Parte 11

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Los rayos de sol que entraban por la ventana empezaban a incomodar al sueño del pelinegro, este se frotó los ojos y finalmente despertó... "maldición ¿Qué hora es?... ¿ya es de mañana?" -dijo susurrando para él mismo. Al instante se dio cuenta que tanto él como su rubio que dormía plácidamente a su lado estaban cubiertos por una manta. "¿Mmm? Pero... no recuerdo que nos cubriéramos con una manta" -pensó el pelinegro y luego puso sus ojos sobre Daniel, lo que estuvieron haciendo ayer fue algo genial, quería repetirlo.

- Vaya, ya despertaste... ¿Cómo pasaron la noche? -Marvin había entrado al living con su camisa abierta, parecía que había tomado una ducha.

- Hermano... ¿dormimos aquí o qué?

- Jaja claro que lo hicimos, Kel y yo bajamos como a las diez de la noche y los encontramos durmiendo ahí.

- ¿Y ahora que le diremos a mamá? sé que papá está de viaje pero ella igual se...

- No te preocupes, ayer llamé a mamá diciéndole que estábamos en una fiesta y que nos quedaríamos a dormir -dijo el mayor sonriente, parecía sentirse muy confiado.

- Uff... bueno, al fin haces algo bien.

- Jaja sí claro... lo dice el niño que se bebió una botella de vino con su "amiguito" ... y solitos para colmo.

- ... Ehh... yo no fui quien la compro para empezar -dijo el azabache menor para defenderse.

- Sí, la compramos Kel y yo... ¡y no nos dejaron nada! -dijo Marvin fingiendo molestia.

El menor de los hermanos no pudo responderle porque su estómago hiso un ruido que lo dejo algo sonrojado... era verdad, ni Daniel ni él habían cenado la noche anterior, solo se quedaron dormidos ahí, ahora el azabache estaba con un hambre...

- Jajaja hermano... veo que estas hambriento.

- C-Cállate Marvin, vas a despertar a Dani...

En ese momento entró Kelver desde la cocina con una bandeja de pan tostado con mermelada, cereales y un envase de judo de naranja.

- Buenos días Leonardo, creo que mi hermanito y tú no se aburrieron anoche ¿verdad? -dijo el hermano mayor de Dani poniendo todo sobre la mesa del comedor.

- Ehh... B-Buenos días Kelver... -respondió sin saber que más decir.

- Ya vamos a desayunar, ve despertando a Daniel.

Kelver y Marvin entraron a la cocina, seguro traerían las tazas y los platos que faltaban. Mientras Leonardo se estiró un poco, se puso su camiseta que estaba doblada a un lado y luego movió a Daniel de los hombros fuertemente para que despertara de una vez. Daniel abrió los ojos con desgano, él quería seguir durmiendo.

- Leo... déjame dormir -decía intentando recostarse de nuevo.

- Daniel ya levántate, el desayuno ya está en la mesa, nos lo vamos a terminar sin ti.

- ¿Desayuno? -Dijo abriendo los ojos de una sola vez y se dispuso a ponerse de pie, pero el equilibrio le falló un poco así que calló sentado sobre el sofá.

- Bordo, no te levantes tan rápido... acabas de despertar, mejor vamos a lavarnos.

- Mmm... ¿Qué pasó?... m-me duele un poco la cabeza... -dijo frotándose los ojos.

- Sabes lo que pasó, estuvimos tomando vino anoche y... ya sabes.

- ¿Qué cosa?... ¿y por qué estoy sin camiseta? -dijo el peque mirando a todos lados.

El Chico de la bici [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora