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La fiesta estaba en auge cuando Joe y yo llegamos. Blair había venido con su amigo Ethan un poco antes y Astrid con Jordan. Fuimos con rapidez a la barra que había en la cocina una vez hubimos pagado los $6 de la entrada. Nos tomamos una ronda de chupitos invitadas por un chico y después pasamos a la pista a bailar como posesas.
Me había decidido a olvidar con alcohol y hombres a Damien esta noche. El centro del salón se había convertido en una pista de baile mientras en las paredes la gente iba a hablar con otras personas. En las escaleras los líos y arriba la lujuria tomaban un papel muy importante.
El chico con el que estaba bailando me susurró al oído que me invitaba a una copa y accedí sin dudarlo. Estaba científicamente comprobado que a las chicas con buenos pechos -Como es mi caso- les sale más rentable comprarse un vestido ajustado que pagarse sus propias copas. Pues los chicos salidos creen que si te invitan a muchas subirás con ellos arriba. Bueno, ellos saben que no pero dejen a su pene soñar.
Veo a Joe aspirándole la boca a una chica en la pista mientras voy entre las personas con el chico cuyo nombre no me he aprendido. Me invita a una copa y miro minuciosamente todos los movimientos del chico que está en la barra de la cocina y agarro yo mi copa, no el chico. Bebo la mitad en un solo trago y el chico me mira bastante sorprendido.
-¿Nunca has visto a una chica beber? -Le pregunto elevando una ceja. Él ríe.
-No sobrio. -Responde antes de beber él también una gran cantidad de líquido y arrastrarme hasta la pista.
Continuamos bailando como locos en el centro hasta que la música se disuelve. Supongo que serán más de las dos de la mañana porque si no dudo que la hayan bajado por voluntad propia. No es plan tampoco de levantar a los profesores en la otra punta de la universidad.
Joe ha desaparecido de mi vista, a Astrid ni la he visto y Blair parece muy entretenida hablando con Jackson Morgan en la barra de la cocina. Tengo la horrible necesidad de ir al baño, así que me dirijo hasta allí. Tras vaciar mi vejiga salgo de nuevo. He perdido de vista mi copa, no recuerdo dónde la dejé. Tal vez alguien se la bebió. Bueno, no importa.
Camino por la entrada de nuevo hasta el salón y veo solo a Damien apoyado en una pared. Me acerco a él rápidamente, no quiero que ninguna zorra se me adelante.
-Hola. -Le digo al llegar a su lado. Claramente mi voz está elevada porque aunque la música esté más baja no lo está lo suficiente. Al igual que solo están encendidas las luces de la cocina y el pasillo, pues nadie quiere ver a la gente enrollándose o fumando hierba.
-¿Qué haces aquí? Pensé que estarías oliéndole el culo a Jake Morgan. -Frunzo el ceño antes su estúpido y celoso comentario. Damien realmente parece molesto conmigo y no comprendo qué hice ahora para enojarlo. Ojalá sea el alcohol.
-No le huelo el culo a Jake. -Sentencié.
-Venga ya, Katherine. Lleváis todo el mes viéndoos mucho. Casi cada día. No te separas de él. ¿No me estarás copiando la táctica de la popularidad, no? -Lo miro sorprendida y dolida. ¿Es que a caso debo juntarme con una persona por puro interés y no por amistad?
