Punto de vista de Blake.
Era de madrugada y yo aún no había podido dormir, mire hacia mis lados y pude ver a mi familia durmiendo en las incómodas sillas de la sala de espera, Sara estaba recostada en una silla, su cabeza reposando en las piernas de Alan, este mismo tenía un brazo sobre los hombros de Sara, su cabeza recargada en la pared, Noa y Xavier en una situación parecida a la de Sara y Alan, la cabeza de Noa recargada en el hombro derecho de Xavier, y Noa con su cabeza recargada sobre la de él, y mi mamá y mi papá estaban ambos abrazados entre sí, lo que daría por estar de ese modo con Alice, un bostezo se escapó de mis labios y mis ojos soltaron un par de lágrimas producto de ello.
Pase mis manos por mi cabello y por mi rostro, en un intento por alejar el sueño que comenzaba a ganarme, no quería quedarme dormido sentía que si eso pasaba lo que me despertaría serían malas noticias, escuche como alguien entraba a la sala de espera, levante mi mirada y pude ver al doctor Grossi mirando hacia donde yo estaba sentado, el camino hacia mí y de forma floja y lenta se sentó en la silla que estaba vacía a mi lado, ambos permanecimos en silencio por un momento, pero él se aseguró de romper ese silencio.
- ¿cómo te sientes? - lo mire - sé que es una pregunta un tanto estúpida, pero eso no quita el hecho de que necesitas dormir - lo mire otro par de segundos, rascando me por detrás del cuello.
-no puedo dormir, no sabiendo como ella se encuentra - el revisó algo en su carpeta - ¿cuándo podré verla? - ya no sabía el numero de veces que había echo es pregunta.
Tomo una larga bocanada de aire y después la soltó, se pasó la mano por su desarreglada barba.
-en donde Alice se encuentra es muy difícil de conseguir que puedas verla - Mi corazón se estrujó al escucharlo - pero... - una leve pisca de esperanza se disparó en mi pecho - podría hacer que la vieras solo por un par de minutos...
-es suficiente - lo interrumpí - es más que suficiente, yo... Solo quiero verla
-de acuerdo - se levantó del asiento, lo seguí con la mirada - solo espera aquí, veré que puedo hacer - y sin dejarme decir nada más salió de la sala de espera.
Me quede sentado, pasaron un par de horas, el sol estaba a una hora de comenzar a salir, y por cada segundo que pasaba las esperanzas de poder ver a Alice se desvanecían poco a poco.
Las puertas se abrieron y esperanzado me puse de pie, esperando que fuera el doctor Grossi, pero quien entró fue una enfermera, un suspiro salió de mis labios al ver que no era quien yo esperaba, estaba a punto de sentarme de nuevo cuando la enfermera dijo mi nombre, me detuve y la mire.
-sígueme por favor - la seguí a través de las puertas y por unos cuantos pasillos del hospital, estuvimos caminando por un par de minutos hasta que nos detuvimos en un cuarto donde había tres lavabos en un lado del cuarto y en frente de estos, en la otra pared, se encontraban diferentes empaques, bien sellados y resguardados tras unas puertas de vidrio.
-necesito que te limpies muy bien las manos - mire de nuevo a la doctora, al tiempo que se acercó a los lavabos - debes lavarte las manos hasta los codos, y después - camino a las puertas de vidrio, donde estaban los paquetes - tienes que ponerte una bata y un par de guantes - saco los paquetes y los dejo en una de las mesas que hay se encontraban - y una vez que estés listo sal por esas puertas - apunto a unas puertas dobles que ni siquiera había visto - el cuarto de Alice es la tercera puerta, el doctor Grossi vendrá a decirte cuando debes salir, intenta no hacer ruido, los demás pacientes están dormidos.
- ¿ella está dormida? - pregunte con un atisbo de esperanza de que la respuesta fuera negativa.
-lo más probable es que si - no pude evitar la mueca de decepción que apareció en mi rostro - ella esta algo sedada, así que lo más seguro es que siga dormida - y sin decir nada más, salió por la puerta, me quedé un par de segundos mirando la puerta por un par de segundos, y un momento después comencé a limpiarme, justo como lo había dicho la enfermera, estaba tan nerviosos que lave mis manos dos veces, cuando estuve lo suficientemente seguro que estaban bien limpias me coloque la bata, los guantes, y cruce esa puerta.
Camine despacio y cuando estuve frente a la tercera puerta, tome el pomo y entre, solo había dos luces encendidas en el cuarto, una estaba por encima de la cama y la otra era la que estaba encendida donde yo suponía estaba el baño, cerré la puerta detrás de mí y camine despacio a la cama donde podia ver el pequeño cuerpo de Alice.
Podía ver su pequeño cuerpo cubierto por las cobijas, podía ver como su pecho subía y bajaba de forma tranquila y en calma, cuando estuve parado a un lado de su cama me quede viéndola por un par de minutos, se veía tranquila y en paz, acerque el pequeño sillón que se encontraba puesto a un lado de su cama, lo deje justo a su lado y me senté en él, me incline en la cama y tome su mano, era pequeña en comparación a la mía, y estaba fría.
Era duro verla de esta manera, totalmente frágil y desprotegida, así es como ella lucía, al menos a mis ojos, me partía el corazón el ver que no la había podido proteger, que la lastimaron de esa manera a metros de mí, me enfurecía saber quién pudo haber sido y sin embargo no poder ir y hacerle pagar el daño que le había hecho, acerque su mano a mis labios y la bese repetidas veces, solo quería que despertará, quería ver sus bellos ojos de nuevo.
Su rostro estaba lleno de golpes y cortes, estaba cien por ciento seguro de que su cuerpo podría estar de la misma manera, estuve un par de minutos en silencio, solo mirándola, contemplando sus largas pestañas que tanto me gustaban, escuche como la puerta se abría y sin soltar la mano de Alice mire quien había entrado.
- ¿hace cuánto estas aquí? - mire como el doctor Grossi se acercó a la cama y comenzaba a revisar los aparatos que estaban conectados a Alice.
-llevó un par de minutos - ambos hablábamos en voz baja - gracias por dejarme verla.
-no es nada - termino de revisarla y presto toda su atención a mi - solo que no se sepa, ¿de acuerdo? - asentí a su pregunta, se quedo en silencio un tiempo, solo la miraba a ella - tiene cicatrices que llevan demasiados años en ella - comenzó a hablar, captando toda mi atención, pero él no aparto su mirada de ella - pude notar por ellas que su vida no ha sido sencilla, ¿por qué tanto debió haber pasado en su vida? - mire a Alice - es tu deber ayudarla a que supere ese episodio de su vida - mire hacia él, ahora me miraba a mí - por el modo en que llegaste con ella, el miedo que pude ver en ti, supe que ella es muy importante para ti.
-la amo - las palabras salieron sin poder detenerlas, y es que era verdad, ella se daba a querer de una forma tan sencilla y tan pura, que no costaba quererla, la amaba y ya no había nada que me impidiera decirlo.
-créeme - me dio una pequeña sonrisa - lo note, y es algo bueno.
La mire de nuevo a ella, sabía que nunca la dejaría ir, que estaría con ella por el tiempo que ella misma me lo permitiera, y aún si en un futuro ella me pidiera que me alejara seguiría cuidándola como pudiera, la amaba y no pensaba separarme de ella, no la dejaría vivir sola nunca más, siempre me tendría a mí, no me importaba lo que viniera después.
Y aun así podía sentir que lo que le había pasado a ella la alejaría de mí, que lo poco que habíamos logrado avanzar se había ido a la mismísima mierda, sabía que tal vez no sólo la habían golpeado, algo dentro de mí me decía que habían intentado hacerle algo más, algo mil veces peor, y aún no sabía que tan lejos se encontraba Alice de mí.
ESTÁS LEYENDO
A través De La Oscuridad
Novela JuvenilLa vida puede ser dura y eso, Alice lo sabia, con una madre fallecida hacia años, un padre borracho y maltratador y, además, una vida escolar difícil, Alice lo sabia mas que bien, había intentado cambiar su vida, pero a veces eso es algo que no logr...