Capítulo 20

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Los labios de Jake me recibieron con una sorpresa muy justificada

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Los labios de Jake me recibieron con una sorpresa muy justificada. Pasé mis brazos sobre sus hombros y puse mi mano en su nuca para profundizar el beso. El puso sus manos en mis mejillas y comenzó a devolverme el beso con una desesperación que no esperaba.

            Sabían mucho a café y tenía un regusto a nata. Además de a la pasta de dientes de menta que sabía de sobra que utilizaba. Seguían estando cortados, por lo que eran ligeramente rugosos pero sin duda hipnotizante. Su lengua rozó la mía y miles de sentimientos explotaron en mi pecho.

            De haber sabido que besaba tan bien y de que no me apartaría al segundo lo hubiera besado esa mañana en mi casa, lo hubiera besado cuando me cuidó después de la borrachera, lo hubiera besado después de su pesadilla, en la piscina, en el sofá… Lo hubiera besado tanto que sus labios habrían acabado morados.

            Cuando nos separamos porque nuestros pulmones no resistían más, vi que Jake sonreía de oreja a oreja. Me puso un mechón de pelo detrás de la oreja y repasó mis labios con su dedo pulgar. Elevó mi barbilla y volvió a besarme con dulzura.

            Ahora quería llevármelo a su apartamento, tumbarlo en la cama y pasar el resto del fin de semana besándole todo lo que me apeteciese. Sin embargo, nos dimos cuenta que solo estábamos retrasando lo inevitable. Nos separamos y le sonreí de nuevo. Di un paso atrás y mi sonrisa se convirtió en una mueca de tristeza.

            -Hasta luego, Jake. –Asintió y mostró su billete y pasaporte. Antes de ir al pasillo, me sonrió de nuevo. Además, hizo un gesto para saber que me llamaría.

 Además, hizo un gesto para saber que me llamaría

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            -Por ello –Sentencié-. La empresa no es viable. Rompe todas estas leyes del código civil. –Le entregué a Jackson el resumen de todas las leyes que rompía la empresa. Jackson releyó de nuevo el papel y sonrió de oreja a oreja.

            -Gracias, Kate, no sé que hubiera hecho sin ti. –Me abrazó con fuerza y le devolví el abrazo.

            -No es nada, Jackson. Si necesitas algo más, solo dilo. –Él asintió y sonrió.

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