Capítulo 2

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Sentado en mi oficina, escaneo las numerosas pantallas montadas en la pared frente a mi escritorio

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Sentado en mi oficina, escaneo las numerosas pantallas montadas en la pared frente a mi escritorio. Pero las que ocupan mi mayor atención son tres. Ellas muestran diferentes escenas que se están jugando en las diferentes áreas del club. Había entrevistado personalmente y había comprobado los antecedentes de cada uno de los Doms que se encontraban en las salas, pero todavía no confió en ellos. No, no puedo confiar en ellos en la primera semana, mierda incluso en el primer mes. La confianza es algo que tiene que ser probada y ganada, y ninguno de ellos ha estado aquí el tiempo suficiente para haber ganado mi confianza. La reputación del club se vería arruinada si tuviera a un Dom que no tiene ni idea de lo que está haciendo y lastimara a alguno de los sumisos.

El mundo del BDSM es privado y exclusivo. Debía de ser así, porque muchas personas querían explorarlo por diferentes razones o peor aún, practicarlo sin educarse primero, lo cual no es correcto ni seguro. Muchas personas simplemente asumen que se trata de algo desagradable o doloroso. Algunos fanáticos religiosos lo consideran pecaminoso, simplemente porque no encaja en su posición sexual estrictamente misionera. Por desgracia tengo un vasto conocimiento y experiencia con los fanáticos religiosos, pero afortunadamente, es un mundo que ha quedado atrás.

Es nuestra tercera semana abierta y es un tercer fin de semana muy concurrido como los anteriores. La escena de The Trouw es sorprendentemente grande y bien educada, lo que ha dado pie a que nuestro club fuese recomendado entre la comunidad BDSM. También permitimos el acceso a espectadores interesados en formar parte de la comunidad BDSM o personas que bien podrían solo disfrutar viendo a otros jugar. Estoy bien con eso siempre y cuando sepan y entiendan cuáles son sus papeles. Aunque no es malditamente fácil conseguir acceso al club como espectador, debes ser recomendado por un miembro confiable previamente.

El teléfono en mi escritorio comienza a zumbar. Tomándolo en mi mano, respondo de mal humor.

— Nathan.

Si me interrumpen, espero que sea por algo importante. Tal vez he estado cantando victoria antes de lo esperado.

— Jefe. Soy Blake en la entrada. Tengo una especie de situación, aquí. —apenas y puedo distinguir lo que el hombre dice por sobre el ruido de la multitud que está de pie fuera del club en espera de entrar, así que con el control remoto, cambio instantáneamente las pantallas de los monitores que ahora me muestran la entrada del club. Blake está ahí, mirando hacia la cámara porque sabe que estoy mirando.

— ¿Qué clase de situación, Blake? O tienen un pase privado para entrar en The Trouw o son bienvenidos para ser huéspedes en Hapser.

El sótano de mi edificio alberga dos clubs separados. The Trouw y Hapser. Uno es un club BDSM exclusivo para miembros y el otro es Hapser, solo un club con música, baile y un montón de alcohol.

A Blake se le ha instruido para permitir el acceso a algunos invitados al The Trouw si están acompañados por un miembro o tuviesen un numero de miembro con ellos. Todos los demás son rechazados en el instante que no cumplan con los requisitos. Son instrucciones claras y simples. Pero al parecer para Blake no lo son.

— Uh... tengo cuatro hombres del equipo de futbol, jefe. Me han pedido entrar a The Trouw por esta noche.

¿Y? ¿Qué mierda importa que jueguen para el equipo de futbol de la universidad local? Yo no soy fan del futbol, y para ser honesto, realmente no me importa como el resto de la ciudad maneje a los jugadores con guantes de seda. Ellos no tienen más derecho que los otros estudiantes que asisten a la misma universidad. En mi opinión solo son un montón de chicos mimados por el simple hecho de jugar bien con la pelota. Bueno, toda la ciudad puede inclinarse ante los jugadores, pero estoy seguro como el infierno de que yo no seré uno de ellos.

— ¿Por qué me estas molestando con esta mierda, Blake? —pregunto secamente. Blake es un buen tipo, no lo quiero despedir, pero está gritando que lo despida ahora mismo.

— Uhm, bueno jefe, yo realmente soy un gran fan... —Blake murmura, parece avergonzado y más que nervioso por molestarme con esta mierda. Él probablemente sabe que tendrá una represalia más adelante, por esta mierda. Diablos, no puedo despedir a Blake, realmente me agrada el tipo, pero definitivamente tendría una llamada de atención por esto.

— ¿Y eso debería significar algo para mí?

Estudio la cara de Blake mientras lucha por encontrar una respuesta apropiada. Decido dejar la línea en silencio por unos segundos incómodos, y permito que mis ojos vaguen. El hombre de pie junto a Blake, está sonriendo a la cámara como un idiota total, es definitivamente un jugador de futbol. Demonios, probablemente podría ser un Dom con el entrenamiento adecuado, pero no estoy de humor para adoptar un novato y enseñarle todos mis trucos. Otros dos chicos están coqueteando con unas chicas en la fila. Sin duda son atractivos, pero permitir que estos chicos entren al club sería como invitar a los problemas dentro. Puedo ver todo tipo de mierda convirtiéndose en más mierda.

Abro la boca para decirle a Blake que los eche fuera, cuando el cuarto tipo del grupo gira en dirección a la cámara.

Mi pene reacciona inmediatamente al hermoso hombre que parece que simplemente quiere desaparecer en el mar de personas que lo rodea. Podría describir la mirada en su rostro como aburrida, bien porque no estaba interesado en entrar al club o preferiría estar haciendo cualquier otra cosa. Él está magníficamente construido con músculos tonificados, que yo podría apostar toda mi riqueza a que cubren cada parte de su cuerpo. Sus pómulos altos y labios gruesos hacen parecer que su cara fuese demasiado bonita para pertenecer a un chico, pero de alguna manera logra ser hermoso y masculino al mismo tiempo. Su cabello es rubio, pero no el rubio chillón del cual acostumbran teñirse algunas mujeres, es un rubio cenizo que bien podría confundirse con castaño, su cabello tiene solo el largo suficiente para poder tomar un puñado agradable que me ayudaría a controlar sus movimientos, parece completamente fuera de lugar y más sexy que el infierno. Él también tiene los ojos más azules que he visto en mi vida y estaban enmarcados con gruesas pestañas. Él es sin duda el hombre más hermoso que he visto en mi vida... y he visto a muchos hombres hermosos.

Me gustaría decir que él es el ying de mi yang, pero no lo es. Aunque parece que quiere estar en otro lugar, en cualquier lugar que no fuese donde está ahora, todavía tiene un aura de arrogancia colgando sobre su cabeza, la cual estaba suplicándome que lo haga desear someterse a mí. Y yo amo los desafíos. Por supuestos los desafíos siempre son divertidos, pero sin duda a mí no me gusta un hombre que es incapaz de admitir que le gustan los hombres. Ni siquiera sé si ese hermoso hombre es gay, bisexual o heterosexual, pero sé que hay algo en el que está haciendo que mi sangre cante una de mis canciones favoritas; la canción de tomar y dominar. Aunque supongo que no estaría mal molestarlo un poco. Tratar de saber si está interesado. ¿Qué podría salir mal? Al final del día solo sería un o un no.

Es un error de proporciones épicas.

Lo sé.

Pero cuando quiero algo...

— Déjalos entrar Blake, dile a Danielle que los ponga en la mesa frente a la segunda etapa.

La única etapa donde trabajo.

Miro a la pantalla y veo que él parece absolutamente devastado de que se les permita el acceso. Mis dedos tienden a castigarlo. No sé si quiero castigarlo por entrar al club o por no estar aquí, conmigo.

QuarterbackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora