"Ser amado profundamente por alguien te da fuerza, mientras que amar profundamente a alguien te da valor"
Lo escuche o leí en alguna parte y no puedo recordar donde, pero sé que es verdadero.
He pensado en esto toda la noche. Y sé que debo comenzar a luchar para recuperar a Nathan, pero el hecho de que él no quiera saber más de mi me aterra. Me aterra poner todas mis fichas en la apuesta y perderla. Pero joder, Nathan vale la pena el arriesgarlo todo.
Respiro hondo e intento reunir el valor para llamar a la puerta. Es condenadamente difícil. Ninguno de nosotros entra voluntariamente a la oficina de nuestro entrenador. Todos los que hemos estado aquí alguna vez fue porque los estaban echando del equipo, ellos lo estaban dejando o estábamos en problemas serios.
Antes de pensarlo demasiado y acobardarme, golpeo la puerta y escucho lo que parece la palabra «entré» en un gruñido. Abro la puerta y entro. La cara del entrenador se relaja en cuanto me ve. No he sido nada más que un jugador de excelencia en estos últimos años. Nunca falte a los entrenamientos, trabaje duro en el campo, siempre he mantenido mi boca cerrada por más mierda que tirara en nuestra dirección e hice lo que se me dijo. He tenido buenas notas y me comporte como un caballero durante nuestras entrevistas antes y después de los juegos. Ah, y mi familia ha contribuido con cantidades vergonzosas de dinero para nuestro programa deportivo. Bueno, supongo que he estado ahorrando puntos a lo largo de los años para este momento.
— ¿Qué pasa, Chris? —me pregunta frunciendo el ceño cuando mira que me he quedado como estúpido de pie al lado de la puerta. — ¿Está todo bien, chico?
— Oh, sí. Quiero decir, no probablemente no. —balbuceo. Esto no tiene ningún sentido en absoluto. El entrenador se inclina hacia atrás en su silla y cruza las manos sobre su estómago.
— Habla conmigo, hijo. ¿Qué ha pasado? Ven aquí, siéntate.
Me acerco y hago lo que él dice, me siento en la silla frente a su escritorio. Yo puedo hacer esto. Dios, soy tan débil y patético. Soy un cobarde. Los cobardes no nos enfrentamos a nuestros demonios, nosotros corremos lejos de ellos. Vivimos una mentira y hacemos lo que nos dicen. Sacrificamos nuestra felicidad sobre el deber. Entonces, ¿Qué diablos estoy haciendo aquí?
— Creo que soy gay. —suelto. Joder, ahí está lo he dicho. Tomo un suspiro largo antes de levantar mi mirada hacia él. — En realidad, estoy bastante seguro que soy gay.
De acuerdo. Lo he dicho. Ahora debo esperar pacientemente a que el mundo explote.
— Bueno, debo decir que nunca lo vi venir. —al fin responde.
Oh, joder. Bueno, aquí viene la mierda. ¿Me ayudara si digo en mi defensa que yo tampoco lo vi venir nunca? ¿Debo recordarle cuánto dinero dona mi familia a este equipo y que sería un enorme error echarme de él? Oh, por Dios. Harry tiene razón, son un imbécil igual que ellos.
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Quarterback
Romance- No voy a ninguna jodida parte contigo, -me quejó. A la mierda si caigo en su trampa. - Bien, entonces deja que te lleve mi conductor. -él camina en dirección a la puerta, antes de detenerse, gira y vuelve a mirarme. - Ah, y ¿Christopher? Te veré...