Parte 10

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Daniel miraba emocionado como Leonardo servía el vino en dos copas limpias, sería la primera vez que tomaría algo "fuerte" sin ser vísperas de Navidad o Año Nuevo y lo más emocionante lo haría sin la supervisión de ningún adulto y claro, con su novio. Era algo emociónate para él, así como cuando esperas regalos para tu cumpleaños. Daniel nunca había pasado de media copa de vino, ahora tenían la mitad de una botella... se sentía como romper las reglas, ¡eso es emociónate! O al menos lo es ahora.

- ¿No es la primera vez que tomas?

- Claro que no, ya lo he hecho antes -dijo el rubio lleno de confianza y sosteniendo la copa con la mano derecha.

- Bueno, si tú lo dices... solo no lo tomes muy rápido -respondió el azabache sosteniendo también su copa.

- Está bien, ¡Salud!

- Salud.

Los dos chocaron sus copas con cuidado y empezaron a tomar esa bebida con peculiar pero agradable sabor para ellos.

- Mmm... sabe rico y también huele muy bien -dijo el pequeño rubio sonriendo.

- ¿De dónde crees que lo hayan sacado esos dos?

- Ni idea, no creo que Kelver lo haya sacado de donde los guarda mi padre, si no lo castigaría para siempre -finalizó riendo el rubio.

- Entonces lo compraron afuera... ¿por qué siempre los mayores tomarán este tipo de cosas? -se preguntó el pelinegro en voz alta.

- Ja, no lo sé -el rubio se había acabado su primera copa.

- Daniel... ¡Hey! Te dije que lo tomaras con calma, mira ya terminaste.

- Relájate Leo... solo es por esta vez.

Daniel estaba algo rojo, Leonardo se sorprendió que con solo una copa el rubio ya estuviera enrojeciendo sus mejillas. Daniel se recostó en el sofá y acomodo su cabeza sobre las piernas de Leonardo. Ambos se miraron a los ojos, el azabache no se resistió y acarició con su mano libre los cabellos de Daniel. Estuvieron así en silencio unos minutos más, luego Daniel volvió a sentarse y tomó la botella para servirse otra copa. "Bordo si sigues así vas a terminar mareado muy pronto" -le bromeó el pelinegro. Daniel tomó un sorbo de vino, se acercó a su novio y lo besó. Un beso que Leonardo no se esperaba... ¡Daniel estaba tomando la iniciativa! Era algo nuevo, pero de cierto modo también lo calentaba...

- Daniel... -dijo un sonrojado azabache, luego de separase del beso.

- Mmm... Leonardo... ¿quieres que practiquemos eso de... besarnos usando la lengua?

Era un momento para no desperdiciarlo, ¡Daniel quería practicar esos besos al fin! El azabache tomó de un sorbo lo que le quedaba en su copa de vino y la dejo en la masa central "Claro que quiero, hay que practicar" -dijo Leonardo tomando de los hombros a Daniel con ambas manos. Los dos se volvieron a acercar y juntaron sus labios, primero Leonardo lamió los labios de Daniel y este último abrió un poco la boca para dejar salir su lengua, las lenguas de ambos se encontraron por primera vez y fue una sensación mágica para los dos ¿Quién diría que se sentía tan bien? Aunque ya habían tratado de hacerlo antes de salir al cine cuando estaban en la habitación de Daniel, el rubio no se atrevió a usar su lengua, solo besaba con sus labios y dejaba que Leonardo los lamiera de vez en cuando.

Ahora era completamente diferente... la lengua de Leonardo por primera vez podía explorar la calidez de la boquita del rubio y sentir la suavidad de su lengua... era tan rico... lamentablemente ese beso fue interrumpido por la falta de oxígeno así que tuvieron que separase prácticamente por obligación.

El Chico de la bici [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora