- No voy a ninguna jodida parte contigo, -me quejó. A la mierda si caigo en su trampa.
- Bien, entonces deja que te lleve mi conductor. -él camina en dirección a la puerta, antes de detenerse, gira y vuelve a mirarme. - Ah, y ¿Christopher? Te veré...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
— Bien, de acuerdo. Dime lo que paso otra vez. —exige Harry.
Sí, estoy haciendo esta charla sobre sentimientos y toda esa mierda con el ganador del trofeo Heisman. Con él hombre que se ha follado a casi todo el cuerpo estudiantil y que no se toma el amor en serio. ¿Tal vez podamos pintarnos las uñas y beber vino más tarde? Jodidamente patético.
Todavía no tengo ni puta idea de lo que ha pasado. Un minuto estábamos follandonos hasta fundirnos los sesos y al siguiente Nathan me dio una puta patada en el culo tirándome a la acera. Oh, solo antes de decirme que estaba enamorado de mí. ¿Quién demonios tira una puta granada como esa en el regazo de alguien y después simplemente se aleja para no estar dentro del rango de los daños colaterales?
— Ya no quiero hablar sobre eso, Harry. Dejémoslo caer, ¿de acuerdo? Se acabó. Lo jodí. Es hora de seguir adelante. —No hay forma de que pueda seguir adelante. Hay un gran agujero negro en mi pecho que absorbe toda mi felicidad ahora mismo. Ni siquiera la pintura me ha ayudado últimamente. Lo más triste de esta situación es que no puedo enojarme con Nathan. No sé qué fue lo que hice mal esa noche, pero estoy seguro que todo fue mi culpa.
— Claro que no. ¿Cómo demonios esperas que lo deje caer cuando te has estado arrastrando a través del campus como si alguien hubiese matado tu maldito cachorro? Ven aquí. —dice, envolviendo un brazo musculoso a través de mis hombros y colocando un beso en mi cabeza. Ni siquiera tengo la energía suficiente para pensar que alguien podría malinterpretar su muestra de afecto. En realidad, los que realmente conocen a Harrison saben que es un chico muy tocón. Algunas veces demasiado tocón. — Me preocupo por ti amigo, y no me gusta verte jodido. Parecías feliz últimamente. Así que empieza a hablar nuevamente y no omitas nada.
Pongo los ojos en blanco y me doy cuenta que es un hábito que he cogido últimamente.
— De acuerdo. Entonces nosotros hicimos el asado, como sugeriste. Pero al final decidí que no quería a otro tipo en mi boca o mi culo. Así que me llevo a su habitación y follamos. Incluso nosotros, uhg... no usamos ya sabes... —comienzo y mis mejillas se encienden rápidamente. Harry me mira con una chispa de reconocimiento ante mis palabras, pero sé que sin duda me va a hacer decirlo en voz alta. — Me follo sin condón. Y después de ello, él se sentía un poco culpable por hacerlo sin mi consentimiento. Hablamos, nos besamos. Después me dijo que me fuera y nunca más volviera a su vida. Fin de la historia.
Harry parece pensarlo por un segundo y después me mira.
— No es de extrañar que se sintiera culpable por haberte follado sin condón sin tu consentimiento. El BDSM se basa en confianza y él rompió la tuya al tomarte sin uno sin que lo supieras, pero dudo que eso lo orillara a echarte. ¿Te gusto que él te follara a pelo, no es así? —pregunta. Mis mejillas arden, más sin embargo asiento energéticamente. — Bien. ¿Le dijiste que no había problema que lo hubiera hecho? —asiento nuevamente. — De acuerdo. Entonces rebobina a la parte de "hablamos" ¿Qué fue precisamente de lo que hablaron? Necesito escuchar esa parte para darte una opinión. Derrámalo, quarterback.