Estaba a unos pasos de llegar a casa cuando comencé a escuchar el ruido que salía de esta, ya sabía lo que me esperaba adentro, mi padre había traído a sus ''amigos'' a casa, de solo recordar que ellos también me tocaban en ciertas ocasiones, hizo que un nudo se formara en mi garganta además de la presión que sentía en el pecho, ellos ya me habían dejado varias marcas, tome una gran bocanada de aire y abrí la puerta, los otros tres hombres que en ciertas ocasiones mi padre llevaba a casa estaban sentados en la sala, en cuanto puse un pie en la puerta sentí como todos volteaban a verme, pase saliva y cerre la puerta detrás de mí, escuche como alguien se levantaba del sillón, mi cuerpo se tensó de inmediato, gire un poco mi cabeza para ver a mi padre caminar hacia mí, contuve la respiración, sabia que tenia que quedarme quieta, podría irme peor si no lo hacia, levanto su mano y la bajo un segundo después con fuerza haciendo impacto en mi mejilla derecha.- ¿dónde mierda estabas? - escuche su voz pausada y gangosa, estaba borracho, y por el olor de sus ojos, también se había drogado
Me lo dijo a la cara, gotas de su saliva habían caído en mis mejillas, tenía puesta mi mano en donde la suya había dado el golpe, podía escuchar las risas de los hombres que estaban sentados a unos metros de nosotros.
-lo siento...apenas salí de la escuela vine hacia aquí
Mis ojos comenzaron a nublarse, pero no levante la mirada, si lo hacía y el miraba el golpe de Aimé, se enojaría por no haberlo provocado el.
-y tú crees que eso me importa, y una mierda, sabias la hora en la que tienes que estar aquí, y no lo cumpliste, te mereces un castigo - me asuste ante los recuerdos que solo esa frase trajo de regreso a mi memoria
Mi cuerpo comenzó a temblar y mis manos a sudar, ya conocía sus castigos había vivido con ellos por años, y no eran nada buenos, dejarme sin comida por dos días era el menor de ellos, lo peor que me ha hecho es dejarme casi en la inconsciencia, debido a sus golpes.
Me tomo del cabello y comenzó a jalarme hacia las escaleras, mi cabeza comenzó a punzar, sentía como mi cabello se desprendía de mi piel, mis pies se enredaban por los nervios y el miedo que sentía, y me hacían tropezar haciendo que mi padre se enojara y jalara aún más mi cabello, mis manos intentaban parar los golpes que me lanzaba con su otra mano, pero no podía hacer nada, además las risas y comentarios de los hombre sentados en la sala, me perturbaban, mis pies comenzaron a subir las escaleras, pero mi padre era más rápido y pesado que yo, me llevaba como si fuera una simple muñeca de trapo, como si yo no fuera nada, así que seguía tropezando haciendo que mi cuerpo se golpeara de forma dura en los escalones.
Llegamos al segundo piso, el gritándome y jalándome, y yo con más dolor que antes, y sin aire en mis pulmones, seguía jalándome por el pasillo hacia mi habitación, abrió la puerta haciendo que esta rebotara en la pared, me tiro de un jalón al piso, haciendo que lastimara aún más mis manos y rodillas, se acercó amenazante a mi levanto su mano hecha puño y me dio un golpe en la cabeza, mi cabeza dio hacia atrás y reboto en el suelo, mi vista se hizo borrosa y comencé a marearme, eso no era nada bueno, ya me había dejado así antes, la diferencia es que sentía como la sangre salía de la herida que el golpe me había hecho, era caliente y espesa.
-nunca más -me hablo mientras me apuntaba con su dedo y se acercaba más a mi- me vuelvas a responder enfrente de mis amigos, ¿entendiste? - me quede callada y un segundo después llego la patada a mi estomago- ¡¿entendiste?¡ - asentí con la cabeza, no podía hablar el golpe me había sacado todo el aire que había en mis pulmones - te quedaras aquí encerrada sin comida ni nada más, tal vez...así aprendas algo - me miro con odio, me escupió en la cara y salió de mi habitación
Escuche como cerraba la puerta y le ponía llave por fuera, las lágrimas comenzaron a salir en cuanto la puerta estuvo cerrada y escuche sus pasos alejarse, intente ponerme de pie pero mis piernas me fallaron así que volví a caer al piso, como pude me arrastre hacia la cama y me acosté en ella, no me preocupaba manchar todo con sangre, no limpiaría mis heridas, no vería que tan graves eran los golpes que me había dado esta vez, solo cerré mis ojos intentando que todo el dolor y la oscuridad que me rodearan se fueran, solo quería un poco de ayuda para poder salir de todo este infierno en el que vivía, un par de minutos después sentí como comenzaba a quedarme dormida, y no luche, solo me deje llevar por la inconsciencia.
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A través De La Oscuridad
Novela JuvenilLa vida puede ser dura y eso, Alice lo sabia, con una madre fallecida hacia años, un padre borracho y maltratador y, además, una vida escolar difícil, Alice lo sabia mas que bien, había intentado cambiar su vida, pero a veces eso es algo que no logr...