Quarterback

Capítulo 3

Llevamos casi dos horas dentro el club.

Normalmente, yo estaría listo para irme a casa, ansioso por volver y relajarme con lo que me encanta, pero curiosamente mi entorno todavía se las arregla para mantener mi atención. El club no es en absoluto lo que yo esperaba, pero para ser totalmente honesto, no sabía suficiente acerca del BDSM para saber lo que me esperaría aquí. Creí que solo sería sexo y decoraciones raras, o un olor que solo podría ser relativo con los fluidos corporales. No podía estar más lejos de la realidad. Todo a mí alrededor apesta a gustos caros, desde las enormes lámparas de araña que ofrecen suave iluminación al lugar, hasta los sillones de cuero negro y rojo. Sillas adornadas que parecen tronos de una película de Disney, están esparcidos por las diferentes etapas, y todos ellos ocupados por hombres vestidos de cuero. Ellos subieron a escenarios, azotaron, golpearon, azotaron y follaron a otros hombres y mujeres. Sí, esos hombres.

En el tiempo que hemos estado aquí, he descubierto que Harry quiere ser uno de esos hombres. En mi opinión, sabía demasiado sobre el estilo de vida para ser considerado como un novato, pero él juro que solo había estado en un club a excepción de este, y que había sido en Atlanta. Al parecer lo tienen todo en Atlanta. Deberías ir ahí alguna vez. Vive un poco, Chris. Bla, bla, bla. ¿Acaso Harry no se da cuenta que yo no encajo en este tipo de vida?

Él ha tratado de explicarnos la relación Dom/Sumiso de la mejor manera posible. Él había oído hablar acerca de un montón de mierdas retorcidas que encontraba interesantes y quería probar. Quiero decir, este chico, Harry, uno de mis mejores amigos, quería probar esta mierda del BDSM más de lo que un chico virgen quiere probar su primer coño.

También nos habló del Subspace y lo que significaba para el Dom y el Sumiso. Había dicho mierda durante toda la noche, pero esto, ¿en serio? La gente no alcanzaba el "Subspace" solo por ser azotados en el culo. Eso era ridículo. En mi mente yo había decidido que era solo un juego de roles. Y estaba bien con eso.

Pero, ¿ahora? Estoy condenado y de eso estoy seguro. Mi estúpida erección había aparecido en el momento en que entramos al lugar débilmente iluminado y había visto a mi primer culo desnudo ser azotado. Me había llevado alrededor de tres minutos darme cuenta que también quería jugar un papel.

Mis ojos habían buscado desesperadamente a una chica en la habitación que fuese lo suficientemente estúpida como para permitirme desnudarla frente a la multitud y subirla a mi regazo, o a uno de esos muebles de sexo en el escenario y azotar su culo hasta que se volviera una bonita sombra de rojo.

— ¿Te alegras de haber venido? —Jules me susurra al oído mientras le da un empujón a mi hombro —. Creo que lo estas, amigo. Tus ojos están buscando...

Me reí.

— Deberías estar observando la acción en lugar de mirarme a mí, Jules. —bromeo. Es gracioso el hecho de que sorpresivamente Jules había resultado un poco tímido al club. Sus ojos se habían desplazado de una de las escenas, para mirar al suelo. Como si pudiese quedarse ciego solo por ver. Zev claramente había estado incómodo y habría salido corriendo de aquí durante los primeros cinco minutos si no fuese nuestro conductor designado. En cambio los ojos de Harry estaban tan atentos a las escenas que se llevaban a cabo que temía que el tipo hubiese olvidado como parpadear. Lo curioso era, que a comparación de nosotros tres, él estaba viendo la acción de un modo diferente. Él estaba aprendiendo. Podría apostar que el hijo de puta quería sacar un papel y tomar notas, pero sabía que lo haría parecer un tonto. Era sorprendente.