Capítulo 8

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Tan pronto como entró en mi departamento, voy a la ventana y miró hacia abajo

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Tan pronto como entró en mi departamento, voy a la ventana y miró hacia abajo. Sí, el hijo de puta está justo afuera de mi edificio.

Le había pedido a Leo, el conductor de Nathan que me dejara tres cuadras antes de mi verdadero departamento, porque no me importa lo que Nathan diga acerca de que no le interesa saber donde vivo, su comentario de despedida aún está dando vueltas en mi cabeza como un viejo disco rayado. Pero, aparentemente, Leo es más inteligente de lo que le he dado crédito, y ha visto a través de mi mentira.

¿A quién carajo le importa?

Nathan Holden debe tener miles de cosas mejores que hacer que jugar con un chico como yo. Él claramente disfruta de la diversión de la caza, eso es lo que había sido anoche, sólo una persecución. Y cuando él no pudo atraparme anoche a pesar de haber estado tan cerca de él, la diversión se esfumó. ¿No es así? Eso es lo que yo espero, pero hay una parte dentro de mí, una que no puedo reconocer por mi mismo, porque ni siquiera sabía que había estado ahí antes, esa parte está esperando que Nathan cumpla su amenaza. Nunca había visto esta parte de mí. No estoy seguro de que me guste esta parte. No, el lado salvaje de Christopher Lowell necesita volver justo donde estaba escondido antes de conocer a Nathan Holden. El Christopher que deja a otro hombre desnudarlo y azotarlo, no encajaría nunca en el prestigioso bufete de abogados de Lowell. ¿El Christopher que ha besado a otro hombre? Oh, mierda. Nunca podría encajar en el molde que sus padres y abuelos habían preparado para él.

Respiro sintiendo asco de mí mismo y la vida que me espera, miro alrededor de mi departamento. Es agradable, mucho mejor que el departamento de cualquier estudiante promedio, pero no es nada si lo comparo con el loft donde Nathan vive. Mierda, ahí está de nuevo él, acaparando cada uno de mis pensamientos. Mi mascota, Degas, está saltando como un lunático a mis pies, aparentemente, él está feliz de verme desde que lo deje solo toda la maldita noche. Gimo mientras lo llevó afuera y espero que olfateé mil manchas invisibles en el césped, árboles, en el aire, hasta que finalmente se decida a hacer su trabajo. Cuando termina, patea la hierba con sus patas traseras como si fuera un campeón hijo de puta y luego cruza la distancia entre nosotros y salta a mis brazos.

Una vez que estamos de nuevo en el departamento, miro alrededor nuevamente. Hay cientos de cosas que debería estar haciendo en este momento, algunas de ellas probablemente debería estar haciendo, pero ningunas de esas cosas me atraen realmente en este momento. A pesar de que aún es temprano, he perdido cualquier esperanza de volver a dormir, y sin duda no iré a la cama a ocupar mi cabeza con pensamientos de un hombre en el que ni siquiera debería estar pensando. La pintura es lo único que conozco como una forma de escape, y si alguna vez he necesitado escapar, es esta puta vez.

Pasaría horas haciendo lo que me gusta hacer y con cada golpe de mi pincel en el lienzo, borraría a Nathan Holden de todos los rincones de mi mente. Después de eso, voy a cazar a Harry, Jules y Zev, y absolutamente voy a patear sus traseros, por abandonarme como lo hicieron anoche. ¡Ellos rompieron nuestro maldito código de amistad! No importa lo borracho que alguno de nosotros estuviera, los demás estarían allí para evitar que cualquiera se fuera a casa con una chica desagradable de la cual nos arrepentiríamos tan pronto como estuviéramos sobrios. Y estoy bastante seguro que en alguna parte de nuestro código, aplica la misma regla para hombres atractivos que conocías en clubs de BDSM. No debieron dejarme solo con Nathan. No hay excusas.

QuarterbackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora