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-Ponte esto. –Le lancé a Astrid el atuendo que había escogido para ella. No sabía a dónde íbamos, solo que yo la recogía.
-¿Por qué? –Astrid se sentó en el asiento trasero para cambiarse y yo comencé a conducir- ¿No te gusta mi gorrito de helado?
-Es que al sitio dónde vamos tienes que estar arreglada. –Astrid se puso la blusa azul marina y pasó a ponerse los vaqueros.
-¿Es que la reina de Inglaterra ha accedido al fin a tomarse el té conmigo? Porque nadie merece que me ponga estos taconazos. ¿Son nuevos? No los había visto en tu armario.
-Son de Dory. –Astrid terminó de subirse los pantalones y dejó la ropa desperdigada por los asientos. Paramos en un semáforo y saltó al asiento de delante. Abrió la guantera y sacó el maquillaje que siempre llevaba en mi coche por si había que improvisar algo. Jake tenía la horrible manía de sacarme de casa y no decirme si al lugar al que íbamos era formar o informal.
-Será perra la física esta. Le voy a registrar a ella también el armario. Tú deberías ver el de Brooke. Tiene un jersey genial. Aunque al parecer se lo robó a Amelia. Esas zorras tienen un armario maravilloso y la mitad de las cosas ni siquiera son suyas.
-Como nosotras. –Comenté. Astrid comenzó a aplicarse el rímel mientras yo me dirigía al parque en el que Joe y Jake nos esperaban.
-No. Porque la única de nosotras que roba ropa es Blair. Y tú no nos robas ropa casi nunca. Y mi ropa solo la coge Joe, y porque me gusta como huele después porque si no la dejaba sin sexo un mes. –Comencé a reírme como una loca maniática.
-Blair creo que no se comprar ropa porque nos la roba toda a nosotras. –Astrid sonrió.
-Yo voto por ir a su casa y llevarnos todo lo que es nuestro.
-Entonces se quedaría sin ropa. –Astrid bufó.
-Pues que le jodan.
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Astrid no paraba de sonreír. Al parecer, Joe llevaba un rato tocando y muchas personas la grababan. Jake la sonreía y sacó su teléfono para grabar la reacción de Astrid. Ella fue acercándose poco a poco a Joe con la boca abierta. Sinceramente, le había quedado genial la canción. Y la voz de Joe encajaba perfectamente con la melodía.
