Capítulo 28

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Camino por los pasillos que llevan a la sala de ocio central y una vez dentro, me uno a nuestro grupo. Jess se levanta del sillón individual y me lo cede mientras toma asiento junto a Dek. Me centro en intentar prestar atención a su conversación. En el sofá de enfrente están Paula y Chris juntos. Con todo el lio que he tenido con Bruno, apenas he tenido tiempo para hablar con ella de su relación. Lo cierto es que desde que volvimos de navidades están más unidos que nunca. Y Chris ha cambiado un montón desde que están juntos: está más centrado en los estudios y se ha dejado de buscar problemas con el director. Era conocido por su poca tolerancia a las reglas del internado. Los espío uno segundos; Chris acaricia su mejilla mientras le susurra algo, y ella se ríe algo avergonzada.  Pensar que hace casi un mes, yo tenía eso que tanto ansiaba tener. Y ahora, no solo no tenía nada, sino que había descubierto que todo había sido mentira.

Avisto a Sam sentada en la terraza sola. Está con una bebida mirando al fondo. Me pregunto dónde se habrá metido Matt. Siempre que los he visto (que han sido pocas veces, ya que siempre intento esquivarlos) estaban juntos. Cuándo empiezo a sentir un poco de lástima, aparto la mirada y vuelvo a lo mío. Siempre he sido muy empática, pero eso no quiere decir que vaya a ir detrás de alguien que me ha causado tanto daño a propósito.

Busco a Bruno en la sala inevitablemente y no lo encuentro. Está semana he estado esquivándolo a toda costa. No puedo soportar la persona que se ha vuelto, ya no solo conmigo, sino con todos. Chris y Dek dicen que está insoportable, que incluso vive malhumorado y rompiendo todo lo que se le pone delante. Por mucho que haya jugado conmigo, me cuesta creer que se haya convertido en un cretino, incluso con sus mejores amigos. Solía ser el primero en estar alegre y contagiar a los demás con esa energía, y ahora parece que todo el mundo intento evitarlo por los pasillos. Excepto, claro está, de las chicas. Desde que se corrió la voz de su venganza conmigo, acudieron todas en su búsqueda, felices de que el soltero de oro volviese a estar disponible. Él no pone resistencia. Siempre que, irremediablemente me lo he encontrado, estaba con una chica diferente. Pero no es como cuando estaba con Matt y el salía con algunas; ahora tiene una actitud de cerdo del todo. Sin hablar, de los rumores que nos llegan a Paula y a mí, de sus escapadas nocturnas para tirárselas.

— ¿Estás diciendo que no quieres enamorarte nunca? —pregunta Jess con una pajita en la boca. Dek se encoge de hombros, y me centro en la conversación. He vuelto a desviarme pensando en Bruno. Es imposible sacármelo de la cabeza.

— No me mires como si estuviese loco ¿Queé tiene de malo? El amor solo trae problemas —se inclina hacia atrás en el sofá y estira las piernas sobre la mesilla. Jess lo mira con los ojos como platos. La morena siempre ha sido una romántica empedernida y espera encontrar el amor verdadero—, Mira como ha terminado Less.

—Shhh —le manda a callar Jess, mirando en mi dirección. Dek asiente tímidamente.

—Lo siento, Less.

Me sorprendo al escuchar mi nombre y al ver las caras de los demás me doy cuenta de lo que sucede. Soy la patética que sigue sufriendo por un amor completamente falso. Todos sienten pena de mí.

—No lo sientas, Dek —digo mientras descruzo mis piernas y me incorporo. Paula aparta su atención de su enamorado unos segundos y me mira preocupada—, tienes razón, el amor solo trae problemas —concluyo saliendo del circulo de sofás.

—Less, espera. No hagas caso del idiota de Dek —me pide Paula mientras lanza un golpe al hombro de Dek. Éste se hace más pequeño en su asiento. Está claro que se siente fatal por haber dicho en alto lo que todos piensan de verdad.

Hago una seña con la mano quitando hierro al asunto y me inclino para dar un beso en la mejilla a Paula.

—Es tarde, mañana hay clases.

OLVÍDAME. Esto es la guerra - CompletaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora