–... And my heart will go on and o-o-o-o-o-n.
Mientras la chica vestida con un atuendo de estilo hippie gritaba el final del tema musical de Titanic, la audiencia comenzó a aplaudir y patear el suelo en señal de aprobación. Sakura indicó a Naruto que le pasara un poco más de vino blanco y acabó de masticar el último bocado de frambuesas con nata. Se sentía satisfecha y sosegada, flanqueada por el calor humano de Naruto a un lado y de Haku al otro. Enfrente estaban sentadas dos damas de honor de idéntica belleza, Tenten y Hanare; ambas con vestidos negros sin mangas y ambas femeninas y amables, sin dejar de proferir constantes y ñoñas risitas. Haku, por extraño que pudiera parecer, estaba completamente sobrio; iba a ser el padrino de Suigetsu y se le veía nervioso por desempeñar adecuadamente su papel. Después de la cena, todos habían estado animándole para que pronunciara el discurso del día siguiente. De hecho, Naruto le había escrito prácticamente todo el texto en una servilleta de papel. Haku había confesado que estaba aterrorizado y se había quedado muy impresionado al enterarse de que Naruto era un escritor con libros publicados.
El karaoke había sido una buena idea. Rocky no era el animador más sofisticado del planeta, pero su tosca petulancia y la manera tan graciosa que tenía de pronunciar los nombres le granjearon la indulgencia del público, al romper las barreras entre los jóvenes y los menos jóvenes, los del pueblo y los londinenses, los amigos de Karin y los amigos de Suigetsu. Incluso el marido de Vicky, rojo de vergüenza y desafinando un poco, se había atrevido a lanzarse al estrellato con el tema Tie a Yellow Ribbon Round the Oíd Oak Tree.
–Me encantan las bodas inglesas –dijo Naruto, de manera espontánea sin dirigirse a nadie en particular–. Una fiesta como esta es mucho más divertida que las cenas de ensayo a las que he ido en Estados Unidos.
– ¿Qué es una cena de ensayo? –preguntó Tenten.
–Es una especie de reunión de cuáqueros, solo que menos animada.
Naruto empezó a describir el espeluznante ritual de reunir a los parientes próximos del novio y de la novia en alguna sala de funciones animada, la víspera de una boda, e instruir a cada cual sobre cómo tenía que dar la enhorabuena espontáneamente a la futura pareja. Aquella noche, Naruto estaba en forma, pensó Sakura con la cabeza apoyada en una mano y mirándolo con una vaga sonrisa. Y aquel corte de pelo le sentaba bien; había sido un acierto insistirle en que se lo cortara.
–Normalmente, las dos familias no se han visto antes y no comprenden por qué su adorado hijo o su querida hija ha hecho tan terrible elección. Pero tienen que hacer como si todos se quisieran mucho –la voz de Naruto adoptó un falsete de sentimiento fingido–: «Quiero decirle que Earl es el mejor cuñado que me hubiera podido imaginar, y siento en mi corazón que Nancy Mae lo hará muy feliz». Aun cuando en el instituto solían decir que lo mejor de Nancy es que nunca llevaba panties. Por supuesto esto último no se atreven a decirlo en voz alta.
Sakura escuchó a Haku desternillándose de risa a su lado. Se sacó del bolsillo la servilleta de papel y escribió una anotación, lo cual resultó inquietante teniendo en cuenta lo que Naruto acababa de contar.
–Y lo que más llama la atención, en los tiempos que corren, son la cantidad de padrastros y madrastras –dijo Naruto–. Por un lado tienes al padre de la novia, a la madre de la novia, a la segunda esposa del padre de la novia, al segundo marido de la madre de la novia, al actual marido de la segunda esposa del padre de la novia, etcétera, etcétera, etcétera. Todos coreando unánimemente las delicias del matrimonio. Si me caso alguna vez, estoy seguro de que podré llenar la primera fila de la iglesia solo de padrastros y madrastras.
– ¿Y te vas a casar alguna vez? –preguntó Hanare con entonación de flirteo.
Sakura elevó una ceja en actitud irónica. Tenía curiosidad por ver lo que iba a responder Naruto a esa pregunta.
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SIMPLEMENTE AMIGOS
RandomNaruto y Sakura son amigos. solamente. Hace muchos años que se conocen, han tenido sus más y sus menos, pequeñas discusiones, pero su amistad ha superado todas las barreras. pero ahora Sakura se ha quedado sin novio y en la calle, y el apartamento...