Donde Harry tiene un hijo llamado Luka, y un esposo llamado Louis. A su hijo no le agrada la pareja de su papá, mucho menos cuando se entera de que está embarazado.
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Lo había llamado ya por cuarta vez y su hijo no respondía. Harry terminó de beber su taza de café y le dio un beso en los labios a Louis.
— Se me hará tarde — suspiró. — Pídele a Luka que tome el autobús.
Louis le acaricio la mejilla y lo observó tomar su saco, le acomodó la corbata como un tierno gesto.
— Yo puedo llevarlo, amor — murmuró. — Hoy entro hasta después del medio día, no te preocupes.
— ¿Estás seguro?
Louis asintió. Harry dio un último vistazo al pasillo y Luka apenas estaba saliendo de darse una ducha.
— Muévete — aplaudió en su cara. — Louis te llevará, pero ya.
El chico puso los ojos en blanco y de la barra tomó una barra de pan tostado.
— Vístete Luka — pidió su padre. – Luego ven a tomar el desayuno.
— Da igual, ya lo estoy tomando.
— Pues lo dejas — regañó. — Te vas y te cambias, luego vuelves, ya.
— Tan temprano y ya estás de pesado, joder — aventó el pan a la canasta y Harry lo miró seriamente.
— ¡Apúrate Luka! — gritó y lo escuchó cerrar la puerta bruscamente.
Se dio un masaje en el puente de la nariz, miró a Louis, quien solo se mantenía fregando algunos de los platos sucios.
— Cariño — le dijo y lo hizo voltear. — Sabes que no me gustaría dejarte a nuestro hijo mal humorado, pero se me está haciendo demasiado tarde.
Louis sonrió y asintió.
— No te preocupes, Harry. Ya te he dicho que te puedes ir tranquilo.
Harry le besó la frente ahora y le acarició la cintura.
— Podemos ir a cenar los tres ésta noche — sugirió. — Tengo ganas de estar con ustedes.
— Claro — respondió. — Pero anda ya, que tu jefe va a correrte.
Harry tomó sus cosas; su maletín que colgó sobre su hombro, su cartera, las llaves de su auto y su móvil.
— Papá, déjame dinero — escucho la voz de Luka y lo miró. — Tengo que hacer un proyecto escolar y ocupo billetes.
Le dejó solamente diez libras en la mesa del living.
— Pórtate bien — le dijo antes de salir.
Cuando Harry se fue, Luka se apresuró a comer lo que le restaba del desayuno. Louis volvió a su cuarto para ponerse los zapatos y tomar las llaves de su coche. Luka lo miró serio en cuanto se acercó a la cocina, como de costumbre, lavó el plato que había usado para comer cereal y se acomodó la mochila en el hombro.