—¡Me duele! —exclamó Aaron retorciendo el brazo, tratando se esquivar el algodón con el que Lynn lo curaba.
Lynn suspiró y agarró de nuevo el brazo de Aaron, dejándolo suspendido en el aire, completamente firme.
—Pareces un niño pequeño—Jean estalló en carcajadas.
—Prefiero parecerlo a serlo—repuso Aaron repasándolo de arriba abajo con la mirada.
—Di lo que quieras, yo creceré, pero tú seguirás siendo un crío.
Jean le sacó la lengua y se fue hacia su habitación dando largas zancadas.
—Algún día se la cobraré…—musitó el ojiazul resoplando.
Alcé una ceja.
—Es tu hermano, el pequeño, no le harás nada—dije tranquilamente estirándome en la silla.
Aaron rodó los ojos.
—¿Te crees que no lo sé? ¡Por eso detesto que seáis mis hermanos! Jamás podré hacer algo en vuestra contra.
—Nos quieres y lo sabes—canturreé dando palmas.
Aaron alzó ambas cejas, asqueado.
—Cállate de una vez—me espetó cansado, agitando los brazos.
—¡Estate quieto de una vez Aaron! —gritó Lynn realmente molesta, pegándole una colleja.
—¡Oye! ¡Párate tú no te digo! —Replicó el ojiazul—Ya vale, puedes dejar esa cosa de una vez, no moriré si no me limpias dos cortes de nada…
—Pues, que sepas, que como se te infecte, no le libras de ir al médico, y tener que soportar calladito todo lo que te echen, haga daño o no—una media sonrisa burlona surcó mi rostro.
No sé que es más placentero, si picar a Jean, Aiden, Lynn o a Aaron, es mi hermano mayor, mi mejor amigo entre todos mis amigos, aún así, fastidiarlo un poco, me gusta.
—Mira niñito malcriado, me da igual si prefieres ir al médico o dejarte así las heridas, pero estás bajo mi responsabilidad, y si a mí me da la santa gana de tirarte un bote de alcohol por todo el cuerpo para curarte lo haré, ¿entendido? —la rubia empequeñeció los ojos y apretó los labios, bastante más fuera de sus casillas de lo que debería.
—Vale, vale… tranquila… baja una marcha si eso ¿eh? —Aaron tendió su brazo de nuevo y Lynn sonrió.
—Así me gusta, que seas un buen chico obediente—le guiñó un ojo tranquilamente y prosiguió con su trabajo.
Miré la acción, un rato, completamente aburrido.
¿Qué podría hacer? En este lugar no hay nada interesante, ni siquiera la televisión me divierte.
¡Estamos en verano!
Necesito diversión, ir a la piscina con amigos de Lynn, conocer gente, pasear o algo así, ya me da igual, con tal de que este aburrimiento se me quite de encima…
Me levanté de la silla como si nada y me encaminé hacia la cocina.
Sonreí al ver a Jean, en plan cocinero, con cinco tipos de embutido distintos abiertos sobre el mesado, unas siete rebanadas de pan tiradas a lo loco, mermelada de fresa, chocolate y miles de millones de pequeñas migas por toda la losa de granito.
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Hermana Mayor
Fiksi RemajaLa tranquila pero alocada vida independizada de Lynette se ve perturbada, cuándo sus hermanos pequeños van a pasar el verano con ella. Sus padres, fieles religiosos, le piden con devoción que mantenga a raya las alborotadas hormonas de los chic...