Nunca he sentido la furia en su forma más pura. Nunca he sentido como si quemara mi sangre y fuera consumida por lava ardiente que arrasara con todo a su paso. Han pasado dos días desde que nuestras fotos fueron lanzadas al mundo, derramando todo por lo que mi ex amante se había esforzado tanto por mantener en secreto.
Necesito acercarme a Christopher. Asegurarme de que él esté bien. Pero sé que cualquier movimiento por mi parte no será bienvenido. Estoy bastante seguro de que él piensa que soy el responsable de distribuir esas imágenes. Nuestra conversación juega en bucle desde que esas imágenes aparecieron por primera vez en mi club hace dos días.
— Hemos pasado un buen rato, Christopher. No te preocupes, eres hermoso. Habrá hombres haciendo fila para que puedas experimentar con ellos. Hombres que podrás mantener escondidos de tus amigos y familia. Pero ten en cuenta que no siempre vas a poder esconderte, Christopher. Crees que puedes. Pero no es así, te equivocas. La verdad siempre sale a la luz para destrozar tu vida.
— ¿Es eso una especie de amenaza?
— Nunca haría eso. No a ti.
Quería protegerlo y solo termine lastimándolo. Alguien destruyo su vida de la manera en la que más temía. Y sé, que él me culpa por esto. Las imágenes fueron esparcidas en la universidad y en mi club. Alguien está realmente empeñado en lastimarnos.
Me gustaría decir algo heroico o altruista como que me gustaría regresar al pasado y convencerme de no dejar pasar a Christopher y a sus amigos al club. Dejarlo vivir su vida como era y evitar que jamás se cruzara en mi camino. Pero soy egoísta y codicioso. Si los recuerdos son todo lo que tendré de este hermoso hombre, entonces voy a atesorarlos.
Lo quiero en mis brazos otra vez. Lo necesito en mis brazos nuevamente.
Leo entra en mi habitación frunciendo el ceño. En los últimos días desde que deje lo mío con Christopher ha estado monitoreándome constantemente, porque estoy seguro de que cree que soy patético por no levantarme de esta cama, pero simplemente no puedo obligarme a hacerlo. Mis sabanas y almohadas aun huelen a él. Y tengo miedo de levantarme una vez y que el olor haya desaparecido. Sin embargo Leo, no cree que deba quedarme en la cama con el corazón roto. Así que me ha estado empujando a la ducha regularmente y metiendo algo de comida en mi garganta a pesar de mis constantes protestas. Incluso el Dom dentro de mí está de luto por la pérdida de Christopher. Mi única compañía confiable en estos momentos es mi gata, quien ha pasado todo este tiempo a mi lado. Algunas veces me golpea el rostro con su espesa cola, como si quisiera hacerme recapacitar sobre lo patético que soy, y el hecho de que un corazón roto no debería afectarme tanto.
Leo ha estado más enojado que nunca antes desde que las fotos fueron distribuirlas en el club. Aun no puede explicar cómo alguien logro entrar con tantos folletos sin ser visto y esparcirlos por todas partes. Después de ello, comenzó una investigación para descartar que Christopher o alguno de sus amigos lo haya hecho y se encontró con el terrible hecho de que alguien había hecho lo mismo en la universidad ese mismo día por la mañana. Sé que Leo no lo ha dicho en voz alta, pero a él también le preocupa la repercusión negativa que esto pueda tener en Christopher.
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Quarterback
Romansa- No voy a ninguna jodida parte contigo, -me quejó. A la mierda si caigo en su trampa. - Bien, entonces deja que te lleve mi conductor. -él camina en dirección a la puerta, antes de detenerse, gira y vuelve a mirarme. - Ah, y ¿Christopher? Te veré...