Capítulo 33

2.2K 197 16
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Susan Houston caminó por su despacho haciendo que el sonido de sus tacones resonase por todo el despacho.

El hecho de estar haciendo algo tan importante a las espaldas de Jake me estaba poniendo bastante nerviosa. Pero él realmente necesitaba ver sus libros fuera del ordenador, maquetado y bien hecho. No merecía tener que pagar diez dólares para leerlo fuera de una pantalla. Sabía que su sueño era ese. Y él merecía ver su sueño cumplido.

Lo merecía de verdad.

-¿Qué le pareció el libro que le envié el sábado? –Susan me miró frunciendo el ceño.

-Sabes, yo no trabajo los fines de semana, así que se lo envié a tres lectores que testean los libros antes de pasarlo a los editores. Al parecer, todos se engancharon. Una incluso dijo en su informe –Abrió una carpeta de color caramelo y llevó su vista un poco más abajo-: “Llevo una hora llorando con esta historia. El escritor sabe transmitirle al lector un claro mensaje: Los finales felices existen, pero no son para todos. Si publican este libro, seré la primera en ir a comprarlo”. ¿Qué cree usted que significa esto?

-Que le ha gustado… -Me aventuré a decir. Por el amor de Dios, hacía escasos cinco meses estaba conociendo mejor a Jake y ahora estaba cumpliendo su sueño. ¿Por qué el tiempo va tan rápido?

-Exacto, señorita Steel –Susan se sentó en su silla de cuero negro y se recostó en esta-. Como no me creía las grandes reseñas que el libro estaba obteniendo, he ido a hablar con dos editores más, además de leerlo yo personalmente –Asentí. Esta señora no es que se estuviese yendo por las ramas, es que se había equivocado de selva-. Es un gran libro. ¿Quién dices que lo escribió? Queremos publicarlo.

-Jake, Jake Morgan. Mi novio. –Respondí mientras sonreía orgullosa.

-¿Podría decirme un día para concertar una reunión con él? –Me removí un poco incómoda en mi asiento.

-La cosa es que él no lo sabe… -Susan me miró con los ojos muy abiertos-. Pero usted dígame una fecha. Él y yo vendremos a hablar con usted. Estoy segura de que él estará de acuerdo.

Susan frunció el ceño, como si no estuviese contenta con mi decisión.

-Está bien. –Accedió y yo suspiré.

Ahora solo me quedaba explicarle esto a Jake.

Ahora solo me quedaba explicarle esto a Jake

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
SarcasticDonde viven las historias. Descúbrelo ahora