Parte 7

48 2 0
                                    

- ¿Marvin, q-que haces aquí? -preguntó un extrañado azabache menor.

- Ya era hora de que llegaras ¿no? -dijo el pelinegro mayor sentado al lado de Kelver, ambos tenían una sonrisa... ¿cómplice?

- ¿Y cómo rayos sabes eso? ósea... responde mi pregunta ¿Qué haces aquí? -Leonardo frunció un poco el ceño, su hermano siempre cambiándole el tema...

- ¿Leonardo, quien es él... se parase mucho a ti? -intervCarla un curioso rubio menor.

- ¿No es obvio? Me llamo Marvin Grajeda, soy el hermano mayor del antipático al lado tuyo. Tú debes ser Daniel ¿cierto? -dijo el azabache mayor y Daniel asintió ante su pregunta.

- Yo diría que eres mi odioso hermano mayor... ¡Ya contesta! -A Leonardo se le agotaba la paciencia.

- Está bien, está bien... vine a buscarte, mamá dijo que te recogiera para salir a cenar afuera.

- ¿Y desde cuando estás aquí? Los dos parecen muy cómodos... -dijo mirando alternadamente a los dos mayores.

- Marvin llego hace una hora, le dije que podía esperarte aquí... y bueno, empezamos a hablar, se nos pasó la hora -dijo el rubio mayor rascando su cabeza.

- ¡¿Una hora?! Tal vez no debimos demorarnos... -dijo algo apenado el rubio menor.

- No digas eso, valió la pena -dijo Leonardo en voz baja, pero aun así los dos mayores lo oyeron.

- Aja... ¿tan peques y tan rápido avanzan? -Marvin les dio una sonrisa algo lasciva, Daniel se sonrojó al instante.

- ¡Ya cállate!... Marvin mejor vámonos, mamá debe de estar furiosa...

- Muy tarde, antipático... ya la llamé y le dije que los dos iríamos por hamburguesas y que no nos espere.

Los cuatro estuvieron hablando por media hora más, aunque a los hermanos Samudio les llamaba la atención como se molestaban con tanta insistencia los dos pelinegros, cuando ya fue hora de que los azabaches se fueran Marvin mandó a los dos menores al patio, quería un momento a solas de mayores. Los dos menores salieron a empujones de la casa y les cerraron la puerta. Los dos chismo... digo, curiosos nada contentos con esto pegaron sus oídos a la puerta... apenas se podía escuchar algo, pero al menos podían entender lo que decían.

- Entonces está bien si salimos otro día ¿verdad?

- Ehh... Sí Marvin, pero recuerda que te va a costar mucho.

- Jaja eso ya lo veremos... no te me vas a escapar...

- No te quieras hacer el chico malo conmigo... ese es mi papel.

- Veremos, Kel...

A los segundos Kelver abrió la puerta de la casa, encontrando a los dos menores fisgoneando.

- ¿Para qué preguntar? -dijo el rubio mayor con una gran gota de sudor en la cabeza.

_____

Los dos rubios se quedaron solos en casa, Daniel preguntó curioso a Kelver muchas cosas, que el mayor no le quiso responder. En cambio, el mayor si le preguntó quiso hacer un interrogatorio a Daniel, muchas de sus preguntas lo hacían sonrojar, Daniel solo se limitó a decirle al final del esquivado interrogatorio un... "Ehh... nos besamos... muchas veces"

Por otro lado, caminando por las calles estaban los dos pelinegros.

- ¿Por qué tenías que venir a buscarme? Ahora ya estas con la idea de ligar... Marvin eres un inmaduro de primera.

El Chico de la bici [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora