jade, eres mi preciosa joya, mi princesa. —mis mejillas comenzaban a tomar color, era demasiado tierno, no podía creer lo lindo que era conmigo.

No podía evitar pensar en lo equivocada que estaba Alice con el, Niall era increíble, no me hacía sentir una prostituta a pesar de que lo era, me hacía sentir en verdad una princesa, me hacía sentir querida y respetada. Era un hombre muy educado y tenía un hermoso corazón.

Me acerqué a sus labios tímida para darle un pequeño y suave beso el cual correspondió con gusto, sonreí y el volvió a besarme, no dudaba en corresponder aquellos pequeños besos que me daba. Su mano comenzó a acariciar mis piernas y los besos comenzaban a ser más largo y más hambrientos, deseosos por más.

Sus besos comenzaron a bajar por mi mandíbula hasta mi cuello, pequeños jadeo salían de mis labios, moría por qué no se detuviera.

—Daddy... —busqué sus labios y el me beso con fuerza, me sujetó con fuerza a su cuerpo y me cargo hasta la cama del yate.

Me recostó con delicadeza y se colocó sobre mí atacando mi cuello, mis manos fueron directas a su espalda y su cabello. Tenía un cabello tan suave y esponjoso, perfecto para acariciar mientras me deleitaba con sus besos.

Me sacó mi remera y dejó besos en mi torso hasta llegar al borde de mis shorts, los bajó con lentitud hasta dejarme en ropa interior.

Dejo pequeños besos por mis piernas hasta llegar a mi centro, paso su dedo sobre la tela y gemí de la excitación que tenía.

—Oh dios... —mordí mi labio y él sonrió, paso nuevamente sus dedos realizando caricias continuas que solo me desesperaban más.

—Adoro ver cómo te desesperas por Daddy. —con una de sus manos saco mi parte de arriba del bikini y subió sus labios a mis pechos sin dejar de acariciarme, no podía parar de gemir de todo el placer que sentía.

—Daddy... Por favor.... —El ignoro mis súplicas y siguiendo con sus caricias metió sus manos dentro de la tela del bikini.

Su mano comenzaba a apretar toda mi feminidad con fuerza causando un rose exquisito contra su palma. No quería correrme así, quería hacerlo con el adentro por lo que tome su mano y la saque.

Me miro sorprendido pero no le di tiempo a reaccionar, lo acosté a mi lado y me subí sobre él, comencé a besar su cuello con desespero, mis manos arrancaron con fuerza aquella camisa dejando su pecho al aire, podía sentir su erección chocar conmigo.

Acaricie todo su torso y llegue al borde de su pantalón, lo tome junto a sus boxers y lo baje de un tirón liberando aquello que tanto deseaba.

Me coloque entre sus piernas y tomé su miembro como si fuese un león con su presa entre sus patas. Comencé a masturbarlo lento y suave, su ojos estaban cerrados y dejaba salir pequeños jadeos de sus labios, lo metí en mi boca y comencé a lamer toda su longitud.

—Joder... Jade... —gimió tomando mi cabeza para que no me detuviese. Seguí con mi trabajo hasta que me separó abruptamente. —Recuéstate—obedecí y me recosté a su lado, el me saco la última prenda y se sacó su camisa. — ¿Serás una buena niña? —Habló tomando un condón de la caja que se encontraba sobre la cama a nuestro lado.

—Si Daddy... —separe mis piernas pero el rió y negó.

—No hermosa, tú serás quien tome el control hoy. —lo miré sorprendida, se tumbó a mi lado y me acomode sobre él, me senté sobre su miembro lentamente disfrutando de aquel placer que me daba el solo hecho de tenerlo dentro mío —Así bebe... Muy bien. —acaricio mi trasero y parte de mis piernas. —Muévete hermosa.

Asentí y comencé a moverme lento y en círculos, se sentía tan bien y el placer era increíble. Me sujete de su pecho y comencé a moverme de adelante hacia atrás cada vez aumentando mis movimientos.

— Te... ¿Te gusta Daddy?—El mordió su labio y gimió en respuesta.

—Oh dios Jade... No te detengas. —Tomó mis caderas con fuerza y comenzó a guiar mis movimientos, cada vez más continuos y más fuertes —Oh si bebe, así. —mordí mi labio y seguí con mis movimientos.

—Dios... Daddy... —gemí, con mi mano corrí mi cabello hacia un lado y seguí mis movimientos. Se sentía increíble, estaba tomando el control de la situación y al parecía en cantarle.

Cada vez nos acercábamos más y más al orgasmo, los gemidos eran continuos y cada vez más fuertes. Comencé a dar saltitos y el comenzó a nalguearme de vez en cuando para que no me detuviera.

—Daddy... Me... Me corro... —Advertí sin dejar de moverme.

—Vamos princesa, córrete para Daddy. —un par de movimientos más y llegue a mi liberación soltando un fuerte grito gutural. —Oh si Jade... Así... —mordí mi labio al ver como su cuerpo se tensaba, había llegado.

Me recosté rendida sobre su pecho y lo mire, estaba agotada, el me miro y beso mi frente sudorosa.

—Muy bien hecho preciosa, lo has hecho genial. —sonreí y busque sus labios para darle un pequeño beso, sus labios eran una adicción, mi adicción. —Podría hacerte mía una y otra vez... —Habló con una sonrisa — pero debes volver a casa.

—No quiero —me quejé —quiero estar aquí, contigo. Aún tenemos tiempo, mi padre no llega hasta las 17:00 hs.

—Eres muy traviesa Jade. —mordió su labio

—Tú me vuelves así. —le sonreí y volví a besarlo.

Me sentía en el cielo cada vez que unía mis labios con los suyos, como si todo al rededor se extinguiese. Era extraño pero se sentía tan bien. 


















❤️Los amo❤️

Jade © |njh| ➊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora