- No voy a ninguna jodida parte contigo, -me quejó. A la mierda si caigo en su trampa.
- Bien, entonces deja que te lleve mi conductor. -él camina en dirección a la puerta, antes de detenerse, gira y vuelve a mirarme. - Ah, y ¿Christopher? Te veré...
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Es el aroma intoxicantemente sexy en las sábanas de la cama las que me dijeron exactamente donde estoy. De nuevo.
¿Cuál es mi maldito problema en terminar desnudo y en la cama de Nathan? ¿Por qué mierda estoy desnudo y en la cama de Nathan?
Oh, mierda, mierda, mierda. Los recuerdos se estrellan contra mí, derramándose como una cascada sin fin. Bebí. Mucho. Sí, jodidamente mucho. Entonces tuve la maldita idea de preguntarle a Harry por un jodido bar gay. Entonces... fui a un bar gay. Borracho hasta el culo. Solo. Oh, mierda.
¿Qué paso? No puedo recordar algo más después de esa cascada de recuerdos. Hay partes borrosas, que no podría descifrar. Recuerdo bailar. Y algunos chicos coquetear conmigo, pero no se sentía bien. No me sentía de la misma forma en la que reaccione con Nathan. Quería irme de ese lugar. Recuerdo que lo intente, pero de alguna manera entre el bar y la salida más cercana, termine en la pista de baile. ¿Después de eso? Nada. Absolutamente no recuerdo nada.
¿Nathan estaba en ese bar? ¿Nosotros jodimos? Y lo más importante aún, ¿Cuántas veces voy a despertar en su cama haciéndome las mismas preguntas?
Abro mis ojos y no sorprende encontrar a Nathan sentado en la orilla de la cama, completamente vestido y totalmente despierto. Hay una suave sonrisa en su rostro y un brillo travieso en sus ojos. Él tiene hermosos ojos chocolate, los ojos más lindos que he visto. Es absolutamente precioso. Mierda, debo dejar de hablar como una puta chica.
— Buenos días, Christopher. —dice. Su voz es tan sexy como la recuerdo. ¿Podría haber por lo menos una sola cosa en el que no me parezca atractiva? Oh, buen Dios, ayúdame. Solo necesito una cosa en la que concentrarme que no sea su pelo obscuro, y en lo mucho que mis dedos ansían sumergirse en sus hebras. El rastrojo de barba en sus mejillas debería ponerme en mi lugar, pero en realidad estoy aquí, preguntándome si se sentirá tan bien contra mi cara como la última vez... Cuando me beso el sábado por la mañana. Sus pómulos altos y labios llenos lo hacen parecer un jodido modelo. El resto de su cuerpo está cubierto por su traje, pero yo sé lo que hay debajo de el. Diablos, mi cuerpo recuerda cada detalle. Sabe de los músculos que hay debajo de toda esa tela. Sabe la cantidad de piel suave y decorada por algunos tatuajes que solo aumentan su peligrosa atracción. Mi cuerpo recuerda cada musculo duro golpeando contra mí cuando me sostuvo contra la pared mientras invadía mi boca. Joder debo dejar de pensar así sobre él, es terrible estar en su cama desnudo, sería aún más terrible estar en su cama desnudo y con una erección causada solo por mis recuerdos.
— ¿Por qué continuo terminando aquí? ¿En tu cama? ¿Sin ropa? —pregunto. Mi boca está seca, pero el sabor no es asqueroso, teniendo en cuenta lo mucho que bebí anoche. En realidad hay un sabor a menta en mi boca. Mierda. ¿Él cepillo mis dientes? ¿Qué más hizo conmigo mientras yo estaba completamente inconsciente?
— Porque es donde perteneces —responde con aire de suficiencia—. ¿Cómo te sientes? ¿Quieres vomitar otra vez?
Perfecto. Había vomitado delante de él. Había hecho un culo total de mí mismo frente a este precioso hombre. Es por eso que rara vez bebo más de una copa. Estoy enfermo inmediatamente después de tomar el primer sorbo. Por lo menos tenía la suerte de nunca despertar con resaca como mis amigos. Esperen, ¿Qué fue lo que él acaba de decir? ¿Qué pertenezco a su cama? Arrogante idiota.