-¿Cuál es mejor? –Astrid elevó dos vestidos. Uno negro con encaje y palabra de honor y otro de flores azul marino más de playa- ¿Zorra de discoteca o zorra de playa? –Me encogí de hombros mientras pasaba la chaqueta de cuero roja por mis brazos. Sin duda, me quedaba divino con el vestido en dos partes.
-Yo qué sé –Respondí encogiéndome de hombros. Me acerqué al espejo de pie de mi habitación y me incliné para pintarme los labios del rojo de la chaqueta. Brooke tenía un buen gusto para chaquetas y Amelia robaba muy bien-. ¿Por qué no le preguntas a Joe? –Astrid bufó.
-Ella no me da una respuesta coherente. –Me explicó y la miré frunciendo el ceño.
-¿A qué te refieres? –Puso los ojos en blanco y se giró para mirar a la puerta.
-¡Joe, ven! –Se escucharon unos pasos y Joe entró en la habitación. Su vestido verde eléctrico pegaba mucho con su cabellera caramelo. Estaba fantástica- ¿Cuál de ambos vestidos te gusta más? –Joe se mordió el labio de manera lasciva
-Ninguno. Y tu ropa interior tampoco me gusta. Quítatela. –Astrid se giró para mirarme con su típica cara de “ya te lo dije”.
-¿Comprendes ahora por qué necesito ayuda de alguien que no quiera quitarme la ropa? –Asentí mientras me aguantaba la risa. Joe entró en mi habitación y sin ningún descaro abrió mi armario y sacó unos tacones. Se sentó en la cama y se dispuso a ponérselos.
Señalé al vestido negro.
-Ponte ese. El otro es poco informar para una graduación. –Astrid asintió y le tiró el vestido azul a Joe. Ella la miró frunciendo el ceño.
-¿Qué se supone que debo de hacer con esto? –Astrid comenzó a ponerse el vestido y se giró hacia Joe.
-Dejarlo a un lado y ayudarme con la cremallera. –Las veía por el reflejo del espejo, pues yo me estaba maquillando. Solo me faltaban los ojos.
-Cariño, sabes que soy más de bajar que de subir cremalleras. –Me giré para Joe con un ojo a medio pintar y la miré mal. Parecería patética porque ambas se rieron.
-Joe, comprendo que te tenga que bajar y que estés más caliente que una perra en celo pero deja de decir ese tipo de guarradas. Es incómodo para las sujeta-velas. –Joe rió y ayudó a Astrid con su vestido. Antes de girarme vi como dejaba un beso en su cuello antes de que su novia pusiera de nuevo el pelo sobre su hombro.
Terminé de pintarme el ojo mientras escuchaba a las otras dos ponerse los tacones. Después me pinté el otro y miré a mi teléfono. Tenía un mensaje de Jake.
Jake
Voy para arriba.
Dile a la parejita feliz que estén vestidas.
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Sarcastic
Teen Fiction«La vida da muchas vueltas. Los buenos a veces son Los malos y los Buenos los que alejamos.» Novela registrada en Safe Creative © Bajo el código 1809138354653. Está prohibida la copia o adaptación de esta sin mi consentimiento.